Muchos maestros no saben responder a esta interrogante. Ello se debe a que el feng shui nació y creció como un cúmulo de observaciones, relaciones de causa a efecto, sin mayores explicaciones que los hechos, tal como la acupuntura. Por ejemplo: si existe migraña en el lado izquierdo frotar la muñeca derecha o pinchar el punto Lié-tsiue de la misma muñeca, o masajeando el muslo derecho. ¿Qué tiene que ver el muslo derecho con el lado izquierdo de la cabeza?. Esta explicación no podía ser dada con precisión en la antigüedad y aún ahora es difícil. 

            Otra forma de verlo sería en el principio de los imanes, ya sea una barra lineal o herradura. En los puntos terminales existen dos polos, negativo y positivo. Si se parte el imán en dos nos quedaríamos con dos polos diferentes uno en cada mano, pero, ya sabemos que eso no es así y el imán se reconstituye volviendo a tener las mismas polaridades. Pero, si el imán está descargado o sin potencia, o con elementos que lo alteren, no podrá reconstruirse naturalmente, creando problemas energéticos. Con el feng shui se permite que cada parte de un edificio o habitaciones, se armonicen y funcionen correctamente.

             Es importante hacer notar que existe la energía manifiesta o activa y la que no es activa o no manifiesta, como la tierra que no presenta ninguna energía sino se planta un vegetal o una madera no se enciende si no se le prende. El ideograma chino de la energía representa una caldera sobre el fuego, con su tapa medio levantada dejando escapar el vapor.

             Es necesario hacer notar igualmente que de noche en reposo todas las funciones se reducen, menos las sexuales. Este fenómeno hace que en las casas por la noche, el chi pueda circular “recargándose”, fluyendo, cuando no hay movimiento de personas o artefactos. La calma permite que las formas circulares, serpenteantes, espejos, paredes sólidas actúen, etc., para bien o para mal.

             Confucio mencionó: lo que llamamos sentimientos del hombre son siete: alegría o descontento, peno o temor, amor u odio, deseo. No existe capacidad para estos siete sentimientos sin estudio. Pero el deseo y la repulsión son la gran regla del corazón espíritu; están tan ocultos hasta el punto de que difícilmente podemos distinguir uno del otro”.

             Los sentimientos pueden provocar cambios energéticos y descargas  o recargas.

             En homeopatía las disoluciones bajas tonifican y las altas dispersan. Las sustancias que se administran no son medicamentos propiamente dichos sino “dinamizaciones de sustancias”. Son sustancias muy diluidas en aproximadamente 1/10.000 que hace que prácticamente químicamente sean nulos, pero con energía suficiente para actuar. No es cuestión de materia sino de irradiación de energía.

             Es decir, el mundo está lleno de energías muy sutiles, muy pequeñas, que actúan de manera muy importante aún siendo casi imperceptibles. Un pequeño movimiento de estas energías, sentimientos, punzaciones, pueden alterar todo el metabolismo del cuerpo e igualmente de las casas.

             Por otro lado, se debe entender a las casas como extensión de nuestro cuerpo. Cuando decimos esta es mi mano, esta es mi cabeza, ¿Quién es el dueño?. Nosotros no somos nuestro cuerpo, sino que es un vehículo del Yo interno, como que el cuerpo es una especie de hogar móvil, una materia que nos aloja temporalmente, el cuerpo no somos nosotros. Si el cuerpo está mal, el Yo, nosotros, estará mal, si el cuerpo sufre el Yo sufre. Las casas, edificios, en donde permanecemos mucho tiempo, también son otra extensión de nuestro Yo, si la casa es incómoda, el Yo estará incómodo. Nosotros somos los dueños de nuestro cuerpo y de la extensión de este.

             Por ello, si el cuerpo está bien, la salud, prosperidad, bienestar, es más factible. Igualmente se extiende el concepto hacia los inmuebles. Las fuerzas sutiles de todas maneras operan, de día y de noche, aunque de manera diferente, pero se encuentran presentes y no se pueden negar. Una casa sana, dará espíritus sanos. Un espíritu sano, será creativo y atraerá el bienestar. Una casa que active también, ya que por ser demasiado tranquila puede traer excesiva pasividad.

             Igualmente, también se ha desarrollado el concepto de las polaridades, el yin y yang. Yin como femenino, pasivo, relajado; yang como masculino, activo, impulso. Una casa con mucho azul, celeste, es demasiado yin. Una casa con excesivo rojo, anaranjado, es demasiado yang, pero puede aplicarse para restaurantes de comida rápida o de algún tipo especializado que necesite mucha actividad.

             El Feng Shui actúa de diferentes modos y deberá entendérsela como observación permanente, como una forma de vida, llena de descubrimientos constantes en pos de la Realización Total.

Muchas casas son infaustas para algunas personas, pero, otras lo son para todos. En su ciudad Usted puede observar en los negocios que determinadas calles e inclusive aceras de una misma calle, son mas concurridas unas que otras sin ningún motivo aparente. Igualmente que algunas calles se ponen de repente de moda y otras dejan de estarlo.  Si se pone a observar, seguramente ha habido cambios en algunas construcciones, adornos, colores, diferentes a cuando esta calle estuvo de moda. Pequeños factores influyen poco a poco hasta que sumados hacen que las casas, aceras, zonas, sean sitios malos para diversos aspectos de la vida.

Póngase a analizar cuando empezó la caída de alguien, de seguro que coincidirá con el cambio de dirección de la cabecera, de la puerta principal, de abrir una ventana o cerrar otra, del crecimiento de un árbol frente a la casa, de la construcción de un edificio nuevo frente a nosotros, de las tejas o un techo a dos aguas del vecino, una antena de radio o televisión en frente de la casa.

Algunos aspectos, sin que el orden sea el de prioridad son los siguientes:

1. Protegerse, eliminar o minimizar el mal chi exterior a nuestra casa o empresa.
2. Tener la mejor orientación (hacia los puntos cardinales) para la cabecera de la cama y puerta principal de la casa de acuerdo al número kua dada por la fecha de nacimiento.
3. Tener la mejor orientación para las ventanas.
4. Tener la orientación adecuada de los escritorios en nuestro centro de trabajo.
5. Distribuir las cinco energías y colores dentro de nuestro hogar, empresa y en las habitaciones, armonizando el yin y yang (fuego, madera, tierra, agua, metal).
6. Armonizar los espacios y muebles de acuerdo a la escuela de las formas, cuidando de tener el dragón verde del este o izquierda más alto que el tigre blanco del oeste o derecha, así mismo contar con la energía del ave fénix del frente o del sur y la protección de la tortuga detrás o al norte y otras consideraciones que se darán al desarrollar el tema.

Entonces, estas son las consideraciones principales, de las cuales se puede empezar por ver la dirección correcta de la cabecera de la cama que puede coincidir con la dirección de la puerta principal de la casa.

Las ocho direcciones tienen las siguientes características:

1. Aumentar la prosperidad y todo aspecto general
2. Mejorar la salud, convalecencia, aprovechar mejor los medicamentos y alimentos
3. Activar el magnetismo y estabilidad en amores, familia e hijos
4. Mejorar el rendimiento y éxito en la profesión y estudios
5. Desastres o accidentes ocasionales o continuas molestias
6. Aflicción, cinco espectros
7. Enemigos, seis muertes, sufrimiento
8. Ruina total, muerte.

Ahora bien, puede darse el caso que la dirección de la casa esté bien, pero la cabecera de la cama no, entonces los éxitos que pueden darse por la buena energía de la casa, no se conservan por culpa del habitante que tiene mal posicionada su cabecera, es decir comete errores, su simpatía está venida a menos, etc.

Si la cabecera está bien pero la puerta mal, la caída es lenta y amortiguada, pero poco a poco va cayendo en problemas, disminuyendo patrimonio, perdiendo clientes, amigos, lentamente.

Si ambas están mal, el desastre ocurre pronto, salvo que el cielo o esquema astrológico lo defienda parcialmente, pero con grandes problemas.

Si ambas están bien y el cielo mal, la protección es sólida, si bien no se puede arribar, la disminución será poca hasta que el cielo mejore, esto lo entenderán mejor los practicantes de astrología seria.

Si cielo y las direcciones, colores, energías están bien, ya estamos listos para dar el gran salto, hacia nuestro interior, hacia el próximo paso evolutivo.

Las soluciones que el feng shui ofrece son variadas y no hay que derribar la casa en su totalidad para cambiar nuestras disposiciones terrestres, a veces el cambiar una ventana por puerta o permutar la puerta posterior o de servicio por la principal, son soluciones fáciles, económicas y sin crear traumas a todos los habitantes de la casa que no saben de esta ciencia milenaria.

PRACTICAS Y SIMBOLOS ADICIONALES:

Adicionalmente el feng shui ofrece alternativas de muchas prácticas y símbolos para aumentar el buen chi. Muchas veces resulta impracticable algún cambio en la casa, entonces se opta por reforzar algunos aspectos, formas, lo que requiere un estudio más detallado y mayor atención por parte del especialista o maestro (si fu). Todo ello forma parte del proyecto ingenieril o arquitectónico que debe efectuarse.

No se trata de hacer algo empírico sino que estamos hablando de una ciencia arte cuya observaciones han funcionado por miles de años.

Por ejemplo el uso de caídas de agua, piletas, luces en determinadas zonas o direcciones cardinales. Maderas sagradas o perfumadas, como el sándalo y otras. Utilización del Pakua yin protector, sencillos jarrones de cerámica que evocan el elemento tierra, emulación del dragón verde, emulación del tigre blanco, etc.

Es decir, toda una ciencia al servicio y protección de las inarmonías que pudieran existir en nuestros destinos y contrarrestaría con algo comprobado.