EL REY BENJAMIN
El Libro de Mormón
Palabras de Mormón





17 - pues he aquí, el rey Benjamin era un hombre santo y reinaba sobre su pueblo con justícia ...
18 ... trabajando con todas las fuerzas de su cuerpo y las facultades de su alma entera, y lo mismo los profetas, el rey Benjamin nuevamente estableció la paz en el país.
12 Y ahora bién, en cuanto a este rey Benjamin, él tuvo algunas contiendas entre su propio pueblo.
13 Y sucedió también que los ejércitos de los lamanitas descendieron de la tierra de Nefi para pelear contra su pueblo. Mas he aquí, el rey Benjamin reunió sus ejércitos y les hizo frente; y luchó con la fuerza de su propio brazo, con la espada de Laban.

Mosíah
1:1 Y entonces no hubo mas contiendas en toda la tierra de Zarahemla, entre todo el pueblo que pertenecía al rey Benjamin, de modo que el rey Benjamin gozó de una paz continua todo el resto de sus días.
2:12 Os digo que así se me ha permitido emplear mis días en vuestro servicio, aun hasta el día de hoy; y no he procurado de vosotros oro, ni plata, ni ninguna otra clase de riquezas;
2:13 ni he permitido que se os encierre en calabozos, ni que os esclavicéis los unos a los otros, ni que asesinéis, ni depredéis, ni robéis, ni cometais adulterio; ni tampoco he permitido que cometais iniquidad alguna, y os he enseñado que debéis guardar los mandamientos del Señor, en todas las cosas que el os ha mandado
2:14 y aun yo mismo he trabajado con mis propias manos a fin de poder serviros, y que no fueseis abrumados con tributos, ni cayera sobre vosotros cosa alguna que fuese pesada de llevar; vosotros mismos sois testigos este día.
2:18 He aquí, me habéis llamado vuestro rey; y si yo, a quien llamais vuestro rey, trabajo para serviros, no debéis trabajar vosotros para serviros unos a otros?

1:9 ... envejeció, y vió que muy pronto debía ir por el camino de toda la tierra; por tanto, le pareció oportuno conferir el reino a uno se sus hijos
2:26 ... Y véis que he envejecido, y que estoy para entregar esta forma mortal a su madre tierra.
1:2 Y aconteció que tenía tres hijos; y les puso por nombre Mosíah, Helorum, Helaman...
2:2 Y hubo un numero muy crecido, sí, tantos que no los contaron; porque se habían multiplicado extremadamente, y se habían hecho grandes en el país.
2:7 ... por que tan grande era la multitud...

1:10 De modo que mando traer a Mosíah a su presencia; y estas son las palabras que le habló, diciendo: Hijo mio, quisiera que hicíeses una proclamacion por toda la tierra, entre toda esta gente, o sea, el pueblo de Zarahemla y el pueblo de Mosíah que viven en la tierra, para que por este medio se reunan; porque mañana proclamaré a este mi pueblo por mi propia boca, que tu eres rey y gobernante de este pueblo que el Señor Dios nos ha dado.
2:1 Y sucedio que después que Mosíah hubo hecho lo que su padre le habia madado, y hubo proclamado por toda la tierra, el pueblo se congrego de todas partes, a fin de subir hasta el templo para oir las palabras que el rey Benjamin les iba a hablar.
2:30 porque aun ahora mismo mi cuerpo entero tiembla en extremo, mientras me esfuerzo en hablaros; mas el Señor Dios me sostiene y me ha permitido que os hable; y me ha mandado que os declare hoy que mi hijo Mosiah es rey y gobernante vuestro.
2:31 Y ahora bien, hermanos mios, quisiera que obraseis como lo habéis hecho hasta ahora. Asi como habéis guardado mis mandamientos y también los de mi padre, y habéis prosperado, y se os ha librado de caer en manos de vuestros enemigos, de igual manera, si guardais los mandamientos de mi hijo, o sea, los mandamientos de Dios que él os comunicara, prosperaréis en la tierra, y vuestros enemigos no tendran poder sobre vosotros.
2:13 ... y os he ensenado que debéis guardar los mandamientos de Senor, en todas las cosas que él os ha mandado
2:27 ... así en esta ocasion os he hecho congregar, a fin de que se me halle sin culpa... para que Dios me juzgue por las cosas que me ha mandado concerniente a vosotros.
2:41 Oh! recordad, recordad, que estas cosas son verdaderas!, porque el Señor Dios lo ha declarado.
1:7 Y ahora bien, hijos mios, quisiera que os acordaseis de escudriñarlas diligentemente, para que en esto os beneficiéis; y quisiera que guardaseis los mandamientos de Dios...

1:8 Y muchas cosas mas enseñó el Rey Benjamin a sus hijos, que no estan escritas en este libro.

1:3 ... hijos mios, quisiera que recordaséis que sí no fuera por esta planchas, que contienen estos anales y estos mandamientos, habríamos padecido en la ignorancia, aun ahora mismo, no conociendo los misterios de Dios.
1:4 por que no habría sido posible que nuestro padre Lehi hubiese recordado todas estas cosas para haberlas enseñado a sus hijos, de no haber sido por la ayuda de estas planchas; porque habiendo sido instruido en el idioma de los egipcios, él pudo leer estos grabados y enseñarlos a sus hijos, para que así estos los enseñaran a sus hijos, y de este modo cumplieran los mandamientos de Dios, aun hasta el tiempo actual.
1.5 Os digo, hijos mios, que si no fuera por estas cosas, las cuales se han guardado y preservado por la mano de Dios para que nosotros pudiéramos leer y entender acerca de sus misterios, y siempre tener sus mandamientos ante nuestros ojos ...
1:6 Oh hijos mios , quisiera que recordaseis que estas palabras son verdaderas, y también que estos anales son verdaderos! Y he aquí, también las planchas de Nefi, que contienen los anales y las palabras de nuestros padres desde el tiempo en que salieron de Jerusalén hasta ahora, son verdaderas; y podemos saber de su certeza porque las tenemos ante nuestros ojos.
1:7 Y ahora bien, hijos mios, quisiera que os acordasies de escudriñarlas diligentemente, para que en esto os beneficiéis; y quisiera que guardaseis los mandamientos de Dios...

4:10 Y ademas, creed que debéis arrepentiros de vuestros pecados, y abandonarlos, y humillaros ante Dios, y pedid con sinceridad de corazon que él os perdone; y ahora bien, si creéis todas estas cosas, mirad que las hagais.

1:4 ... él pudo leer estos grabados y enseñarlos a sus hijos, para que asi estos los enseñaran a su hijos, y de esta manera cumplieran los mandamientos de Dios, aun hasta el tiempo actual.
1:7... y quisiera que guardaseis los mandamientos de Dios para que prosperéis en la tierra, de acuerdo con las promesas que el Señor hizo a nuestros padres.

2:41 Y ademas, quisiera que consideraseis el bendito y felíz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Porque he aquí, ellos son bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales; y si continuan fieles hasta el fin, son recibidos en el cielo,
para que asi moren con Dios en un estado de
interminable felicidad. Oh recordad, recordad
que estas cosas son verdaderas!

1:9 Y acontecio que después que el rey Benjamin hubo acabado de enseñar a sus hijos, envejecio, y vio que muy pronto debia ir por el camino de toda la tierra; por tanto, le parecio oportuno conferir el reino a uno de sus hijos
1:10 De modo que mando traer a Mosiah a su presencia... porque mañana proclamaré que tu eres rey y gobernante de este pueblo que el Senor Dios nos ha dado.
6:1 Y ahora bien, el rey Benjamin considero prudente, después de haber acabado de hablar al pueblo, tomar los nombres de todos los que habían hecho convenio con Dios de guardar sus mandamientos.
6:2 Y sucedio que no hubo ni un alma, salvo los ninos pequenos, que no hubises hecho convenio y tomado sobre sí el nombre de Cristo.
6:3 Y ademas, acontecio que cuando el Benjamin hubo dado fin a todas estas cosas, y hubo consagrado a su hijo Mosíah para que fuera el gobernante y rey de su pueblo, y le hubo dado todo cargo concerniente al reino, y también hubo nombrado sacerdotes para enseñar al pueblo, a fin de que así pudiesen oir y saber los mandamientos de Dios, y despertar en ellos el recuerdo del juramento que habían hecho, despidio a la multitud; y se volvieron, a sus propias casas.
6:5 Y el rey Benjamin vivio tres anos mas y murio.





2:10 No os he mandado subir hasta aquí para que me temaís, ni para que penséis que yo de mí mismo sea más qu un ser mortal

2:3 Y también llevaron de las primicias de sus rebaños, para que ofrecieran sacrificios y holocaustos según la ley de Moisés.
2:4 y también para que dieran gracias al Señor su Dios, que los había sacado de la tierra de Jerusalén, y los había librado de las manos de sus enemigos, y les había designado hombres justos como maestros, y también a un hombre justo para ser su rey, el cual había establecido la paz en la tierra de Zarahemla, y les había enseñado a guardar los mandamientos de Dios, a fin de que se regocijaran y estivieran llenos de amor para con Dios y todos los hombres.

1:2 ... E hizo que fueran instruidos en todo el idioma de sus padres, a fin de que así llegaran a ser hombres de entendimiento; y que supiesen concerniente a las profecías que habían sido declaradas por boca de sus padres, las cuales les fueron entregadas por la mano del Señor.
4:12 Y he aquí, os digo que si hacéis esto, siempre os regocijaréis, y seréis llenos del amor de Dios y siempre retendréis la remisión de vuestros pecados; y aumentaréis en el conocimiento de la gloria de aquel que os creó, o sea, en el conocimiento de lo que es justo y verdadero.
4:13 Y no tendréis deseos de injuriaros el uno al otro, sino de vivir pacíficamente, y de dar a cada uno según lo que le corresponda.
4:14 Ni permetiréis que vuestros hijos anden desnudos, ni consentiréis que quebranten las leyes de Dios, ni que contiendan y riñan unos con otros y sirvan al diablo, qu es el maestro del pecado, o sea, el espíritu malo de quien nuestros padres han hablado, ya que él es el enemigo de toda rectitud.
4:15 Mas les enseñaréis a andar por las vías de la verdad y la seriedad; les enseñaréis a amarse mutuamente y a servierse el uno al otro.
4:5 Porque he aquí, si el conocimiento de la bondad de Dios en esta ocasión ha despertado en vosotros el sentido de vuestra nulidad y vuestro estado indigno y caído.
4:11 ... así quisiera que recordaseis y retuvieseis siempre en vuestra memoria la grandeza de Dios, y vuestra propia nulidad, y su bondad y longanimidad para con vosotros, indignas criaturas...