The Black Dragon Society

by Shougo Amakusa & Misanagi

Capítulo 18

"El Hiten Mitsurugi Ryu Vs el Shukushi"

El día había llegado, los buques estarían a la vista en cualquier momento; entre Kenshin y los demás aún había conmoción por lo de Sanosuke pero las palabras de Aoshi brindaron algo de luz en ese mar de oscuridad que los embargaba; Shougo seguía igual, estaba algo deprimido pero trataba de ocultarlo; pero las personas que más quería no lo valoraban, en ese momento Saito tomó las riendas de todo.

Saito: Bien, es muy probable que los mejores hombres de la Sociedad estén resguardando la llegada de los buques, esta vez la batalla será mucho más dura.
Soujiro (sonriendo): Lo sé, eso es obvio.
Aoshi: Veremos qué pasa.
Sayo: ¿Qué haremos nosotras?. Obviamente no podemos pelear; hermano, ¿Qué podemos hacer?.
Shougo: Quédate con Kaoru y Yahiko y manténganse ocultas, no vaya a ser que las secuestren o algo parecido.
Sayo: Sí, hermano.
Misanagi: Misao; tú y yo estaremos en esos árboles, desde allí hay una buena perspectiva de ataque.
Misao (viendo lo que señalaba Misanagi): Sí, tienes razón.

Cerca de ellos estaba una especie de pequeño muelle; había algunas construcciones pero muy pocas en la de más lujo estaba Klaudia tomando algo de Sake.

Klaudia (sonriendo): Vaya, creo que lo que mejor aprendí de Seijuro fue a tomar Sake.

En eso uno de los hombres de la Sociedad entró.

???: Los buques ya están a la vista.
Klaudia: Muy bien, eso quiere decir que el momento de la batalla está cerca, prepárense.

La verdad no había muchas personas cuidando el lugar pero como dijo Saito, eran los mejores; el sitio tenía dos posibles flancos de ataque; Klaudia era una muy buena estratega, había librado muchas batallas parecidas en la era Tokugawa; cómo se arrepentía de haber ayudado al Ishinishi, para luego ser traicionada de la manera más cruel, la Samurai organizó la defensa; había dos cañones y dos ametralladoras, las cuales colocó en sitios estratégicos y ocultos; quería hacer la mayor cantidad de bajas de ese modo y luego pelear cuerpo a cuerpo con el resto, si quedaba alguien. Haita y Ren llegaron en ese momento y se unieron al grupo; Saito les pidió a Ren ya Shouzo que junto con Yahiko cuidaran de Sayo y Kaoru y que estuvieran a una distancia segura de los demás.

Ren: ¿Jefa?.
Misanagi: Bien, es una buena idea.
Haita: Yo me quedaré con usted.

Los demás se adelantaron; mientras tanto en la sede de la Sociedad, Sanosuke despertó completamente desorientado y vio a Melders frente a él.

Sanosuke (quien estaba amarrado): Vaya, veo que estás vivo.
Melders: Sí, estoy vivo; y tú no lo estarás por mucho tiempo; claro que para tus amigos ya lo estás.
Sanosuke: ¿Qué quieres decir?.
Melders: Engañamos a tus amigos y ahora te creen muerto.
Sanosuke: ¡Son unos malditos!.
Melders: Descuida, ya arreglaré eso, para dejar de mentir pienso matarte de una vez.

Melders sacó una pistola para matarlo pero en ese momento otra persona hizo acto de presencia.

???: ¡Es suficiente Melders!. Si él muere, arruinará nuestros planes.

El sujeto era mas alto y de mayor contextura que Melders, Sanosuke observaba que estaba vestido a la usanza de la era Tokugawa y en su cinturón tenía el símbolo del Shogunado derrocado.

???: Mi nombre es Takashi Ibakate, fui un Samurai miembro del Shogunado, pero gracias a Battousai Himura perdí todos mis privilegios y estuve en el exilio por mas de diez años. Es hora de que recupere lo que por derecho me pertenece.

Takashi colocó en un recipiente un poco de la sangre que brotaba de las muñecas de Sanosuke (quien estaba atado con un fino hilo), la mezcló con tierra y la cera derretida de una vela negra, comenzó a recitar algo en un idioma que ni siquiera Melders logró comprender. Al terminar, le mostró a Melders un figurín que había realizado el cual se asemejaba mucho a Sanosuke. Takashi tomó la espada de Melders y corto los hilos que ataban las manos y pies del guerrero.

Melders (confundido): ¿Pero, por qué lo liberas?
Takashi: Sus ataduras ya no son materiales. ¡Mira sus ojos!.

Melders se quedó petrificado al ver que los ojos de Sanosuke habían perdido toda expresión, se habían tornado vacíos, era como si su corazón hubiese dejado de latir y su cerebro de pensar, era un zombie vivo.

Takashi (riendo frenéticamente): ¡Será el arma perfecta para destruirlos!.

De vuelta a la pelea; Klaudia fue informada de la posición del enemigo y ella se preparó para darles la bienvenida; en lo que el grupo estuvo a distancia ordenó el ataque justo cuando nuestros amigos pasaban por una garganta; el silencio del día fue interrumpido por el ruido de las ametralladoras y de los cañones que disparaban sus balas mortales contra Kenshin y los demás.

Klaudia: Maten a esos seres, no quiero a ninguno vivo.

El ataque era sin piedad; el grupo de Kenshin a duras penas evadía los ataques y las bajas comenzaron; Cho y Misao fueron heridos; él en una pierna y ella en un brazo; Aoshi tomó a Misao para protegerla; Ren tomó a Cho y lo llevó encima de la garganta donde estaba con Sayo y Kaoru; luego de subirlo le lanzó el látigo a Aoshi quien subió junto con Misao ayudado por Ren y Shouzo; luego ellos se retiraron un poco, en el lugar donde estaban podían ver todo el panorama dentro de la garganta fuera del peligro de las balas y pudieron ver el origen de los ataques y Ren junto con Shouzo decidieron actuar dejando a Aoshi a cargo.

En la garganta la situación era difícil mientras no salieran de ella; lo que Klaudia no sabía era el ataque que estaban preparando Ren y Shouzo; de pronto el ser que accionaba una de las ametralladoras fue golpeado por Shouzo y luego el guardián de Sayo destruyó el aparato. De pronto cerca de allí un fuerte temblor sacudió el lugar y dejó la otra ametralladora y uno de los cañones completamente inservibles; luego Ren (quien son sus látigos clavados en la tierra produjo el temblor) desapareció, mientras que Shouzo hacía lo propio con el otro cañón; luego ambos regresaron donde estaban y le gritaron a Kenshin y los otros que el camino estaba libre. Cerca de allí.

Klaudia: ¡Maldición!. No pensé que esos seres eran tan poderosos; bueno no importa, ya causamos buenas bajas en ellos; bien, llegó la hora de la verdadera batalla.

Cuando Kenshin y los demás estaban salieron de la garganta llegaron a una especie de muelle donde obviamente tenían pensado atracar los barcos; uno de ellos ya lo había hecho y en él estaba Klaudia.

Klaudia: Bienvenidos, será un placer matarlos. ¡¡Ataquen!!.

Del barco salieron varios sujetos quienes atacaron a los recién llegados; eran 5 los sujetos; todos atacaron a un objetivo, pero Soujiro logró escabullirse y quedó frente a frente con la Samurai.

Soujiro (sonriendo): Bien, esta pelea será interesante; hace mucho que no mato a una mujer.
Klaudia (irónica): Trataré de no defraudarte.

Fuera del barco se desarrollaban 5 peleas; Misanagi, Haita, Saito, Kenshin y Shougo estaban sorprendidos, las habilidades de sus oponentes eran realmente extraordinarias, realmente eran luchas muy difíciles. En el barco ambos oponentes desenfundaron, ninguno le quitaba la vista al otro; de pronto se lanzaron al ataque, Klaudia detenía todos los golpes de Soujiro quien se mostraba tranquilo; la Samurai tenía los mismos inconvenientes que tuvo Kenshin en su momento, debido a que Soujiro no mostraba sus sentimientos, ella no podía predecir los movimientos del joven guerrero, pero, a pesar de este hecho; la pelea era muy pareja pues la velocidad de Klaudia era formidable; fuera del barco.

???a: Acabaré contigo.
Haita: Eso lo veremos.

El enemigo del Ninja usaba dos Kodashi al estilo de Aoshi Shinomori, Haita trato de detener el ataque pero resultó herido no sin antes clavarle su daga en el ojo a su rival.

Haita (quien sangraba más de lo debido): ¡Demonios!. Pero le vencí.

Misanagi se enfrentaba a un oponente que usaba un látigo que al final tenía una bola cubierta por afiladas puyas; la Ninja a duras penas evadía los ataques, pero para su suerte en uno de los ataques de su rival, la bola se clavó en el suelo y ese tiempo lo aprovechó Misanagi para lanzarle su daga al enemigo y clavársela en el cuello.

Misanagi: Listo.

Shougo, Saito y Kenshin dieron pronta cuenta de sus respectivos rivales y fueron al barco donde se batían en gran duelo Soujiro y Klaudia; Ren y los demás también fueron al barco a ver el duelo.

Klaudia: Vaya, veo que vencieron a mis hombres, realmente son buenos; pero no pueden intervenir en esta batalla; antes que nuestros ideales está nuestro honor.

Las palabras de Klaudia eran muy ciertas; ellos eran Samurais y tenían que guardar su honor; el peligro eran Misanagi, Haita y Ren quienes al ser Ninjas no tenían ese reparo en el honor, pero Shougo y Kenshin fueron categóricos al pedirle que no interfirieran. La pelea siguió y mientras se desarrollaba Melders y Takashi acompañados de Sanosuke llegaban en un pequeño bote al lugar del enfrentamiento; de manera sigilosa entraron por una compuerta secreta en la parte posterior de la embarcación y se colocaron en posición para cualquier eventualidad. La pelea entre Klaudia y Soujiro continuaba; ambos guerreros se colocaron frente a frente.

Soujiro: Eres buena.
Klaudia: Tú no lo eres tanto.

Soujiro le respondió con una sonrisa y desapareció.

Kenshin: Es el Shukushi.
Saito: Veremos qué tan efectivo es contra ella.

Soujiro era invisible a los ojos de todos, sólo se veían sus pisadas en todas partes del barco, Klaudia estaba desorientada y de pronto recibió el golpe de parte del joven guerrero; una cortadura en su hombre izquierdo fue la evidencia del ataque recibido; la situación era precaria, Soujiro atacó de nuevo, pero esta vez Klaudia detuvo el golpe. Soujiro saltó hacia atrás y repitió el Shukushi, pero de pronto todos quedaron helados ante las palabras de la mujer.

Klaudia: Hitenmitsurugiryu. ¡¡Sou Ryu Sen!!.

Klaudia detuvo el ataque de Soujiro con su espada y con la funda le dio un fuerte golpe en la cabeza al joven guerrero quien cayo en muy mal estado.

Kenshin: ¡No puede ser!.
Shougo: ¡¿Quién rayos es ella?!.

Todos estaban estupefactos, no podían concebir que hubiera otra persona que manejara ese estilo y mucho menos que fuera una mujer. De pronto Saito habló.

Saito: Entonces esos rumores de la era Tokugawa de que además de Shishio y Kenshin había otro Hitokiri eran ciertos.
Klaudia: Sí, mi nombre es Klaudia; yo fui y soy el otro Hitokiri.
Aoshi: Pero, ¿Cómo es que usas el estilo Hitenmitsurugiryu?.
Klaudia: Cuando era niña mis padres fueron asesinados y fui adoptada por mi maestro; Seijuro Hiko; él me contó una historia parecida de un tal Shinta quien luego fue Kenshin quien se había revelado y marchado.
Kenshin: No puede ser, para dominar el estilo por completo debes derrotar el Ku Su Ryu Zen con el Amakakeru Ryu no Hirameki y si lo hiciste debiste matar a Seijuro.
Klaudia: No, yo aprendí el estilo con una espada sin filo; sólo que al hacerlo e irme la cambié para unirme al Ishinishi como una de sus asesinas; pero esos malditos traidores trataron de matarme una vez terminada la Guerra y eso no se los voy a perdonar nunca. Pero, basta de pláticas, tengo algo que terminar.

La Samurai giró hacia Soujiro, quien ya estaba de pie y en guardia pero en muy malas condiciones, ese golpe en la cabeza lo había dejado muy aturdido. Lo demás fue salvaje, Klaudia lo atacó sin piedad hiriéndolo en todo el cuerpo, hasta que finalmente.

Klaudia: Hitenmitsurugiryu. ¡Kuzu Ryu Sen!.

Soujiro trato de evadir el ataque pero fue alcanzado por él, aunque no de lleno, y eso bastó para que cayera al mar; Shouzo saltó del barco para tratar de ayudarlo y los demás quedaron frente a Klaudia; en ese momento, Melders y Takashi hicieron acto de presencia ante el asombro de los demás (menos Klaudia).

¿Qué pasará ahora?. ¿Podrán derrotar a Klaudia?. ¿Y qué harán Melders y Takashi?. ¿Qué será de Sanosuke?. No se pierda el próximo capítulo.

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