The Black Dragon Society
by Shougo Amakusa & Misanagi
Capítulo 16
"Decisiones"
En el capítulo anterior dejamos a
Sayo a punto de contarle a Misanagi lo que está sucediendo entre
ella y Sanosuke. En tanto que Shougo recibió una carta de la
Sociedad del Dragón Negro, junto a un símbolo que los dejó a
él y a Kenshin estupefactos. En ese instante, Misanagi se
encontraba aún en el patio del Aoia, tratando de calmar como
mejor podía a Sayo.
Misanagi: Vamos, Sayo por favor, deja de llorar,
¿Qué puede haber sucedido entre ustedes que sea tan grave?
Sayo no le respondió nada, solo levantó su cabeza y miró
fijamente a la Ninja. Los ojos de Sayo estaban enrojecidos y sus
labios temblaban al tratar de pronunciar por lo menos una palabra.
Misanagi pudo interpretar lo que le gritaban los ojos de Sayo,
suspiró y volvió a abrazar a esa niña, por que eso era aún
Sayo, una niña protegida y mimada por su hermano, a pesar de
todo los inconvenientes que tuvieron que sufrir en su niñez.
Misanagi: Vamos, ya tranquila, es natural, se
amaban. No tienes porque avergonzarte.
Sayo (ofuscada): No, no es natural. Yo no debí
dejarme llevar. Fui una tentación para él. No debí estar a
solas con Sano. ¡No debí!.
Misanagi: Pero, ¿Por qué se marcho Sagara de
esa forma?. Acaso le recriminaste por lo que pasó, lo culpaste a
él cuando fue una decisión de ambos.
Sayo (ocultando su rostro entre sus manos y llorando de
nuevo): No, no lo culpe, pero le dije que me arrepentía
de que hubiera sucedido.
Misanagi: Y..., ¿Lo estás realmente?.
Sayo (al borde de la desesperación): ¡No lo sé!,
¡No lo sé!. Mi amor por Sano me dice que no, pero mis
convicciones religiosas me culpan y además... ¿Qué diría mi
hermano si lo supiera?. No, no puedo enfrentarlo. ¡No puedo!.
Misanagi (tratando de calmarla): Tu error no fue
entregarte a Sano, eso es hermoso, mas allá de cualquier
convicción o creencia. Tu error fue no hablar a tiempo, con
ambos.
Sayo (mirándola asombrada): ¿Qué dices?. ¿Contarle
a Shougo?.
Misanagi: A pesar de todo es tu hermano y tendrá
que entender, él también se habrá dejado llevar en un momento
así, no tiene porque recriminarte nada.
Sayo: ¿Por qué estás tan segura?
Misanagi (evitando el tener que responder a eso):
Porque sí. Pero lo más importante es que debes hablar con Sano,
contarle todo, lo principal entre una pareja es la comunicación.
Sin eso, nada subsiste, es como un castillo de naipes, se
derrumba al primer soplido.
La mirada de la Ninja es tan profunda al decir estas palabras,
que Sayo cree que ese consejo no solo es para ella, sino que
Misanagi se lo está diciendo a sí misma. Ambas mujeres se
envidian algo entre sí, Misanagi quisiera tener el pasado
intachable de "Santa Magdalia" y Sayo deseaba tener la
entereza y coraje de la Ninja. Misanagi se levanta y se dispone a
entrar al Aoia.
Misanagi: Vamos, Sayo, tratemos de averiguar que
dirección tomó Sano e iremos a buscarlo para que hables con él
de una vez por todas.
Sayo: ¿Irías conmigo?.
Misanagi (sonriendo): ¡Claro!.
Sayo (viéndola agradecida): Pero y ... ¿Quién
puede saber a dónde se marchó?.
Misanagi: ¿Ves que necesitas mi ayuda mi
querida Sayo?. Quien más que Himura puede saber a donde ha ido
Sanosuke Sagara.
Ambas entran al en Aoia y van en busca de Kenshin, cuando lo
encuentran, está en compañía de Shougo, quien aún mantiene en
sus manos el símbolo extraño que recibió con la carta y
recordaba la carta que él mismo había enviado firmada con ese símbolo
hace algún tiempo.
Kenshin: ¿Por qué
usaron ese símbolo?. ¿Serán cristianos?.
Shougo: Es muy probable, pero no estoy seguro.
Kenshin: Pero es innegable que esa gente sabe
todo sobre nosotros.
Shougo: Eso no es muy difícil; ¿Aún crees que
tu secreto de Battousai es secreto?. Eres un ingenuo.
Misanagi: Hola; necesitamos hablar contigo,
Kenshin.
Kenshin: Claro.
Sayo: ¿Sabes a dónde pudo haberse ido Sanosuke?.
Shougo se sorprendió con la pregunta de su hermana y la verdad
no le hizo nada de gracia.
Shougo: ¿Acaso importa?.
Sayo: Sí y mucho.
Kenshin: Hagamos algo, reunámonos todos y
veremos qué vamos a hacer.
Misanagi: Estoy de acuerdo.
Shougo: Es lo mejor.
Sayo: Bien.
Cenaron al ponerse el Sol y se retiraron temprano a sus
habitaciones pues habían decidido partir en dos días a buscar a
Sanosuke, Misanagi al levantarse hizo un gesto de dolor, ya que aún
no se había recuperado del todo.
Kaoru: ¿Te encuentras bien?
Misanagi: No es de importancia, gracias.
Misao: Te daré mi habitación, así podrás
estar más cómoda.
Shougo (con el rostro inexpresivo y tomando a Misanagi
del brazo): Vamos debes descansar, ya has abusado
bastante el día de hoy.
Misao (dirigiéndose a Kenshin): Oye Himura, ¿No
crees que estos dos han estado muy juntos últimamente?.
Kenshin (tratando de disimular): Las
circunstancias lo han propiciado. Mutoh es el único que tiene
conocimientos de medicina aquí. Imagino que quiere ayudar.
Misao (pensando): Vaya, ahora entiendo por que
no se da cuenta de los sentimientos de Kaoru ¡Es tan ingenuo!.
Misanagi: Buenas noches. Gracias Misao.
Todos: Buenas noches.
Kaoru: ¿Quiénes harán la guardia hoy?
Aoshi (con su mirada perdida en algún lugar fuera del
Aoia): Yo lo haré.
Misao (Pensando): Por favor Sr. Aoshi, pídame
que lo acompañe.
Aoshi: Himura, ¿Podrías acompañarme?
Kenshin (mirando a Misao): Por supuesto y creo
que las habilidades nocturnas de Misao nos ayudarán también. ¿No
estás de acuerdo Misao?.
Misao: ¡¡BIEN!!. Ehhhh, quiero decir, sí,
creo que sí.
Yahiko (Quien ante la falta de Sanosuke, era él quien
devoraba toda la comida): ¡Yo también me quedaré!.
Kaoru (golpeando a Yahiko en la cabeza): ¡Basta
Yahiko!. Mañana debemos prepararnos para el viaje, y estos últimos
días no has hecho mas que comer.
Se levantaron, Kaoru y Yahiko fueron a dormir, mientras que Aoshi
se aislaba del grupo al decir que vigilaría la parte trasera del
Aoia. En el patio delantero quedaron Misao y Kenshin. Misao
jugaba con una piedra y Kenshin tratando de averiguar que pasaba
por la mente de Misao pregunta:
Kenshin: Oye Misao, dale tiempo, conoces mejor
que nadie al Sr. Aoshi, sabes que no es fácil.
Misao (tomando la piedra y lanzándola a la fuente):
¡Es acaso tan difícil darse cuenta que crecí, que no soy la niña
que él tiene la obligación de proteger!.
Kenshin: Entiende Misao, a veces no es fácil
expresar nuestros sentimientos.
Misao (golpeando a Himura en el hombro): Si,
miren quien lo dice.
Kenshin (cambiando de tema): Me preocupa esta
Sociedad, a pesar de todos nuestros esfuerzos ha sido imposible
tener mayor información, a parte de la que ellos mismos nos han
dado, que al fin y al cabo es casi nada.
Misao: Tienes razón, Himura, ni siquiera el
grupo Onni ha podido averiguar algo nuevo. Esperemos que el viaje
nos permita conocer sus verdaderas intenciones.
En tanto, en la habitación de Kaoru y Sayo, una figura se mueve
lentamente, tratando de no hacer ruido desliza lentamente el
panel y trata de salir del Aoia. Por el frente ve a Kenshin y a
Misao conversando, mientras que por la parte de atrás, Aoshi
pareciera estar inmóvil, pero prefiere no tentar a la suerte,
por lo que busca salir por una de las puertas laterales. Al fin
lo consigue y sale a la calle, cuando una figura más ágil la
intercepta:
???: Santa Magdalia....¿Qué está tratando de
hacer?.
Sayo (asustada): ¡Shouzo!. Nada, no te metas,
no es tu asunto.
Shouzo (enfático): Sí lo es, cuando el Sr.
Shougo y Usted me salvaron, juré serles fiel y dar mi vida si
era necesario para protegerlos.
Sayo (pasando al lado de Shouzo sin mirarlo):
Pues en este momento te relevo de esa obligación. Lo que tengo
que hacer debo hacerlo sola.
Shouzo (tomándola de un brazo): No puedo, le
debo fidelidad a su hermano también y el no me perdonaría que
la dejase sola. Si está decidida a buscar a Sanosuke, no puede
ir sola.
Sayo (conociendo la testarudez de su amigo y sintiéndose
un poco aliviada al contar con su compañía): Bien
Shouzo, ganas está vez, vendrás conmigo.
En la mañana cuando todos se disponían a tomar el desayuno
cuando Kaoru entró gritando.
Kaoru: Shougo, tu hermana...., Sayo....¡No está!.
Shougo (levantándose): Pero qué dices, acaso
esos malditos se han atrevido de nuevo.
Kaoru: No...., se fue....., mira.
Kaoru le muestra una nota que había dejado Sayo que dice que no
podía esperar dos días para saber si Sanosuke estaba muerto,
ella misma iría en su busca y le pedía a su hermano que la
entendiera.
Shougo (visiblemente molesto): Esa niña, pero,
¿Qué rayos se le habrá metido en la cabeza?.
Yahiko (que entra corriendo también): Shouzo
tampoco está.
Kenshin: Vamos Amakusa, seguro Shouzo está con
Sayo, por lo menos sabes que no está sola.
Shougo (mirando a Kenshin con cierto resentimiento):
¡Es muy fácil para ti, Himura!. No es tu hermana la que sale
corriendo en busca de un don nadie que posiblemente esté muerto,
arriesgando su propia vida.
Kaoru (molesta no solo por el comentario hacia Sano sino
por el tono utilizado por Amakusa contra Kenshin):
Sanosuke no es ningún don nadie, debe valer algo para que "Santa
Magdalia" se haya enamorado de él, además no tienes porque
hablarle así a Kenshin.
Aoshi (que estaba sentado en posición de relajación
dice con voz muy suave): El discutir entre nosotros no
hará que ella regrese, lo que debemos hacer es que un grupo
parta hoy mismo, los demás lo haremos mañana, después de
hablar con Saito, Soujiro y Cho.
Shougo (aún molesto): Bien, yo parto de
inmediato y no es necesario que me acompañen.
Cuando dijo esto, miró hacia la puerta donde se encontraba
Misanagi, quien había preferido mantenerse al margen de la
discusión; al pasar por su lado:
Shougo: ¿Qué malditas ideas le habrás metido
en la cabeza a mi hermana?.
Haita (que estaba junto a Misanagi enfrenta al Samurai):
Usted no puede hablarle así a la Jefa.
Shougo (riendo irónicamente): ¿Quieres
enfrentarte a mí?.
Misanagi: ¡Basta!. Es suficiente, estoy de
acuerdo con Aoshi, no ganamos nada con pelear entre nosotros.
Shougo (saliendo del Aoia): Claro, le metes
ideas idiotas a mi hermana en la cabeza y luego me dices que no
me moleste; lamento ser tan desconsiderado. Bah. No perderé mas
el tiempo con todos ustedes, me marcho.
Mientras tanto, Sanosuke seguía rumbo a Tokio cuando fue
interceptado por miembros de la Sociedad del Dragón Negro.
???a: Prepárate a morir.
Sano: Ya lo veremos.
???b: Imbécil.
???c: te arrepentirás de haberte metido en
nuestro camino.
La pelea comenzó, Sano estaba en serias dificultades pues sus
rivales eran muy buenos con la espada, en medio de la lucha los
sujetos le arrancaron la camisa y mientras uno lo distraía, otro
la tomaba; pronto las fuerzas de Sanosuke empezaron a ceder y sus
enemigos lo aprovecharon para dejarlo inconsciente.
???a: Bien, regresemos con el maestro; tú dale
el mensaje a los demás y llévate su camisa para que tus
palabras surtan efecto.
???c: Bien.
Lejos del lugar, Sayo y Shouzo seguían su camino para encontrar
a Sanosuke.
Shouzo: Santa Magdalia; ¿Por qué busca a ese
sujeto con tanta vehemencia?.
Sayo (bajando la cara): Shouzo, a partir de hoy
no quiero que me llames "Santa Magdalia"; soy un simple
ser humano y ya la vida me doy una gran lección por volverme una
fanática religiosa; "Santa Magdalia" dejó de existir
para siempre.
Shouzo: Pero, San......Sayo.
Sayo: Sin peros, Shouzo.
Shouzo: Bien; como usted diga.
Sayo: Démonos prisa, el viaje es largo.
Shouzo (pensando): Nunca imaginé ver a Santa
Magdalia actuar de ese modo, ir sola a un viaje tan largo y
peligroso; decirme lo que me ha dicho, creo que entre ella y
Sanosuke se ha creado un lazo muy fuerte, el problema es que
ambos no lo quieren ver.
Ambos siguieron su camino el resto del día; acamparon y al día
siguiente reanudaron el viaje; ya en la tarde uno de los sujetos
que atacó a Sanosuke los interceptó.
???c (pensando):
Vaya, esto me va a acortar el viaje y a facilitar las cosas.
Shouzo (colocándose en guardia): ¿Quién eres?.
???c: No importa, les traigo un mensaje del
maestro: "Los que se meten con la Sociedad pagan el precio".
Su amigo interfirió en nuestros planes y lo ha pagado, si no
quieren correr la misma suerte lárguense y olviden sus planes.
Diciendo ese, el sujeto le lanzó a Sayo la camisa de Sanosuke,
la cual previamente había manchado con sangre de un animal que
había cazado para comer.
???c: Supongo que buscaban al dueño de eso,
bien, les ahorraré el viaje, él está muerto, adiós.
Y el sujeto desapareció ante la mirada atónita de ambos. Sayo
tomó la camisa realmente afectada, se arrodilló en el suelo sin
decir una palabra; Shouzo la tomó en sus brazos y decidió
regresar al Aoia a avisarle a los demás.
¿Qué pasará con Sanosuke?. ¿La Sociedad del Dragon Negro logrará destruir a nuestros amigos?. No se pierdan la continuación en el próximo capítulo.
Regresar
a Fan Fics de Rurouni Kenshin
Regresar a lista de Series