The Black Dragon Society
by Shougo Amakusa & Misanagi
Capítulo 17
"El Hiten Mitsurugi Ryu por una Mujer"
En el capítulo anterior, Shougo abandonó el Aoia tras su hermana que había ido en busca de Sanosuke, quien fue atrapado por miembros de la sociedad e hicieron creer a Shouzo y Sayo que estaba muerto al dejarle el chaleco de Sano lleno de sangre. Shouzo decidió que era mejor regresar al Aoia ya que el viaje ahora carecía de sentido ante la aparente muerte de Sagara. Sayo se encontraba muy perturbada, por tanto no manifestó ninguna oposición. En su camino de regreso al Aoia se encontraron con Shougo. Shouzo le dio detalles al Samurai de lo sucedido, quien decidió callar y no hacerle ningún reproche a su hermana. Shougo y Shouzo creyeron que era mejor acampar y pasas ahí la noche, mientras esperaban que el resto los alcanzarán. Al día siguiente llegaron los demás y Shouzo también los puso al tanto de todo.
Kenshin: ¡No
puede ser!.
Kaoru: Esos sujetos lo mataron.
Yahiko: No puedo creerlo.
Saito: Era un idiota, pero me caía bien.
Aoshi: ¿Vieron el cuerpo?.
Shouzo: No, sólo su camisa llena de sangre.
Aoshi: Bueno, eso da esperanzas, hasta no ver el
cuerpo, es mejor no sacar conclusiones que pueden estar erradas.
Kenshin: Opino lo mismo.
Shougo: Por su bien, será mejor que esté
muerto.
Esas palabras despertaron la ira de Sayo, quien salió de su
estado y miró a su hermano con verdadera furia.
Sayo: ¡¡¡Shougo Mutoh!!!. ¡¡Sanosuke Sagara
es el hombre que yo amo y si lo quieres matar me tendrás que
matar a mí primero; no permitiré que le hagas daño si está
vivo y tampoco que te burles de él si está muerto; ¿Te quedó
claro?!!.
Todos se quedaron en silencio ante la reacción de Sayo, nunca la
habían visto así; ella siempre mostraba serenidad y bondad,
pero esta vez mostraba ira y resentimiento; Shougo la vio
detenidamente antes de responder.
Shougo: Haz lo que quieras, la verdad no me
interesa, pero cuando necesites ayuda, será mejor que busques a
Sagara; pues esta ofensa no te la perdonaré nunca.
Sayo (bajando la cara): Hermano, lo siento.
Shougo no le respondió; todos estaban indecisos sobre qué hacer;
Saito tomó las riendas de la situación y habló.
Saito: Bien, dentro de 4 días llegarán los
famosos buques cerca de Kioto; pensábamos dividirnos pues el
lugar está más adelante en el viaje, pero creo que ahora
podremos ir todos.
Los demás aceptaron la propuesta de Saito y siguieron el viaje.
Al anochecer se dispusieron a acampar, mientras lo hacían, Sayo
trató infructuosamente de sacarle por lo menos una palabra a
Shougo, pero el Samurai no le habló. Cuando estuvo todo listo,
él se retiró del lugar, Sayo le pidió que se quedara pero él
no hizo caso; cuando todos se durmieron. Misanagi fue a verlo..
Shougo: Vaya, no tienes que estar aquí.
Misanagi: Sólo quería saber cómo estabas.
Shougo: Estoy bien, regresa con todos, no vaya a
ser que te vean si alguien se despierta.
Misanagi entendió la indirecta y se molestó un poco.
Misanagi: ¿Qué querías?. ¿Qué viniera
delante de todos?.
Shougo: Pues sí, pero veo que es mucho pedir;
bien, no hay problema.
Shougo se fue del lugar, Misanagi se sintió algo culpable, después
de todo ella era la que quería ocultar su relación, mientras
que él quería que todos supieran que se amaban; decidió
regresar a dormir con los demás antes de que despertaran. Shougo
se quedó meditando todo lo sucedido; recordaba las palabras de
Sayo, la actitud de Misanagi; se sintió realmente mal, decidió
que era muy mal negocio mostrar sus sentimientos, al final de
cuentas él sólo quería lo mejor para Sayo y quería estar con
Misanagi, pero decidió darle a ambas lo que querían; al día
siguiente el viaje se reanudó.
Soujiro: Vaya, espero que esta vez tengamos
mejor suerte contra esos sujetos.
Yahiko: Deben ser muy fuertes.
Misao: Sí que lo son.
Misanagi se fue al lado de Shougo y trató de hablarle pero el
Samurai la detuvo.
Shougo: Ahora no, los demás podrían notar algo
raro.
Misanagi se sorprendió por esas palabras y se sintió algo
aliviada de que Shougo entendiera las cosas. Luego le tocó el
turno a Sayo; ella trató de hablarle.
Sayo: Hermano, de verdad siento lo de ayer.
Shougo: No te preocupes, hermana; si lo amas, no
me opondré.
Sayo (abrazándolo): Gracias.
Todos siguieron el viaje de forma alegre, todos menos el mismo
Shougo; le era duro ver que para tener el cariño de las personas
que él más quería lo quisieran debía mandar al demonio su
forma de ser y ser sólo un ser complaciente. Mientras tanto en
la base de la Sociedad.
???a: Una mujer llamada Klaudia quiere verlo.
???: Vaya, hasta que al fin llegó, hazla pasar.
Una mujer entró a lo más profundo de la cueva donde estaba el
maestro de la Sociedad; casi ni había luz, pero los tenues rayos
que se colaban entre las grietas del lugar dejaban ver a una
chica joven de cabello muy largo y oscuro; lo llevaba recogido en
una cola alta, para ser más explícitos como el de Kenshin
cuando era Hitokiri; su piel era muy blanca y contrastaba con sus
negros ojos, tenía la mirada fría, las formas de su cuerpo eran
muy deseables, usaba una ropa parecida a la de Kenshin, sólo que
su "pantalón" era más oscuro y su "camisa"
era negra, usaba dos espadas en su cintura y sandalias como las
de Himura; pronto llegó donde el maestro.
Klaudia: Tanto tiempo.
???: Lo mismo digo; tanto tiempo.
Klaudia: Veo que ya tus planes van muy avanzados.
???: Sí. Pero mis enemigos son muy fuertes.
Klaudia: Bueno, acá me tienes; este gobierno
debe ser exterminado y yo ayudaré en ese propósito.
???: Me alegra que digas eso; como ya sabrás
mis buques vendrán en 4 días y esos sujetos tratarán de
arruinarlo todo; bueno, espero que te conozcan y les des muy
malos recuerdos de ti.
Klaudia (sonriendo): Los peores; será
interesante, dos de ellos usan mi estilo de pelea.
???: Se van a llevar una gran sorpresa cuando
sepan que tú usas el estilo Hitenmitsurugiryu.
Klaudia: Bien, me retiro; sabes que no me
agradan estos lugares.
???: ¿Les temes?.
Klaudia: ¡No!. Por si lo olvidas soy Hitokiri
Klau. Una de las asesinas más grandes y temidas de este país.
No le tengo miedo a este lugar ni a ninguno, simplemente que no
me agrada.
???: Aún es fácil hacerte enfadar; ese es tu
punto débil.
Klaudia: Tonterías, pero veré lo que puedo
hacer.
Entre ellos dos había algo especial; sólo que ambos lo negaban,
pero se tenían mucha confianza el uno al otro.
???: Klaudia.
Klaudia: Dime.
???: Cuídate.
Klaudia (sonriendo): Aún me sobre proteges,
Takashi.
Takashi: Lo sé, no dejaré de hacerlo; adiós.
La Samurai salió de la cueva y fue rumbo al sitio de llegada de
los buques; como siempre fue sola, pues no le agradaba la compañía;
pronto llegó a una aldea y fue interceptada por varios policías.
Policía 1: ¡Alto!. Está prohibido portar
espadas, va contra la ley.
Klaudia: Ven y quítamela.
El policía llamó a dos más y
sacaron sus espadas.
Policía 2: No queremos matar a una mujer pero
lo haremos si es necesario.
Klaudia: No sean tan optimistas.
Uno de os uniformados la atacó, pero la Samurai blandeó su
espada contra él y los pedazos del policía cayeron al suelo en
un mar de sangre; el segundo policía arremetió contra ella;
pero Klaudia le clavó la espada en el pecho, luego cortó el
cuerpo del sujeto como mantequilla hasta que sacó la espada por
la cabeza; el tercer policía trató de huir pero la Samurai
apareció frente a él y lo cortó en dos de forma horizontal.
Klaudia (enfundando): Creídos.
La gente del lugar se sintió atemorizada y comenzaron a huir.
Klaudia: Eso es; huyan; sientan terror al verme,
eso es lo que quiero, pronto este país sabrá lo que es el
verdadero horror.
La Samurai entró donde quiso, comió hasta hartarse y bebió
mucho Sake.
Klaudia: Vaya, nada como un buen Sake, ya extrañaba
esto, bien hora de seguir mi camino.
Mientras tanto los demás seguían su viaje, según Cho y Saito
quedaba un día de viaje y dos de espera; esa noche acamparon;
Misanagi se acerco a Shougo sin que los demás lo notaran.
Misanagi: Te espero en el lago que pasamos cerca
de acá.
Shougo no respondió; cuando todos se durmieron, la Ninja fue al
punto de encuentro, pero el Samurai faltó a la cita, Misanagi no
se explicaba la razón, nunca antes lo había hecho.
Misanagi: Algo raro le pasa a Shougo.
Al día siguiente, Misanagi trató de hablar a solas con Shougo
de todas las formas posibles, pero la respuesta era la misma:
"Los demás lo notarán"; de verdad ya se estaba
hartando; en una de esas haló a Shougo y se separaron un poco
del resto.
Misanagi: Bien, ya entendí tu juego, me haces
lo mismo que yo a ti; pero trata de entenderme, si todo se sabe
se crearían muchos problemas y lo sabes.
Shougo: Sí, claro, regresemos con los demás.
Shougo volvió con el grupo dejando a Misanagi con muchas dudas.
Esa noche Misanagi nuevamente lo cito a solas, pero Shougo no fue;
la Ninja regresaba molesta pero se encontró a Shougo.
Misanagi: Vaya, pensé que no vendrías.
Shougo: La verdad venía a buscarte.
El Samurai la tomó de un brazo y regresó con ella donde los demás.
Shougo: Créeme, nadie se va a enterar de lo
nuestro.
Misanagi: ¿Qué me quieres decir?.
Shougo no respondió y se acostó; la Ninja también lo hizo pero
muy preocupada. La mañana llegó y con ella la reanudación del
viaje, pronto llegaron al sitio indicado y se limitaron a acampar
en un lugar que consideraron seguro y esperar; cerca de ellos ya
Klaudia había llegado y se reunió con varios miembros de la
Sociedad, luego del maestro ella era la líder de todo y estaba
al mando de esa misión, pues Takashi tenía otros planes en
Kioto y Tokio.
???a: ¿Qué haremos?.
Klaudia: Por ahora nada; cuando los buques
lleguen, ellos aparecerán y entonces será la hora de su fin.
Mientras tanto, Sayo seguía aturdida por lo de Sanosuke, esta un
poco alejada del grupo y en ese momento llegó Misanagi.
Sayo: Hola.
Misanagi: Veo que aún piensas en Sanosuke.
Sayo: La vida me ha castigado por mis errores.
Misanagi: No te entiendo.
Sayo: Él se fue por mi silencio, si le hubiera
dicho la verdad, él estaría a mi lado; pero no lo hice.
Sayo empezó a llorar.
Misanagi: Cálmate,
no podías ver el futuro; además aún no vemos el cuerpo de
Sanosuke, así que todavía hay esperanza.
Las palabras de Misanagi le dieron algo de calma a Sayo; pero no
aliviaban su dolor y su culpa; mientras tanto en la cueva.
Takashi: Bien, todo va de acuerdo al plan.
???1: Sí maestro.
Takashi: Bien, ya saben, hagan lo que les dije
con Sagara, pronto nos va a ser de gran utilidad; regresa a las
sombras.
???1: Poe la Sociedad del Dragón Negro.
¿Qué pasará ahora?. ¿Quién ganará esta batalla?. ¿Qué impresión causará Klaudia?. ¿Qué le pasa a Shougo?. No se pierda el próximo capítulo.
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