The Black Dragon Society

by Shougo Amakusa & Misanagi

Capítulo 21

"Sobrevivientes"

En el capítulo anterior Takashi y Melders les tendieron una trampa a Kenshin y a los otros. El barco en el cual se encontraban estalló en mil pedazos mientras los miembros de la Sociedad escapaban del lugar.

Takashi (observando los restos del buque): Bien, lo que lograron fue solo el retrasar nuestros planes, pero hemos logrado una victoria importante.
Melders (recordando a Snyder y el incendió que lo desfiguró): He cobrado mi venganza, al fin me deshice de esos monos ojirasgados.
Klaudia (dirigiéndose a Takashi): ¿Cuál será nuestro próximo movimiento?.
Takashi (tomando a Klaudia de los hombros): Todo a su tiempo mi estimada Klaudia, todo a su tiempo.

Entre tanto, dos cuerpos permanecían inertes sobre la playa. Aoshi había visto la explosión desde donde se encontraba junto con Misao y Cho, y bajó corriendo para ver en que podía ayudar. Los cuerpos eran los de Shouzo y Soujiro.

Aoshi (colocando sus manos sobre el pecho de Shouzo y presionando hacía arriba): ¡Shouzo!. Vamos ¡Shouzo!.
Shouzo (expulsando el agua que había tragado): Arghh.., el barco.., mi señor Shougo.., y.., y.. Santa Magdalia.
Aoshi (incorporándose y revisando si Soujiro se encontraba bien): Está muy mal herido, pero respira. Vamos Shouzo, llevémoslo con Misao y Cho.
Shouzo (levantándose y dispuesto a lanzarse al mar nuevamente): ¡Hazlo tú!. Yo debo buscar a mis señores Amakusa.
Aoshi (tratando de detenerlo): Espera, mira.

En ese instante Saito salía del agua, se veía bastante agotado y traía con él a la hermana de Amakusa, quien había perdido el conocimiento al caer al agua después de la explosión. Shouzo y Aoshi fueron al encuentro con Saito. Shouzo tomó en brazos a Sayo y la colocó sobre la arena, mientras que Aoshi ayudaba a Saito a levantarse, a quien sus fuerzas le habían abandonado al llegar a la orilla.

Aoshi: ¿Y los demás?
Saito (respirando a grandes bocanadas): No lo sé, lo último que recuerdo fue ver como el Ninja "Cabeza de Serpiente" trataba de ayudar a su compañero. ¡Maldición!.
Aoshi (observando a Saito que se llevaba la mano a su frente): ¿Qué?.
Saito: ¡Kaoru!, la había asido de la mano al caer del buque, pero no pude sostenerla mucho tiempo y la perdí. Pobre niña.
Aoshi (sentándose sobre la arena y pensando en Himura): ¡Vaya, que desafortunado!.

En tanto, Shouzo trataba de que Sayo volviese en sí, se había quitado la camisa para limpiarle el rostro.

Shouzo: Mi señora.., ¿Se encuentra bien?.
Sayo (abriendo los ojos poco a poco): Sho..., Shouzo. Mi hermano.., ¿Dónde está Shougo? ¡Oh por Dios! ¿Y Sanosuke?. Estaba vivo Shouzo, pero.., pero.., no nos reconocía.., quería matarnos.

En ese momento, Yahiko apareció sobre un pequeño risco cercano.

Yahiko (gritando): ¡Ayúdenme! Rápido ¡Ayúdenme!.
Aoshi (yendo a su encuentro): ¿Qué te sucede Yahiko?
Yahiko (tomándolo de un brazo): Pronto, debes venir a ayudar. Es Kenshin y Sano, están del otro lado, pero Sano parece estar loco, no deja de atacar a Kenshin.

Aoshi miró a Saito y éste con un gesto afirmativo le indicó que estarían bien, que fuera con el niño a ver que se podía hacer. Yahiko y él treparon por el risco y al llegar a la cima, vieron como Sagara atacaba frenéticamente a Himura, quien a pesar de encontrarse visiblemente agotado, podía evadir cada uno de sus golpes. Al acercarse, Aoshi se percató de que Himura trataba en vano de convencer a su amigo de detener el ataque, ya que Sagara no contestaba a ninguna de sus preguntas, su mirada estaba pérdida y era fría. Aoshi miró a Himura, empuño su sable, se colocó lo más rápido posible detrás de Sanosuke y con un golpe certero del mango de su sable sobre el cuello del muchacho, logro que éste cayera al suelo inconsciente.

Aoshi: Lo siento Himura, sé que no fue correcto atacar por la espalda, pero era la única forma de contenerlo.
Kenshin (ayudando a Aoshi a levantar por los hombros a Sano): Lo sé, gracias de todas formas, creo que no había otra salida. Sanosuke parece estar bajo los efectos de un hechizo, o algo así. A propósito, ¿Dónde están los demás? ¿Lograron sobrevivir a la explosión?.
Aoshi (bajando la mirada): Detrás del risco están Shouzo, Soujiro, Saito y Sayo. Aún no sabemos nada de Amakusa y los tres Sanada.
Kenshin: Y .., ¿Kaoru?.
Aoshi (haciendo un movimiento negativo con su cabeza, sin atreverse a mirar al Samurai): No.., nada.

Kenshin sintió como si le hubiesen clavado una daga en el corazón. De nuevo volvía a experimentar el sentimiento de perder a un ser amado.., si un ser muy querido, pero esta vez lo agobiaba el desasosiego de no haberle demostrado nunca sus verdaderos sentimientos, sólo el profundo agradecimiento por haberle proporcionado un poco de paz a su alma atormentada.

Escalaron el risco, no sin poca dificultad al cargar el cuerpo aún inconsciente de Sanosuke. No habían terminado de descender, cuando los gritos de Yahiko, quien aún permanecía en la cima del peñasco, los hicieron volverse a mirarlo.

Yahiko (señalando algún lugar en el mar): ¡Ahí, miren ahí!.
Kenshin (dejando a Sano con Aoshi y volviendo al lugar donde se encontraba el niño): ¿Qué Yahiko?. ¿Qué viste?. ¿Es acaso Kaoru?. ¿Viste a Kaoru?
Yahiko (señalando de nuevo): No lo sé, pero mira Kenshin, mira allá, son restos del barco, ¿Los ves? Parece que hay dos personas aferradas uno de los pedazos ¿Puedes verlos Kenshin?.
Kenshin: Tienes razón Yahiko. ¡Vamos, tratemos de ayudarlos!

Himura descendió rápidamente, su corazón abrigaba la pequeña esperanza de que uno de ellos fuese Kaoru, ¡Oh pobre corazón que siempre vive de ilusiones!. Llegó donde Saito y dándole una palmada en la espalda, se dispusieron a entrar al agua, nadaron hasta llegar a los restos del buque. Kenshin a pesar de alegrarse de encontrar a dos de sus amigos aún con vida, se decepcionó al ver que eran Shougo y Misanagi. Con la ayuda de Saito llegaron a la orilla y colocaron los cuerpos de ambos sobre la arena. Misanagi, a diferencia de Amakusa, estaba consciente.

Saito (arrodillado al lado de la Ninja): ¿Te encuentras bien?.
Misanagi (incorporándose ayudada por Saito): Sí, pero Shougo.., ¿Cómo está él?. ¿Kenshin?.
Kenshin (colocando su oído sobre el pecho del Samurai y observando el movimiento de su pecho): Tranquila Misanagi, Shougo aún respira. Está mal herido, pero es muy fuerte, sobrevivirá.
Misanagi (más aliviada y tomando la mano de Amakusa): Gracias Battousai. Cuando el barco explotó, caímos por la borda, llegue a ver como se hundía. A duras penas logre sumergirme y asirme a él de la mano. Cuando llegamos a la superficie pude alcanzar un madero, pero no recuerdo más, imagino que perdí el conocimiento por el esfuerzo, la verdad es que el mar no es mi medio.
Kenshin (colocando su mano sobre el hombro de la Ninja): Pero lo hiciste muy bien, salvaste a la persona que amas.., mientras que yo.., de nuevo..

Shouzo y Sayo habían ido a ver como estaba su Shougo. Todos estaban alrededor de él y Misanagi. Sayo volvió la mirada y sintió alivio al ver que Aoshi traía a Sanosuke y que se encontraba aún con vida. De pronto cuando miró al mar, vio que Haita y Ren salían del agua y traían consigo a ¡Kaoru!.

Sayo: Miren, es Kaoru. ¡¡¡Está viva!!!.

Kenshin sintió como si su corazón quisiera salirse de su pecho, giró su cabeza y cuando vio el desfallecido cuerpo de Kaoru ayudado por los dos Sanada, corrió hacia ella, la tomó entre sus brazos y la abrazó fuertemente.

Kenshin (hundiendo su rostro en los hombros de Kaoru): ¡Estás bien! ¡Estás bien!. Kaoru, si te hubiese perdido nunca me lo perdonaría; yo, yo .....
Kaoru (aún débil pero sorprendida por las palabras del Samurai): Kenshin..., yo.
Kenshin (levantando la mirada y poniendo su mano en la mejilla de Kaoru): No, no digas nada. Soy yo el que he debido hablar contigo hace mucho, pero es que.., primero tenía que convencerme a mi mismo y el pensar que te había perdido.., Oh, mi pequeña Kaoru.

Volvió a abrazarla, pero sin la desesperación de la primera vez, sino de una forma tierna. Una lágrima recorrió la mejilla de Kaoru, había esperado mucho tiempo por este momento, lo había soñado tantas veces, que imaginó que nunca se haría realidad y que siempre sería solo eso, un sueño. Kenshin escucho el leve sollozo de Kaoru, volvió a verla y la besó, de la forma más tierna y a la vez apasionada que la chica nunca pudo imaginar o soñar jamás.

Los dos Sanada se habían retirado, realmente les parecía cursi la escena. Los demás estaban asombrados. Conocían el interés de Kaoru por Kenshin y siempre habían sospechado que el Samurai le correspondía a su manera, pero nunca pensaron que sería capaz de mostrar sus sentimientos tan abiertamente. Sayo, viéndolos, pensaba en Sano, en cuanto lo amaba y en como haría para recuperarlo. En tanto, Shougo que había recuperado el sentido:

Shougo (incorporándose lentamente): Vaya, vaya, lo que una explosión puede llegar a hacer.
Misanagi (que se encontraba a su lado, pero que como los otros, estaba absorta viendo a Kenshin y a Kaoru juntos): ¡Shougo! ¿Cómo te sientes?.
Shougo: Bien.
Misanagi (besando la frente de Shougo sin percatarse de que era observada): Debemos curar tus heridas. Oh, Shougo, temí tanto perderte.
Shougo (separándose de ella, le dijo en un tono de voz frío y distante): Creo que has hecho las cosas un poco tarde; hubiese preferido morir a que arriesgaras mi honor por un capricho tuyo; aún eres una niña, Misanagi; y la verdad; no soy, ni seré, el capricho de una mujer inmadura.

Al terminar de decir esas palabras, Shougo se levantó, no sin poca dificultad debido al agotamiento físico; y trató de marcharse del lugar sin mirar atrás, pues sabía que una palabra de ella lo haría retroceder. Misanagi estaba realmente molesta con la actitud que había adoptado Amakusa, pero decidió enfrentarlo y aclarar la situación de una vez y para siempre. Para Ren y Haita, la escena que estaban viendo fue la gota que derramó el vaso. Se acercaban a ellos, cuando de pronto, alguien recuperó la consciencia.

???: ¡¡¡¡Los mataré a todos!!!!
Sayo: ¡¡¡Sanosuke!!! Nooo.
Sano: Vamos. ¿Quién será el primero?.

Ya nada podía estar peor, todos estaban malheridos y Sanosuke estaba poseído; lo más trágico es que nadie hallaba una forma de ayudarlo.

Kenshin (soltando a Kaoru con una sonrisa): Debo ayudar a Sanosuke.
Kaoru (aún sin salir de su asombro): Kenshin, descuida, ve a ayudar.

Mientras tanto en el bote; Takashi, Melders y Klaudia se dirigían a los 3 buques que aún no habían atracado.

Takashi: El Japón será testigo, pronto se iniciará una nueva era.
Melders: Sí.
Klaudia (viendo hacia el horizonte): La Era del Caos.

Takashi miró a la Samurai; recordó el momento en que la conoció, desde ese día su vida cambió, Klaudia lo era todo para él, aunque ella no lo sabía, él la amaba; del otro lado, Klaudia estaba tranquila, al lado de Takashi se sentía segura, él era la única persona en quien podía confiar. Ella ya no creía en el amor, pero el interés y los cuidados que Takashi le profesaba le hacían dudar de sus convicciones. Se acercó a él y se recostó en su regazo sin importarle que Melders la observara, ella sabía que ese gesto, si se quiere tierno hacía el Maestro, no haría mella en la imagen de asesina que Melders se había formado de ella, una imagen a la cual el alemán le temía y mucho. Por otra parte, Melders se sentía satisfecho, su alianza con Takashi empezaba a dar frutos y abrigaba la esperanza de que su sueño de conquista mundial renaciera. Mientras tanto, en la playa.

Sayo (sin dejar de llorar): Sanosuke detente, por favor.
Sanosuke (haciendo caso omiso): Vamos, vengan de una vez.
Sayo (pensando): ¿Hasta cuándo tendré que pagar mi error de guardar silencio?. Sanosuke, te juro que si salimos de todo esto, estaré contigo para siempre, ya aprendí mi lección, no te ocultaré nada más. Si esto no fue un aviso divino, no sé qué lo sea.
Kenshin (parándose frente a Sanosuke): Muy bien amigo mío, si lo que quieres es pelear, pues entonces yo seré tu oponente.
Sanosuke (sin reparar quien era la persona que lo retaba y atacando primero): Bien, entonces ¡¡¡No perdamos más tiempo en conversaciones inútiles!!!
Sayo (cerrando los ojos y en voz baja): Por favor, Dios, que Kenshin no lo mate, que no mate al ser que amo.

¿Podrán nuestros amigos detener a Sanosuke y sacarlo del estado en que se encuentra? ¿Qué pensarán hacer Ren y Haita con su Líder? ¿Qué estará tramando ahora Takashi? Descúbranlo en el próximo capítulo.

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