The Black Dragon Society
by Shougo Amakusa & Misanagi
Capítulo 31
"Sentimientos Encontrados. Takashi Mueve sus Piezas; el Inicio de una Batalla y el Final de una Era (Parte II)"
Kenshin y Kaoru habían salido del sitio de la reunión y recorrían la casa de Shougo; Kaoru aún no terminaba de creer que al fin era la esposa de ese ser que le robó el corazón; esa persona de la cual se enamoró casi de inmediato, ese ser tan complejo, esa persona que la ayudó en los momentos más difíciles; ella recordaba el día en que lo conoció, la pelea con el Falso Battousai, la despedida cuando él se fue a Kyoto; la pelea contra Shougo, en fin, eran tantas cosas; ella sabía parte de su pasado, sabía lo que había sido durante la Guerra y sabía que dentro de ese hombre lleno de bondad vivía un ser despiadado, cruel y asesino; sabía que la sombra de Hitokiri Battousai los acompañaría siempre. Algunas veces quería preguntarle todo acerca de él; otras veces prefería no hacerlo por miedo a lo que fuese a escuchar. Ella lo miró y él le respondió la mirada; Kaoru sólo se reclinó de él y cerró sus ojos............Kenshin se sentía feliz de tenerla a su lado, él la amaba, pero siempre sentía el temor de el rechazo y peor aún, el temor de dañarla; aunque quisiera, el recuerdo de Tomoe no lo abandonaría nunca, él juró proteger su felicidad y sólo la mató; maldito sea ese fatídico día en que la vida le cobró sus asesinatos de la misma forma cruel con que él los cometía.....Tomoe, la primera mujer que lo amó y a quien amó, ella era tan dulce, pero a la vez tan fuerte, ese día parte de su vida se fue con ella; luego de la Guerra, decidió ser un vagabundo y enterrar a Battousai en lo más hondo de su alma para que sólo fuese un mal recuerdo, pasaron diez años y pensaba que ya lo había logrado, pero la vida le enseñó lo errado que estaba, el día que conoció a Kaoru cambió su vida para siempre, la vida le daba una nueva oportunidad, pero muchas cosas ya no eran lo mismo; Kaoru era muy distinta a Tomoe, pero ella también supo darle Paz a su corazón, supo darle cariño y supo enamorarlo; él sabía que Battousai no se iría nunca, ese amargo fantasma del pasado siempre estaría presente para recordarle lo que una vez fue y lo que ya no quiere ser.
Era una gran lucha la que se libraba dentro de él; en un lado estaba Kenshin Himura, el ser noble, amable, cariñoso, bondadoso y caritativo, "No matar" era su lema y para ello dejó su Ninhotou por una Sokabatou; pero del otro lado estaba Hitokiri Battousai, el asesino frío y sin corazón, que no conoce la piedad ni la misericordia, pero que, al igual que Kenshin, fue capaz de amar; Tomoe logró penetrar en Battousai y ver al verdadero Kenshin y más aún, logró liberarlo, poco a poco Battousai fue desapareciendo y Kenshin fue floreciendo, y, a pesar de su muerte, Tomoe sembró la semilla que cambió para siempre la vida de Himura; pero Tomoe era un secreto que guardaba celosamente dentro de su alma, un secreto que no quería compartir, hacerlo sería muy doloroso para él, y peor aún, podría alejar de su lado a su amada Kaoru y eso sería el final de todo; Kenshin la abrazó con mucha fuerza y Kaoru pudo ver que él sentía temor, pero decidió no preguntarle nada, ella esperaba que él le dijera todo en su debido momento; la verdad, no deseaba forzar las cosas.
Kenshin (abstraído): No te perderé, Kaoru.......Nunca dejaré que eso suceda.........
Kaoru (preocupada): Lo sé, Kenshin.
Kaoru sintió que el temor de él poco a poco aumentaba, y sólo atinó a aferrarse más a él, no quería perderlo por nada del mundo, pero sentía que todavía existían muchos secretos entre ellos y eso la angustiaba aunque lo negase. Kenshin fue al cuarto que Shougo le había ofrecido y se quedó con Kaoru; además de todos sus problemas, ahora se sumaba la Sociedad, --¿Qué harán ahora?-- era lo que se preguntaba; con los demás oponentes que había luchado, él siempre sabía el siguiente movimiento y siempre estaba un paso adelante, pero ahora la situación se invertía y él se encontraba un paso atrás de ellos; Kaoru lo miró a los ojos y él la acercó con suavidad para luego besarla con dulzura, ella correspondió al beso y ambos se fundieron en un gran abrazo; poco a poco la pasión los empezó a embargar y ya no pudieron evitar sucumbir ante el deseo que sentían el uno por el otro..................
Mientras nuestros amigos tenían un tenso receso, en el cuartel de la Sociedad; Takashi terminaba de dar su discurso a sus seguidores y de hablarles sobre los planes; luego de eso, cada quien se fue a cumplir lo que le correspondía y los tres líderes estaban finiquitando detalles en la Sala de Juntas.
Takashi: Como verán, nosotros estamos en el punto rojo y nuestros 5 buques están armados y listos para partir en el punto verde; primero tomaremos la ciudad de Tokio, nuestros buques irán hasta allá y atacarán el flanco este de la ciudad con artillería y tropas, mientras que el ataque terrestre ya salió de acá y llegará por el suroeste; eso, sumado a los hombres que ya tenemos infiltrados en la ciudad, nos debe dar la victoria. Melders, cuento contigo para que liderises el ataque a Tokio; cuando tomes la ciudad, envíanos apoyo a Kyoto, nuestro ataque saldrá cuando recibamos noticias acerca de tu triunfo y la confirmación del apoyo.
Melders: Descuida, puedes contar conmigo.
Takashi: Lo sé. Si todo sale bien, habremos tomado el control de la parte central del país y si a eso le sumamos el apoyo que tenemos de los pueblos del norte, será fácil apoderarnos del resto.
Melders: Bien, ahora mismo parto para Tokio para coordinar el ataque, pronto recibirán noticias de mi éxito.....¡Por la Sociedad!.
Melders salió de la sala y se dirigió hacia uno de los buques, para liderizar todo desde la costa; hacía mucho tiempo que no se sentía parte de algo; él siempre estuvo siempre dentro de la Sociedad de los Caballeros Negros y la apoyó hasta el final; quizás algunas veces actuaba de forma ruin, pero en el fondo lo hacía por la lealtad tan grande que poseía; y luego de pasar tanto tiempo siendo nadie, ahora estaba como parte de un gran todo y sin que nadie se lo pidiese, dentro de sí le había jurado lealtad hasta el final, costara lo que costara; "El Fin Justifica los Medios"; esa frase describe muy bien al Teniente Melders; quien había sido ascendido a Coronel por Takashi.
Melders (ya dentro del buque): ¡¡Leven Anclas!!. ¡¡Prepárense para zarpar!!.
Pronto el buque estaba rumbo a Tokio para iniciar un cambio en la historia del país.............Mientras tanto, en la Sala de Juntas; Takashi y Klaudia discutían ciertos puntos.
Klaudia: ¿De verdad confías en él?.
Takashi: Sí, es cierto que es un poco fanático y en ocasiones es de temer; pero esa fuerza nos es muy útil en estos momentos; además, créeme que él defenderá nuestra causa hasta la muerte; sé lo que te digo.
Klaudia (no muy convencida): Si tú lo dices............
Klaudia se encontraba mirando un paisaje que se estaba retratado en un cuadro en una de las paredes de la Sala; recordaba todo lo que había sido su vida, y ahora pensaba en el futuro que le aguardaba; a pocos centímetros de ella se encontraba Takashi quien no dejaba de mirarla, ella despertó en él un sentimiento muy fuerte, pero él sabía que llegar a su corazón era casi imposible; ella era un témpano de hielo, fría y calculadora, el amor era una pérdida de tiempo para ella; muchas veces quiso decirle algo, pero no atinaba a hacerlo; entonces pensó que esa oportunidad podría ser la última, ellos pronto irían a una Guerra y la posibilidad de que uno de los dos o los dos muriesen estaba latente, así que decidió jugársela en ese instante............Klaudia se extrañó de no recibir respuesta a su último comentario de parte de Takashi y cuando iba a voltear a verlo sintió que la abrazaban, sintió que la tomaban de la cintura, suave, pero firmemente y en fracción de segundos se separó, desenfundó e hirió a Takashi en el pecho, afortunadamente, Takashi logró evadir un poco el ataque gracias a sus reflejos y la herida no fue muy profunda.
Takashi (mientras llevaba sus manos al pecho): ¡¡Gomen Nasai Klaudia-dono!!
Klaudia aún no reaccionaba, pero cuando lo hizo se sintió muy mal por lo que había hecho por lo que se acercó, algo recelosa, a él y trató de verle la herida.
Takashi: No es nada, no es necesario que me ayudes, además todo esto es por mi culpa.
Klaudia: Lo siento, pero no debiste hacerlo, espero que no lo intentes nunca más, te lo pido en nombre a nuestra amistad.
Al escuchar las palabras de Klaudia, Takashi sintió que iba a perderla para siempre, por lo que decidió jugarse su última carta......
Takashi (poniéndose serio): Creo que es hora que lo sepas, Klaudia......Yo...................estoy enamorado de ti.
Takashi no podía verla a los ojos, la sola idea de ver una cara de rechazo lo asustaba; decidió salir de la Sala con el sentimiento derrotista que lo embargaba.
Takashi: Si ya no deseas estar acá te entenderé y si deseas seguir, tienes mi palabra de honor que nunca más te molestaré, pero por eso mismo creo que lo mejor es evitar vernos; la verdad, esto que siento es más fuerte que yo y no quiero hacerte daño; tú no lo mereces.
Klaudia se sentía muy confundida; por un lado estaba molesta por la actitud inicial de Takashi; pero, aunque había hecho todo lo posible por negarlo, ella lo amaba; hace poco se había dado cuenta de ese sentimiento; pero eso la aterraba, pues le recordaba su vida antes de ese maldito día en que fue traicionada por el gobierno y violada por esos hombres; la verdad no sabía que hacer, pero cuando Takashi abrió la puerta para retirarse, ella no pudo evitar llamarlo; no deseaba que se fuera.
Klaudia (fingiendo tranquilidad): No es necesario que te vayas y que no nos veamos más, ambos somos adultos y capaces de controlar nuestros actos.
Takashi: Aún te falta saber ciertas cosas, mi querida Klaudia; eso que sugieres no lo puedo hacer.
Takashi se dispuso a irse, pero sintió que lo tomaban del brazo con vehemencia.
Klaudia (mostrando signos de desesperación): No lo hagas, no te vayas, por favor.
Takashi volteó y sus labios quedaron a escasos centímetros de los de ella y su corazón lo traicionó; sin poder contenerse la besó y con sus brazos la acercó a él; Klaudia esta vez reaccionó de forma distinta, y le correspondió al beso; dentro de ella no deseaba que ese momento terminara nunca.........Cuando ambos se separaron, ella bajó la cara y se sintió avergonzada, pero Takashi le tomó la barbilla y la besó de nuevo, en ese momento Klaudia empezó a llorar; Takashi lo notó y la abrazó con fuerza, y luego comenzó a quitarle sus prendas, movido por ese fuego que lo envolvía, entonces la Samurai empezó a temblar, por más que en el fondo lo deseara, el recuerdo de su violación no se iba de su memoria.
Takashi: ¿Qué te sucede?.
Klaudia: Por favor, no sigas, te lo suplico, no sigas.
Takashi: Klaudia, no me impidas tenerte; ¿No ves que te amo?.
Klaudia: Sí lo veo, ¡Claro que lo veo!. Pero...................Por favor, no me pidas explicaciones.
Takashi no sabía que hacer, era una lucha interna muy fuerte; pero su deseo había nublado su razón por completo y no se detuvo, pronto ambos estaban desnudos, pero Klaudia estaba sumida en una especie de bloqueo, no podía hacer nada por evitar lo que iba a ocurrir, a pesar de lo delicado que era Takashi, ella estaba aterrada.
Klaudia (llorando): No me hagas daño, te lo suplico, no me hagas daño.
Takashi al verla en ese estado se detuvo; entonces se levantó y empezó a vestirse.
Takashi: ¿Lo ves?. Soy un verdadero animal, mira lo que te he hecho; ¡Demonios!. Odio no poder controlar este sentimiento; no puedo seguir a tu lado, entiende, no puedo.
Klaudia (decidida a todo): No, ¿Qué no te das cuenta?. Yo también te amo, desde hace mucho tiempo, pero no quería decírtelo............¡¡MALDITO SEA ESTE GOBIERNO!!. Yo no sirvo para otra cosa que no sea matar, sólo soy una asesina.
Takashi (asombrado): Klaudia.
Klaudia (llorando): ¿Te das cuenta?. Sólo soy eso; una asesina. Te amo con todas mis fuerzas y ni siquiera podré tener la dicha de ser tu mujer; no sirvo para nada; soy una inútil...........soy una inútil.
Klaudia comenzó a golpear el suelo son dejar de llorar; Takashi regresó y comenzó a acariciarla y por fin, luego de más de diez años de silencio, Klaudia contó su secreto más guardado, el motivo por el cual detestaba al gobierno Meiji, el motivo de su temor, y entonces ella le contó todo sobre la traición que sufrió y sobre la violación..............Luego de escuchar todo, Takashi sólo pudo sentir más rabia contra el gobierno, pero mucha más rabia contra sí mismo.
Takashi: ¡Por Dios!. Soy lo más bajo que existe; me porté igual que esos degenerados o quizás peor..............
Klaudia: No, no digas eso, el problema es mío, no tuyo, es este maldito temor que no sale de mi cabeza.
Takashi calló a Klaudia poniéndole su dedo índice en los labios y la besó, la besó con ternura y delicadeza y trató de seguir las cosas de una mejor forma, Klaudia notó el cambió y le correspondió en señal de aprobación; las caricias poco a poco aumentaron de intensidad, pero sin dejar de ser sutiles..........pronto llegó el momento de la verdad, Klaudia por más que trató no pudo evitar sentirse temerosa, pero era tal la ternura de Takashi que estaba dispuesta a ir hasta el final.........la Samurai gimió cuando Takashi entró en ella; --Te amo, por favor no te detengas amor-- fueron las palabras que entre gemidos y sollozos salieron de los labios de Klaudia; Takashi siguió y siguió. El cuerpo de Klaudia era exquisito y en cierto modo era virginal; luego de mucho tiempo ambos llegaron a la cumbre y quedaron en el suelo abrazados.
Klaudia (con lágrimas en los ojos): Te amo, Takashi, te amo, te amo, ya no quiero seguir guardando esto, por favor te amo, soy tuya, al fin, al fin, no sabes lo feliz que me siento hoy.
Klaudia se comportaba como lo que era, una joven enamorada, Takashi nunca había visto esa faceta de Klaudia y su corazón estallaba de alegría porque él era la razón de todo aquello.
Takashi: Yo también te amo y también deseaba decírtelo; quiero que estemos juntos por siempre, amor.
Klaudia (emocionada): Para siempre, para siempre.
Bueno, simplemente, no se pierdan el próximo capítulo.
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