Las exportaciones en el 2000

Marcela Cristini

El año 1999 ha tenido un desempeño muy negativo en términos del comercio exterior, las exportaciones se redujeron un 11,8% y las importaciones un 18,7%. El comportamiento de las primeras se debió a varios factores, entre los más importantes están la persistencia de precios bajos para nuestras principales commodities agropecuarias e industriales; la recesión brasileña y; la desaceleración del comercio internacional y del crecimiento mundial durante 1998 y buena parte de 1999. En el caso de las importaciones, el principal factor determinante de la restricción de compras fue la recesión local que afectó tanto el consumo final como a las inversiones. Cada uno de estos factores requiere un breve análisis.

Brasil redujo su importancia como mercado para los productos argentinos al pasar del 30% de participación en nuestras exportaciones en 1998 al 24% en 1999. Tanto el efecto Brasil sobre nuestras exportaciones como el efecto de los precios internacionales determinaron una ligera recomposición de las ventas externas hacia las manufacturas de origen agropecuario (MOA), en detrimento de las de origen industrial (MOI), más ligadas al Mercosur. Sin embargo, dentro de las MOI, uno de los componentes más importantes es el rubro de material de transporte, que debido a problemas en su "comercio administrado" pasa por una situación crítica de renegociación bilateral entre los principales socios del Mercosur. Si se recalculan las MOI sin el componente automotriz, su reducción es del 7% que se compara muy favorablemente con el 20% de caída cuando se mantiene el componente automotriz en el cómputo.

En los gráficos adjuntos se ilustra el comportamiento exportador en los últimos cuatro años. Luego del salto registrado en 1995 (hasta un valor de US$ 21.000 millones) las exportaciones crecieron a tasas de dos dígitos en 1996 y 1997, con valores positivos en todos los meses salvo en diciembre del 97 (ver curvas de máximos y mínimos mensuales). A partir de 1998 se modificó el comportamiento exportador con una tasa nula de crecimiento para el año y un empeoramiento marcado hacia el final del año, con fuertes tasas negativas. La información del gráfico para 1999 muestra una acentuada tendencia negativa, pero también una reversión de esa tendencia en el último bimestre del año; el máximo crecimiento de la serie se registra en diciembre del 99, con un aumento del 5,4% para el mes. Este aumento estuvo liderado por la exportación de combustibles y energía que se triplicó, en parte influida por el boom en el precio del petróleo. Todavía más alentador, varios productos manufacturados como productos químicos, plásticos, papel, textiles, metales comunes y preciosos y maquinarias muestran recuperaciones importantes. En síntesis, desde noviembre el conjunto de las MOI deja de caer y algunos capítulos de las MOA comienzan a recuperarse.

 

Otro aspecto positivo, es que el desaliento exportador de 1999 no fue más allá de un piso teórico en 1995, cuando las exportaciones argentinas mostraron un salto cualitativo en respuesta a la crisis del Tequila (ver gráfico).

En el caso de las importaciones no se registra una modificación en la composición, cuando se consideran en conjunto los rubros bienes de capital y sus partes. Igual que del lado exportador, los datos en este caso muestran una desaceleración de la caída importadora para los bienes intermedios y los bienes de consumo desde octubre con un aumento del 6% para las importaciones de diciembre comparadas con las correspondientes del año anterior. Los bienes de capital asociados al proceso de inversión muestran, como es natural, un rezago en su respuesta al mejor ambiente de actividad económica (ver gráfico de importaciones).

Pese a las dificultades en la negociación dentro del Mercosur, las asimetrías de política comercial y la realineación cambiaria bilateral, el comercio con el Brasil fue modestamente superavitario en 1999. El PBI brasileño cayó un 0,1% en 1998 y se mantuvo estancado en 1999, terminando el año con un leve repunte de 0,4% según las estimaciones recientes. La diferencia sustancial entre los dos períodos fue el fuerte ajuste a la baja del producto industrial del Brasil durante 1999 impulsado por el aumento de costos de los insumos importados y la energía, que no alcanzó a ser compensado por el ajuste salarial. En muchos casos se considera que la tasa de beneficios se mantendrá deprimida por un plazo considerable en vista del moderado crecimiento de demanda interna que se espera para el próximo bienio. El aumento pronosticado del PBI brasileño sería paulatino. En cuanto al sector externo brasileño se espera que en el bienio 2000-01, las exportaciones se expandan un 10% sobre las registradas en 1998 (año de mayor "normalidad" que 1999), mientras que las importaciones reaccionarán con lentitud, manteniendo una reducción de casi un 10% respecto de su registro de 1998. En síntesis, se plantea un escenario de ‘despegue’ muy suave en el que la Argentina podría recuperar al Brasil como su cliente sobre todo en bienes intermedios pero mucho más lentamente en bienes de consumo agropecuario, algunos de cuyos componentes regionales (NOA, Cuyo) resultaron seriamente afectados el último año. Por el lado de las importaciones desde el Brasil, se mantendría la presión vendedora que caracterizó la relación bilateral durante este año.

Por último, en término de los precios de las commodities agropecuarios e industriales, el mantenimiento de un buen comportamiento en la economía de Japón y los Estados Unidos junto con un mejor desempeño, aunque más modesto, en la Unión Europea, permiten anticipar una recuperación lenta de estos precios.