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El mediano plazo en el comercio exterior de la Argentina En la actualidad, la expansión vigorosa de las exportaciones constituye uno de los criterios universalmente aceptados para evaluar los resultados de una estrategia de crecimiento determinada. El salto exportador de los primeros y de los segundos Tigres Asiáticos, el caso de China y, entre los más cercanos, el de Chile y México, son mencionados frecuentemente como un indicador de reformas económicas orientadas por el mercado que resultaron en un clima de negocios interno favorable y llevaron a la reasignación de factores que permitió la emergencia de productos competitivos.El camino hacia la ganancia de competitividad se reflejó en un cambio importante en los patrones exportadores e importadores y en un aumento significativo de la inserción internacional de esos países. ¿En qué medida la reforma de los 90 de la Argentina se comportó en el sentido observado en esas otras experiencias? En los 90 la Argentina avanzó efectivamente y, por primera vez desde inicios del siglo XX, hacia su reinserción internacional. En efecto, en 1990 el comercio exterior alcanzaba sólo al 0,24% del comercio mundial; el coeficiente de apertura o interdependencia comercial era del 13%, el segundo más bajo en un amplio conjunto de 150 economías. En contraste, hacia el año 1998 varios indicadores daban cuenta de los beneficios de la reforma comercial. En términos de la inserción internacional, la Argentina duplicó su participación en el comercio internacional de bienes al 0,5% y el coeficiente de apertura pasó al 19%.
Entre 1993 y el año 2000 las exportaciones crecieron al 9% anual y el crecimiento de importaciones (5% anual en el período) se concentró en un 45% en la compra de bienes de capital para la inversión. La producción se alineó de acuerdo con la ventaja comparativa en agronegocios; aumentó la productividad en varios commodities como el petróleo, la petroquímica, productos de la siderurgia, la celulosa y surgieron nuevos sectores exportadores netos (minería , lácteos y bebidas alcohólicas). Algunos sectores se revelaron como "perdedores" de la estrategia de sustitución de importaciones (manufacturas mano de obra intensiva como textiles, juguetes o productos electrónicos). Algunos sectores enfrentaron un crecimiento muy rápido de la demanda que no pudo ser abastecido internamente debido a la obsolescencia de la oferta local (metalmecánica y bienes de capital). Un aspecto menos conocido pero muy importante es el del aumento del intracomercio, que medido por un índice estándar subió un 25% y alcanzó un valor igual a 2/3 del mismo indicador en las economías más avanzadas. La capacidad de comerciar productos dentro de una misma línea arancelaria indica que se ha avanzado en el grado de especialización productiva y/o en la inserción de la producción local dentro de los procesos integrados internacionalmente, aspectos ambos que permiten sacar partido de los efectos positivos de la globalización. En el cuadro siguiente se da una muestra de esos cambios. Las dos primeras columnas corresponden al comercio neto (exportaciones menos importaciones) de 1993 y 2000. La siguiente columna muestra la diferencia entre los balances netos entre esos años (2000-1993). Sólo se incluyen los productos con diferencias absolutas mayores a US$100 millones. Las diferencias positivas indican un aumento de exportaciones netas, un descenso de importaciones netas (probablemente una mejora en la capacidad de competir sustituyendo importaciones) o un cambio en el patrón comercial, desde importador neto hacia exportador neto. Simétricamente, los números negativos implican menos exportaciones netas (pérdida de competitividad), mayores importaciones netas (sustitución de producción local por bienes importados e importación de bienes de inversión) o un cambio de patrón de exportador neto hacia importador neto. Las dos columnas siguientes exhiben el índice de ventaja comparada revelada que mide la participación de la exportación de un producto en el total exportado por el país en relación con la participación de las exportaciones mundiales de ese producto sobre el total mundial de exportaciones. Si la relación es mayor que uno, el país tiene ventaja comparada "revelada" (por su desempeño comercial) en ese producto. Al tope de la tabla se encuentran los productos tradicionales de la Argentina en los que el país exhibe reconocida ventaja comparada y que en el período han aumentado su exportación neta debido a la mayor especialización que permitió la reforma económica. Pero también se observan productos que ahora han pasado a la categoría de exportadores netos cuando en el pasado eran importadores (lácteos, minería, bebidas alcohólicas). En el final de la tabla aparecen los "perdedores" de la estrategia sustitutiva pero también un conjunto amplio de bienes de capital que, como se mencionara, integraron el proceso de inversión de mediados de los 90. Excluyendo esos sectores, el saldo de las exportaciones netas arroja un aumento (los ganadores superan en valor a los perdedores) equivalente a 2.4% del PBI en el período. Las presiones sobre la competitividad de los sectores transables argentinos, provenientes en primera medida de los persistentes desequilibrios macroeconómicos y del estancamiento en la reforma, se agudizaron desde 1999. Lamentablemente desde entonces, la falta de dinamismo reformista se transformó en retrocesos en el marco de la política comercial. Entre las medidas proteccionistas tomadas se integró la tasa de estadística al arancel; se establecieron derechos específicos elevados para productos sensibles (textiles y calzado); se aplicaron medidas anti-dumping cada vez con mayor frecuencia; se aplicaron salvaguardias que constituyen medidas excepcionales en el marco de la OMC (sólo hay 17 en el mundo y dos las aplica la Argentina) y, recientemente, se elevaron los aranceles para bienes de consumo al máximo consolidado del 35%. La evidencia exhibida sugiere que el camino que se recorría iba en el sentido correcto y, por lo tanto, en esas reformas y no en los planes de competitividad ad-hoc que se han implementado recientemente, se encuentran las verdaderas bases del crecimiento competitivo. |
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