Prospectiva de la industria manufacturera argentina (Primera Nota)

Marcela Cristini

En la última década, los patrones de actividad de las economías nacionales han mantenido su impulso hacia el aumento de la participación de los servicios en el espectro productivo. Paralelamente, la industria manufacturera mostró un importante aumento de productividad de la mano de obra a la par que se "desindustrializaba" el empleo. La composición de la industria manufacturera se modificó tanto en las economías centrales como en las economías en desarrollo de acuerdo con los incentivos creados por la internacionalización de los negocios.

Las exportaciones y las importaciones crecieron en importancia para cada economía nacional. Los gráficos 1 y 2 muestran la evolución de la estructura del Producto Bruto Interno para experiencias seleccionadas y la participación de la industria manufacturera en él. Si bien todos los casos muestran matices diferentes, los países del Este Asiático exhiben un patrón con mayor componente manufacturero. Este es el reflejo de una política de industrialización activa que mostró su debilidad en la crisis asiática, sobre todo en el caso coreano. Tailandia es un país de menor desarrollo relativo, donde la falta de desarrollo de los servicios, limitados por el nivel de ingreso, impone límites a la terciarización de la economía.

También en la última década, los patrones de producción argentinos se movieron en línea con lo que ocurría en el resto del mundo. La industria manufacturera aumentó su producto y su productividad, el empleo se estancó y se modificó su composición sectorial en base a las oportunidades y mayor competencia proveniente del mercado mundial. La composición de la producción y de las exportaciones respondieron a las ventajas comparadas del país en recursos naturales y en mano de obra de calificación intermedia. Un dato importante es que también aumentó el comercio intraindustrial en modo significativo indicando una mayor inserción en la cadena productiva internacionalizada. La escala de los negocios se amplió por vía de la concentración, aunque ésta no es mayor que la observada en Brasil. Las escalas actuales no son desventajosas con respecto a nuestro socio en los productos en los que la Argentina tiene mayores oportunidades. El proceso de inversión e incorporación de capital con nueva tecnología fue muy importante hasta fines de 1998. Tres gráficos ilustran estos aspectos para la Argentina en comparación con el conjunto de países seleccionados. En uno de estos gráficos se observan las tasas de crecimiento real del PBI comparadas con las de la industria manufacturera en los 90. Los países latinoamericanos muestran un crecimiento industrial levemente menor al del conjunto de la economía, influenciados por el rápido desarrollo de los servicios financieros y de los servicios públicos privatizados. Con respecto a la desindustrialización del empleo, la Argentina se ha movido muy en línea con los Estados Unidos, debido a la rápida incorporación de tecnología luego de casi 30 años de estancamiento tecnológico. Corea y Japón, con organizaciones jerárquicas de mercado, han mantenido mayor ocupación de mano de obra industrial. Las crisis productivas y financieras de ambas economías han dado paso a importantes cambios a fines de los 90. Finalmente, el último gráfico indica que la productividad de la mano de obra se ha incrementado significativamente en nuestro país, ayudando a mantener la competitividad de nuestros productos.

La mayor desventaja que enfrentó el proceso de reconversión y modernización manufacturera fueron los episodios de desaceleración de la economía en 1995 y desde fines de 1998

Existe evidencia que indica que la Argentina puede mantener el impulso modernizador incorporando los elementos de la "nueva economía" a su espectro productivo. Entre los más importantes están: el desarrollo de las telecomunicaciones, la integración vertical de los negocios y la disponibilidad de infraestructura. Entre los obstáculos más importantes, la Argentina deberá resolver los problemas de estabilidad de las normas y seguridad jurídica.

Es difícil saber si la intensidad de los cambios en los patrones industriales en el futuro será de mayor importancia que la registrada en los últimos diez años en la Argentina. En efecto, esos cambios han sido muy marcados y modificaron completamente el perfil productivo local. Las proyecciones para los países industriales indican que muchos productos ofrecidos hoy por la Argentina se pronostican como en franca declinación en la producción de esos países, abriendo nuevas oportunidades para nuestro país. Es probable que los factores de desarrollo que operan en el caso argentino también permitan el crecimiento de nuevas actividades con mayor componente de insumos tecnológicos.

[1] Esta nota sintetiza la primera parte del estudio “Reflexiones sobre el futuro de la industria manufacturera en la Argentina”, preparado por un equipo de trabajo de FIEL para ser presentado en la Convención Anual organizada por el Instituto de Ejecutivos de Finanzas de la Argentina. FIEL agradece el patrocinio del IAEF. [1] Esta nota sintetiza la primera parte del estudio “Reflexiones sobre el futuro de la industria manufacturera en la Argentina”, preparado por un equipo de trabajo de FIEL para ser presentado en la Convención Anual organizada por el Instituto de Ejecutivos de Finanzas de la Argentina. FIEL agradece el patrocinio del IAEF.