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La industria sigue dormida Las cifras provisorias del Indice de Producción Industrial (IPI) de FIEL para julio muestran un aumento del 2.4% respecto de junio de 2001, mientras que ajustado por estacionalidad se observa una suba del 0.5% . De esta manera, julio 2001 se encuentra a igual nivel que el observado en julio de 2000, evidenciando el grado de estancamiento del aparato productivo industrial. La tasa de crecimiento observada entre los primeros siete meses de 2001 e igual período de 2000 alcanzó al –1.9% para el conjunto de la industria. Según la clasificación por tipo de bienes, los Bienes de Uso Intermedio fueron los únicos que presentaron un crecimiento (4.8%), en tanto los restantes tipos de bienes presentaron contracciones de las siguientes magnitudes: Bienes de Consumo Durables (-22.0%), Bienes de Capital (-12.1%) y Bienes de Consumo No Durables (-3.0%). En el mismo período fueron cuatro los sectores que presentaron incrementos de producción. Lidera el ranking de producción Insumos Químicos y Plásticos (estimada en 11.8%), Insumos Textiles (estimada en 9.8%), Petróleo Procesado (2.7%) y Siderurgia (1.4%). Los restantes 6 sectores mostraron tasas de crecimiento negativas: Alimentos y Bebidas (-2.8%), Papel y Celulosa (-3.0%), Cigarrillos (-3.6%), Minerales No Metálicos (-6.7%), Metalmecánica (estimada en –18.0%) y Automóviles (-18.9%). Con la finalidad de monitorear el ciclo de la industria en búsqueda de un punto de giro o valle en la actual recesión industrial se realiza un estudio sobre las curvas de precisión según la metodología del Institute for Trend Research. Este tipo de estudios, que si bien tiene una interpretación intuitiva en las cuatro fases que se lo divide, tiene la característica de evaluar la evolución de la serie en términos marginales (curva 3/3) con respecto al ratio de los promedios móviles de doce meses (curva 12/12), presentando la evolución de la cola de estos. De esta forma, no solo se puede observar que los ratios de doce meses, han desacelerado su caída por abajo de 100, sino que la curva 3/3 se encuentra a partir del mes de julio con valores cercanos al 100, previendo una evolución en la curva 12/12 acercándose a 100 por abajo en una forma lenta. La intuición es que la industria se encuentra en la fase 1 (la curva 3/3 excede la curva 12/12 y ambas están abajo de 100, donde las firmas estarían planeando los planes de expansión de la producción, aunque la producción es menor a la del año anterior pero se las observa menos desfavorables). De esta forma, estas mediciones simples empiezan a dar señales de una posible recuperación. Sin lugar a dudas la sola lectura de este indicador nos estaría llevando a un análisis erróneo de la realidad del sector debido a que la actividad industrial estaría perdiendo los patrones cíclicos de cambio de régimen, dado que se observa una suerte de planicie en las observaciones (claramente manifestadas cuando se observa el IPI ajustado por estacionalidad) de los promedios móviles. De continuar la industria a estos niveles de producción lo que se tendería a observar es que tanto la curva 3/3 y 12/12 estarán próximas a 100, perdiendo la totalidad de las características del estudio marginal que esta metodología presenta.
A su vez, otra medida comúnmente utilizada para la búsqueda de puntos de giro en el ciclo económico es la tasa anual de cambio suavizada (TACS) de seis meses. Esta tasa (1) se construye a partir de la serie ajustada por estacionalidad del IPI Nivel General. Desde el punto de vista de la señal que la TACS nos proporciona sobre el análisis clásico, se puede observar que la primera señal de recesión se manifiesta cuando está comienza a contraerse. La segunda señal se encuentra cuando esta corta de arriba hacia abajo a la TACS de largo plazo. Y la tercer señal que podría ya confirmar la presencia de la recesión, es cuando la TACS se hace negativa por más de tres meses consecutivos. De esta manera, en diciembre de 1999 se presenta la primera señal, en marzo de 2000 la segunda señal, y en julio se confirma la recesión en la industria.
Ahora bien, una vez confirmada la recesión cabe la búsqueda de señales de la recuperación. En este sentido, podemos observar una primer señal cuando la TACS comienza a crecer por tercer mes consecutivo, pero aún esta es negativa. La segunda es cuando esta se hace positiva, y la tercer señal que podría finalmente confirmar la presencia de la fase expansiva, es cuando la TACS corta a la de largo de abajo hacia arriba. A partir del mes de Octubre de 2000 puede observarse una primera señal de cambio de régimen, pero a partir del mes de abril se puede observar que esta tasa oscila entre valores positivos y negativos. ¿Hay que tomar esta situación como las cercanías de un punto de giro? La respuesta es claramente negativa. Si uno observa el valor del promedio de los meses de julio de 2000 a junio de 2001 del IPI ajustado por estacionalidad puede observar que se encuentra 0.1 puntos del índice por arriba del valor observado en el mes de julio de 2001, lo que estaría mostrando que ante el posible cambio de patrones cíclicos de la industria la TACS pierde su importancia como indicador secuencial de señales.
Esta circunstancia de la industria nos lleva a un estudio más profundo del aparato industrial, sector por sector y contemplando las distintas características que aquejan a cada uno de ellos. Como forma de complementar la nota de Indicadores de Coyuntura de julio de 2001, a continuación se presentan los puntos de giro de cada uno de los sectores utilizando la metodología del Bry-Boschan (1971). De la información de los diversos sectores industriales puede observarse la gran heterogeneidad de comportamientos y de cambios de régimenes de actividad. De esta forma puede observarse que el sector Alimentos y Bebidas, que se encuentra en una fase recesiva desde el mes de octubre de 1999, parecería estar encontrando un valle en las proximidades de los meses de marzo o abril, aunque aún falta mayor representatividad sectorial en adelante para confirmarlo. Cabe señalar que este sector se encuentra con una deflación minorista y niveles de precios internacionales bajos, lo que dificultaría poder confirmar ciertas señales cíclicas de cambio de régimen. El sector de Insumos Textiles, se encuentra en una fase de expansiva estimulada por la mala zafra de algodón del año 2000. Cabe señalar que a pesar de ser el sector algodones el que está observando fuertes incremento de producción (por la baja base de comparación), se esperarían mayores zonas de siembra debido a ciertas promociones y diferimientos impositivos en las zonas de La Rioja, Entre Ríos, Salta y Formosa. De todas formas, el mercado internacional está presentando un exceso de oferta de algodón presionando fuertemente los precios a la baja.
El sector productor de Pasta Celulósica y Papel, parecería estar mostrando también un cambio de fase aunque aún faltaría contar con mayores observaciones y mayor representatividad. Este sector está observando un incremento de los precios internacionales del papel y una contracción de los precios de la pasta celulósica. El sector Combustibles continúa en su fase de expansión y se esperaría que continúe en ella de seguir la tendencia declinante del precio del petróleo crudo iniciada en noviembre de 2000 donde se verificó un precio por barril de 34 US$ (Según el WTI). El sector Insumos Químicos y Plásticos se encuentra en su fase de expansión a partir de las fuertes ampliaciones de planta puestas en funcionamiento a inicio de año. Cabe señalar que el destino de la producción de estas ampliaciones es el mercado externo. El sector de Minerales No Metálicos está fuertemente influenciado con el sector de la construcción, y se prevé que dada la coyuntura del mismo, el sector no encuentre en el mediano plazo un valle de su actual fase recesiva. En efecto el sector de la construcción tiene dos ciclos. El primero esta relacionados con el crecimiento demográfico, y es considerado de largo plazo. En tanto el segundo (de corto plazo), esta relacionado con el acceso al crédito (tanto de las familias como de los constructores) y con los niveles de ingreso. Las altas tasas de interés observadas y la caída en el ingreso no permiten prever en el mediano plazo una reactivación de la construcción y por ende del sector de Minerales No Metálicos. El sector Siderúrgico, presenta una fuerte contracción en los meses de junio y julio del presente año, debido fundamentalmente a la caída en la producción de Aluminio debido a desperfectos técnicos en el abastecimiento de energía eléctrica de la planta de Aluar. Es de destacar que se observaron contracciones en los restantes productos del sector. Este sector es abastecedor del sector Automotriz, Construcciones y petrolero. Dado que los dos primeros sectores se encuentran en recesión y que la caída del precio del petróleo produce una menor demanda para la exploración y extracción es de esperarse menores niveles de actividad en el corto plazo de continuar esta coyuntura. Desde el punto de vista cíclico, y dado que las dos últimas observaciones están influenciadas por los problemas técnicos de Aluar, restaría esperar un par de meses para poder confirmar un pico en el mes de diciembre de 2000. A modo de conclusión, puede observarse un estancamiento en la industria como un todo, a niveles de los observados en 1994, encontrándose solo un 42.1% de la industria creciendo, haciendo inoperables las medidas simples de monitoreo del ciclo industrial. La dinámica cíclica de los sectores todavía no está acorde con una fase de expansión de la industria y la alta tasa de interés afecta fuertemente el acceso al crédito de las firmas productoras del sector. A su vez, la incertidumbre económica y las expectativas desfavorables que el sector manifiesta sobre su situación actual y futura llevan a una postergación indefinida de las inversiones. Este escenario, junto con una caída de los precios internacionales de las principales commodities industriales y una demanda interna contraída lleva a la industria a un estado de adormecimiento prolongado. |
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