Evolución de la balanza comercial durante 1999
Los datos disponibles para los primeros cinco meses del año indican una fuerte contracción de la actividad comercial externa de la Argentina. Las exportaciones cayeron un 13% en el período cuando se miden contra igual período del año anterior. Las importaciones descendieron un 25,6% para un período similar de comparación. La brecha entre exportaciones e importaciones , que fue negativa para todos los meses desde mediados de 1996, muestra en 1999 importantes saldos positivos en marzo y abril y un acumulado negativo de menos de US$ 100 millones.
En el caso de las exportaciones, de los 97 capítulos (agregados de productos) del Sistema Armonizado, sólo en 28 se registran aumentos. En el caso de las importaciones, la situación contractiva es aún más generalizada, con sólo 13 capítulos que crecen en el período. Cuando se observa la clasificación de las exportaciones por rubros el panorama es similar. Los productos primarios se redujeron en un 14,4%; las manufacturas de origen industrial, en un 26,2% (lideradas por la caída en las exportaciones del sector automotriz del 47%) ; los combustibles y energía, en un 17,3% y, por último, sólo las manufacturas de origen agropecuario muestran una evolución positiva. En este caso el aumento es un modesto 4,2% que se sostiene por el crecimiento de las exportaciones del complejo oleaginoso, carnes y lácteos.
Por su parte las importaciones, clasificadas por su uso económico, muestran caídas en todos los rubros: bienes de capital (-29,1%), combustibles y lubricantes (-24,4%); piezas y accesorios para bienes de capital (-35,2%); vehículos automotores de pasajeros (-40,4%) y bienes de consumo (-8,4%). La estructura de las importaciones no ha variado sustancialmente, de modo que tanto el componente importado de la inversión (bienes de capital y sus partes) como los insumos destinados a la producción manufacturera han sufrido recortes similares y muy importantes, que reflejan el bajo nivel de actividad local.
La caída de la producción e inversión ha afectado diferencialmente al comercio por regiones. En el caso del NAFTA, las exportaciones se han mantenido estables mientras que las importaciones cayeron en un tercio, afectadas por el recorte de compras en bienes de capital. En el caso de la Unión Europea, las exportaciones se han incrementado (+21,5%) mientras que las importaciones se redujeron (-22,9%). En el comercio con esta región el panorama es más alentador porque todos los grandes rubros de exportaciones muestran aumentos, incluidas las manufacturas de origen industrial. Las importaciones más afectadas fueron las de bienes de capital y sus partes.
En términos del desempeño comercial por regiones, sin duda el caso más importante para el análisis es el de las relaciones comerciales en el Mercosur, y en particular el comercio bilateral entre Brasil y la Argentina.
Debido al desarrollo lento y no exento de graves riesgos del programa brasileño, resultaría prematuro hablar de un balance de los efectos de la devaluación brasileña sobre el intercambio comercial argentino. En una primera aproximación, debe recordarse que dada la decisiva importancia del comercio bilateral, una modificación de magnitud, como la acontecida, del tipo de cambio de uno de los socios, resultó en expectativas muy negativas respecto de la continuidad de los negocio (cabe recordar que el Brasil se lleva el 30% de nuestras exportaciones y es originario del 22% de los bienes que importamos).
El tipo de cambio en Brasil, que llegó a superar los 2 reales por dólar a principios de marzo, ha comenzado una lenta apreciación hasta estabilizarse en la actualidad en torno a 1,7 reales por dólar. El tipo de cambio real bilateral muestra que desde enero hasta marzo el peso se apreció significativamente respecto del real debido a la devaluación nominal en Brasil. Sin embargo, la tendencia comenzó a revertirse a partir de marzo por tres causas: estabilización de la moneda brasileña en torno a los 1,7 $/dólar; aumento de precios en Brasil, y deflación en Argentina. A la vez, los productores brasileños vieron comprometida su "competitividad" por la elevada tasa de interés y el mayor precio de los insumos importados.
Para los primeros cinco meses del 98, Brasil fue destinatario del 26% de nuestras exportaciones; en cambio, para enero-mayo del 99, este porcentaje se redujo en un 3%. El monto nominal (en dólares) de la caída en las exportaciones para este período fue de 1432 millones de dólares, comparado con el mismo período del año anterior: un 44% de esta caída (635 millones) es exactamente lo que se dejó de exportar a Brasil, conformando una caída total en las exportaciones a nuestro socio comercial del 30% entre enero-mayo del 99 respecto al mismo período del 98. Por su parte, las importaciones argentinas desde Brasil cayeron un 28%, manteniéndose todavía un saldo comercial favorable a la Argentina.
Buena parte de los cambios en el desempeño del sector externo de la Argentina, en especial por el lado de las exportaciones, se explica por el efecto de caída en los precios internacionales. Sin embargo, un hecho preocupante es que según los datos de índices de volumen físico del sector externo, las importaciones han caído significativamente durante el último trimestre del año pasado y el