Aumenta el desempleo
Durante el mes de mayo se realiza el relevamiento de empleo en hogares, a efectos de determinar cambios en la tasa de desempleo y en la condición de actividad en centros mayoritariamente urbanos de la Argentina. Los resultados sólo están disponibles hacia mediados de julio. Las encuestas mensuales de empleo formal anticipan ya una declinación del nivel de ocupación entre mayo del año pasado y el mismo mes de 1999, que oscila entre 2.1% (encuesta oficial) y 4.8% (encuesta SEL) para el área de Gran Buenos Aires (GBA), y del 3.4% en el Gran Córdoba. Las principales características de la evolución reciente del empleo son las siguientes:
i. El empleo se estancó en marzo de 1998, es decir hace poco más de un año, coincidentemente con el momento en que se "fecha" el comienzo de la recesión (variación desestacionalizada de la producción industrial). Luego de un breve período de estabilidad, comenzó a declinar en forma nítida desde octubre, tanto en GBA como en Córdoba.
ii. Hay una fuerte contracción en el empleo industrial (entre 7.2% y 7.8% anual, según la fuente), así como en Electricidad, Gas y Agua (-3.6% a -4.3%), y en Construcción. En este último caso las fuentes difieren marcadamente: mientras para la encuesta oficial el empleo cayó 1.3%, para la encuesta de SEL cayó 30.6%.
iii. Se mantuvo una expansión del empleo en Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones (entre 3 y 4%), y en Servicios Comunales, Sociales y Personales (entre 1 y 2%). En este último grupo se engloba al empleo público y a otros sectores de servicios privados (que incluyen autoempleados, servicio doméstico, etc.).
iv. Las empresas medianas (de 50 a 199 ocupados) son las que más redujeron su nómina de ocupados, que descendió entre 4.4% y 8.4% en GBA, y 7% en Gran Córdoba (GC). Las empresas pequeñas redujeron sus planteles entre 3.4% y 5.9% en GBA, y 4.5% en el Gran Córdoba. Las grandes empresas (desde 200 ocupados) tuvieron pequeñas declinaciones en sus planteles, tanto en GBA como en GC.
v. Las consecuencias de la eliminación de las modalidades de contratación promovidas son, por una parte, una caída en la tasa de crecimiento del empleo, que se superpone a la menor demanda por la recesión, y al incremento de los costos laborales unitarios (por menores precios al productor, y aumento de la proporción de costos fijos). Por otra parte, cayó la tasa de creación de empleos por contratos de duración determinada y trabajo a prueba, y se incrementó la proporción de trabajadores por tiempo indeterminado y por agencia. Comparando los datos del primer trimestre de 1999 con los del primer trimestre de 1998, se observa que la dotación promedio en GBA muestra una mayor proporción de personal de agencia (de 0.2% a 1.9%), y de trabajadores con contrato de duración indeterminada (89.7% del total, frente a 87% un año atrás), a expensas de una menor proporción de contratos por duración determinada (5.3% frente a 9% de la nómina de personal un año atrás), y de trabajadores a prueba (3.1% frente a 3.8%). Tendencias similares se observan en GC, pero con mayor participación comparada de contratos de duración determinada (10.6%, el doble que en GBA). La eliminación de modalidades promovidas ha llevado, por otra parte, a incrementar la intensidad laboral: las empresas han reemplazado empleo en el margen (contratos cortos) por un mayor número de horas extras trabajadas por cada empleado actual. En tal sentido, los "outsiders" (desocupados) son desplazados con fuerza por los "insiders" (los actualmente ocupados), ya que a la menor probabilidad de empleo que tienen los desocupados por la recesión, y por el aumento de los costos de contratación en el margen, se le agrega el hecho que frente a necesidades de corto plazo las empresas optan por aumentar la intensidad de trabajo de los que ya están, en lugar de ampliar su plantilla.
Dada la negativa evolución del empleo en el corto plazo, y en la medida que la oferta laboral responda con un débil aumento a las perspectivas de un incremento en la tasa de desempleo (comportamiento procíclico de la oferta al desempleo, ya observado en 1995/98), cabe esperar un aumento en el número de desocupados medido en la EPH de mayo ligeramente superiores a los niveles estimados en informes previos. Con una caída de aproximadamente 3% anual en el empleo total, y un débil incremento de la oferta laboral urbana, inferior al nivel de tendencia, y del orden del 1.5% anual, la tasa de desempleo abierta medida por INDEC se ubicaría algo por encima del 15.5%, superando en poco más de 3 puntos porcentuales la última medición de la tasa de desempleo (octubre de 1998, con 12.4%). Con aumentos "normales" de la oferta, el salto en la tasa de desempleo sería mayor. Se estima que más allá de los resultados de la medición en el mes de mayo-, y a pesar de la estacionalidad positiva que debería presentar la encuesta de octubre, los niveles de desempleo mantendrán una tendencia fuertemente creciente con un pico anual que recién se manifestará en esa medición o en la previa del mes de agosto.