HOMO, HOMINI LUPUS

X Climacus

 

Mi abuelo un ser sombrío con la cabeza siempre en posición de "pensador". Mi madre dormía con una sonrisa en los labios y yo veía el techo de la habitación como si se alejara. Los colores que veía dentro de mi casa son obscuros, fríos y me llenan de tristeza. Ahora los horizontes son más amplios y mi hogar no tiene más techo que las estrellas. Todo los días me despierto y recorro los bosques recogiendo los frutos que la tierra me regala para vivir, paseo por el río con mi barcaza y me baño; mientras el sol sale e inunda el cielo y mi corazón con tiernos colores. Realizo mis labores, hago todo aquello que necesito para seguir caminando por el mundo. He vivido solo ya hace mucho tiempo, he dejado toda una vida atrás. Recuerdo las noches en que me escurría por las calles buscando cualquier cosa que se presentara al paso. Toda la ciudad rodeaba mi cabeza y me disponía a recorrer un mundo diferente, aquel que nace con la luna.

Ahora contemplo amaneceres y me olvido de todas aquellas imágenes que me asaltaban en el hospital, que son lo que alguna vez era mi vida cotidiana. Aquellas visiones de mujeres perdidas, hombres y mujeres sin esperanzas que te observan mientras buscan un consuelo en el alcohol. Recordar que yo mismo me acercaba a cualquier tipo de substancia que me hiciera sentir..., cualquier droga era recibida, ser adicto sienta bien.

Contemplo lejanías y el cielo se presenta cada vez más claro, el azul se pierde en un cielo blanco que comienza a brillar, subo a la montaña y entro a esta cueva que me ha dado refugio. La noche aquí trae la paz, salgo y veo las nubes debajo de mí, el cielo cubierto de estrellas en las alturas y todo inundado por el canto de la naturaleza. Respiro hondo y siento que floto por un momento, todo parece un sueño. żAhora que me espera?. Entro y me acuesto, pronto el sol volverá a entrar aquí trayéndome de vuelta.

Ha caído la noche; otra más, una un día mas he sobrevivido. Tras largo sueño me espera esta ilusión que es mi vida, ahora sí a escurrirme por las calles, a escuchar los pasos cercanos y sentir ese miedo que siempre que siempre me ahoga. Con una vida así no me espera otra osa. Bueno, por lo menos ahí están ellos.

- Ya buey, saca la mona, no seas culero -digo-.

Observo como se acerca este tapo bien húmedo, siento que mis ojos brillan antes de perderse en el suspiro del vacío. Inhalo profundamente el thiner y mi rostro se desfigura en una mueca, en una sonrisa estúpida que revela un lamento. Es mi alimento, el primero de la noche y el único que recuerdo desde hace mucho en mi vida, así llevo años, desde siempre, viviendo en mi isla mental y creciendo en otra. Oh, ahí viene la niñita esa que me cae tan bien.

- Chale, hasta que despiertas, te la pasas durmiendo todo el pinche día.

- Te vale madre, es lo único que me mantiene vivo. Ya saca el activo, żno?

- Vete a la verga.

Se marcha y poco a poco todos se irán; todavía me queda un leve recuerdo de mi sueño, pero se que me abandonará, que no me dejara siquiera una sonrisa y que tengo que hacer todo lo posible para llegar a la mañana, pasar de esta noche. Aunque siento que cada vez me será más difícil, que ya no podré aguantar mucho y que ese futuro de mis sueños no llegará. Solo ... solo de nuevo y cada vez con más penumbras.

Ha llegado el nuevo día, salgo de mi amada cueva y contemplo nuevamente este bello paisaje, en mis sueños siempre aparece ese pasado terrible y tengo la certeza que mis esperanzas de seguir con vida no se han evaporado con el sol.

 

 

CLIMACUS.

REGRESAR >>>