La Huelga  de la UNAM: represión durente la huelga

PFP. Abril 20, 2000, Foto del GritoLo que es cierto es el hecho de que la represión fue constante, a veces contra quienes menos se lo merecían. entre los hechos más destacados (muy aparte de la toma militar del 6 de febrero) se encuentran las constantes golpizas por grupos porriles hacia estudiantes, la muerte de una estudiante sin castigo, la golpiza en Periférico, los delitos de "asociación delictuosa" fabricados, las golpizas durante los bloqueos informativos a las clases extramuros, además de la permanente campaña de satanización del movimiento, especialmente por parte de las televisoras.

18 averiguaciones previas contra paristas, abiertas y en poceso / La Jornada
Líder de colegios de abogados encabezó a porros de Derecho  / Revista Margen / ENTS
Opera en la UNAM el grupo Cobra: académicos / La Jornada

 Motín, despojo, daño en propiedad ajena, las acusaciones
18 averiguaciones previas contra paristas, abiertas y en proceso

* De oficio, cargos contra atacantes de la embajada de EU: Fix Zamudio, José Galán y Jesús Aranda *

La PGR mantiene abiertas y en proceso de integración 18 averiguaciones previas en contra de aproximadamente 35 miembros del Consejo General de Huelga de la UNAM, con base en los delitos de motín, despojo, daños en propiedad ajena --en este último caso, de la nación y de la embajada de Estados Unidos-- asociación delictuosa y lo que resulte, sin que hasta el momento las autoridades universitarias hayan desistido de sus denuncias. En todo caso, el desistimiento de cargos por parte del rector de la UNAM en las demandas penales interpuestas con los paristas sólo procedería una vez que éstos entreguen las instalaciones, aseveró el investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Héctor Fix Zamudio.

Las 18 averiguaciones previas concentran por delitos a un importante grupo de paristas que poco a poco han sido citados a declarar ante el Ministerio Público federal, instancia que continúa integrando los expedientes para su posterior consignación ante jueces federales, a quienes corresponderá determinar el cauce legal de cada una de ellas.

Ratificadas por última vez por el entonces abogado general de la UNAM, Gonzalo Moctezuma Barragán, días antes de que Francisco Barnés de Castro renunciara al cargo de rector de la UNAM, estas denuncias continúan su curso, sin que las actuales autoridades, encabezadas por Juan Ramón De la Fuente, se hayan desistido de ellas.

Entre las averiguaciones abiertas por el Ministerio Público Federal destacan las indagatorias en torno a las agresiones en contra de la embajada de Estados Unidos en México, los daños al patrimonio nacional ocasionados en las instalaciones de la UNAM, así como el robo y despojo de equipo e instalaciones en institutos de investigación como en el caso del de Investigaciones Estéticas, a cargo de María Teresa Uriarte, esposa del candidato del PRI a la presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa.

El desistimiento, imposible sin actitud conciliatoria de una parte: el jurista Fix Zamudio, ex ministro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseveró por su parte que las autoridades de la máxima casa de estudios "no pueden hacer anticipadamente el desistimiento, que tiene el propósito de lograr una reconciliación general, si no hay una actitud conciliatoria de la otra parte, y no se entregan las instalaciones".

Entrevistado al término de la conferencia de prensa en la que se dieron a conocer los avances de la Comisión para la Creación de una Nueva Ley de Amparo, Fix Zamudio precisó que un posible desistimiento por parte de las autoridades universitarias en las querellas presentadas contra los paristas "está condicionado a que estas personas que se han apoderado de la universidad levanten el paro y lleguen a ese congreso planteado para discutir sus propuestas".

El jurista comentó que en toda querella, como es el caso de las demandas presentadas durante la rectoría de Francisco Barnés de Castro, se puede dar el desistimiento a petición de parte, aunque precisó que en lo que se refiere a los estudiantes procesados por causar daños a las instalaciones de la embajada de Estados Unidos, en ese caso el delito se persigue de oficio, por lo que el
proceso en su contra deberá continuar.

MARGEN - Revista de Trabajo Social
La huelga en la Universidad  Nacional Autónoma de México UNAM

* Salieron a relucir chacos, tubos y pistolas en la agresión al CGH
La Jornada, México, 1 de febrero de 2000
 

Líder de colegios de abogados encabezó a porros de Derecho

* Othón Pérez Fernández orquestó el acto de provocación que dejó varias mujeres lesionadas

Roberto Garduño y Karina Avilés *

Sin fungir como profesor en activo de la UNAM, Othón Pérez Fernández orquestó un acto de provocación que derivó en violencia en contra de los integrantes del Consejo General de Huelga. Armados con chacos, tubos e incluso algunas pistolas, decenas de porros del Grupo de Reflexión de Estudiantes Universitarios (GREU) y del Tres de Marzo, entre otros, derribaron la barricada de la puerta principal para irrumpir en el campus universitario. Al grito de: "¡Derecho, derecho, derecho!", estudiantes de esa facultad siguieron a los golpeadores, hasta la explanada de ese plantel.

En un santiamén, la barricada de avenida Universidad y Copilco se convirtió en un campo de batalla. Al observar el derribe de la muralla que impide el paso a las instalaciones de la Universidad Nacional, los huelguistas formaron una valla humana para obstaculizar el desquiciante paso de los porros. En ese momento no hubo poder humano que detuviera a los seguidores de Othón, quienes, además, respondieron de la misma forma a la lluvia de piedras, tubos y trozos de madera que cruzaban de un lado a otro. De aquella escena resultaron golpeadas varias mujeres; a una de ellas le sangró profusamente una herida de la cabeza.

Los individuos de chamarra azul y oro

Ayer a las diez de la mañana, en el Superama de avenida Universidad y Copilco, comenzaron a reunirse profesores y alumnos de la Facultad de Derecho. Pero se sumaban individuos que nadie identificaba: eran hombres que vestían chamarras con los colores azul y oro de la UNAM. Algunas jóvenes alumnas explicaban sus motivos para estar ahí: "El coraje vence el miedo". Todos fueron convocados por el presidente de la Federación Nacional de Colegios de Abogados, Othón Pérez Fernández, quien trepado en una barda los arengaba: "Somos de Derecho, y el derecho se Mural pintado en la Prepa 5aplica".  Minutos más tarde, a las 10:45, el mismo Othón lanzó la señal: exigió a los presentes que con mano arriba votaran si estaban dispuestos a retomar las instalaciones de la facultad: ¡sííí!, fue la respuesta. El contingente antihuelga cruzó la avenida que lo separaba de la barricada, entonando su consigna: "¡Robo, fraude y cohecho; robo, fraude y cohecho, arriba, arriba, la Facultad de Derecho!"; al frente de ellos, una gran manta que aludía al fin de la huelga: ¡Ni un día más!

Del otro lado de la barricada esperaban los estudiantes del CGH; en un momento los montones de cascajo, maderos, pupitres, llantas, enrejados y mallas metálicas fueron rodeados por los dos grupos. Othón Pérez, un hombre de edad, fue el primero en subirse a ese montículo y provocar el maremágnum. "¡Bájese, vamos a dialogar; no provoque un enfrentamiento entre universitarios!", le demandaban los huelguistas. Pero este personaje se dirigió a sus acompañantes y les preguntó de nuevo: "¿Levantamos o no levantamos la huelga?", la respuesta fue otro "¡sííí!". Othón, entonces, les replicó: "¡Vamos, entremos!".

A unos metros de ahí, Enrique Cervantes Contreras, El Tabasqueño, junto a un grupo de porros, comenzó a derribar la barricada. Arrancaban maderos, piedras, tubos y llantas. Los alumnos del CGH, sorprendidos, formaron una valla humana: eran jovencitas en su mayoría que pretendían cerrar el paso al grupo de choque. No lograron su objetivo, y mientras unos seguían en la labor de destruir el montículo, otros se aprestaban a repelerlos. De pronto inició una lluvia de piedras, maderos, tubos y distintos proyectiles que lastimaron sobre todo a las mujeres. Una reportera de televisión, Cecilia, recibió un mazazo en la cadera. La trifulca se recrudeció cuando Othón Pérez, a manera de tacle de futbol americano, se introdujo al campus; era tanto su afán, que tropezó y rodó por el suelo: "¡Déjenlo, déjenlo!", gritaban los porros, pero nadie le causó daño. Se encontraba agitadísimo y, como títere, una masa humana de subalternos lo arrastraba de un lado a otro para cuidar su integridad.

Mientras los porros lo protegían, un compacto grupo de estudiantes de Derecho se introdujo al campus al grito: "¡A la facultad, a la facultad, a la facultad!". Pero Othón ya no quiso avanzar más; jadeante, respondía a sus seguidores: "¡Ya ganamos, ya ganamos. Ya se hizo, vámonos. Ya ganamos!".

Cuando los antiparistas se encontraban discutiendo con los integrantes del CGH en la explanada de la Facultad de Derecho, Othón Pérez decidió retirarse y, justamente al remontar la barricada, sobre avenida Universidad, se desvaneció inexplicablemente. De ahí fue trasladado al lujoso hospital Angeles del Pedregal. Una vez que el orquestador se fue, afuera de la Facultad de Derecho los estudiantes huelguistas y los antiparistas oscilaron de un clima de tensión a otro de entendimiento. Pero fue difícil. Primero acordaron formar una comisión de cinco y cinco, para discutir la fecha y lugar de un encuentro para analizar la huelga. Aun así, se dieron intercambios de posturas e incluso acusaciones.

Francisco Ramírez, huelguista de esa escuela, le reclamó a Mao Américo Sáenz sus vínculos con el diputado priísta Jaime Miguel Moreno Garavilla: "Ustedes entraron y enarbolaron la violencia; ustedes tratan de romper este movimiento por la vía ilegal. Ustedes son responsables". Mao le respondió: "La gente está encabronada; yo no puedo hacer nada; yo no tengo la culpa, yo no soy responsable, yo no muevo estos hilos".

Pero también una persona de nombre Alfonso Casados, que se decía profesor, pero al que ni los alumnos huelguistas ni los antiparistas conocían, argumentaba: "Este paro ha sido criminal para la vida académica, no lo podemos tolerar más; vamos a pedirle al notario público que dé fe de que la comunidad de Derecho, alumnos y trabajadores, queremos recuperar nuestra facultad".

Tras esa explicación, otros alumnos antiparistas gritaban: ¡Clases sí, huelga no!, y arengaban a sus compañeros: "¡Cumplido el objetivo, vámonos a nuestras labores, porque nosotros sí trabajamos; a nosotros no nos mantiene el PRD!".

Además Mario Benítez (MB), que se presentó de inmediato a ese sitio, discutió con Carlos Rolando Penagos (CRP), quien se dijo profesor de Derecho:

MB: Ustedes entraron con chacos; ya te enseñé a la gente que no es de aquí. Si quieres vamos a preguntar quiénes son. Que vengan las cámaras y vemos con qué gentes se acompañan ustedes. CRP: Nosotros no los convocamos; somos universitarios y queremos dialogar, pero no se encierren.
MB: Lo que yo digo es una cosa; así no se puede dialogar. ¿Qué actitud quieren que tomemos? CRP: Hay que convenir una reunión entre representantes de ustedes y de nosotros, y así va a ser una legitimación legal y una legitimación social.
MB: Las asambleas no incluyen ni profesores ni directores.
CRP: Tú también eres profesor.
MB: Sí, y soy estudiante de posgrado.
CRP: Yo también soy estudiante.
MB: Pero quien cita a estas asambleas es el director, el secretario general y los profesores. Yo les pido esto: si ustedes entran a golpes, no se resuelve el problema. Se complica. Vamos a resolverlo.

Alejado a unos metros de esos desencuentros, José Barroso Figueroa, secretario general de la Facultad de Derecho, observaba la escena y trataba de explicar la situación: "Los ánimos, sobre todo por tratarse de jóvenes, se exaltaron; como siempre se exaltan, y estamos procurando que se retiren... creemos que ya se cumplió la misión que había ahora; que una buena cantidad (alumnos) de Derecho se reuniera aquí, de forma poco usual pero suficiente mediante asamblea a mano levantada, para manifestarse en el sentido de que debería ya concluir el paro".

­Pero aquí hay mucha gente extraña.
­De los jóvenes que estaban allá afuera agrupados, todos eran de la facultad; es muy sencillo de comprobar porque incluso nosotros tenemos un padrón; son gente que entró en la votación; en cuanto a la gente que está adentro, pues sí hay mucha gente extraña.
­Algunos de los que entraron traían armas...
­De nosotros absolutamente nadie; nadie tiene armas y menos tienen autorización para poder intervenir; ni siquiera queríamos que se llegara a este extremo; nos mantuvimos a distancia, y lo que estamos procurando es que la gente no se exalte demasiado. Quien hizo la exhortación a los alumnos para que se manifestaran fue Othón Pérez Fernández del Castillo. El no es profesor en activo en este momento... fue durante mucho tiempo profesor.

Al otro lado del estacionamiento, los estudiantes huelguistas y antiparistas seguían discutiendo. Las comisiones que se habían formado buscaban puntos de acuerdo para encontrarse próximamente en un debate sobre la huelga. Pero un alumno, de los que irrumpió al campus momentos antes, Heriberto Bolaños Ramírez, de tercer semestre de la Facultad de Derecho, marcaba con insistencia el 060 en un teléfono celular:

"En este momento me encuentro en el estacionamiento de la Facultad de Derecho; estamos solicitando apoyo para que se garantice la seguridad de la gente que estamos aquí, y el resguardo de las instalaciones. Se nos está negando el acceso, cosa que constituye un delito. Estamos alrededor de 300 personas. Aquí los esperamos". Al cuestionársele sobre la llamada que hizo, explicó a los reporteros que ya se dirigía a ese sitio una unidad policiaca que nunca apareció.
 

El seudoestudiante

Dos horas después de la irrupción, brigadistas del CGH aprehendieron a un joven que se dijo llamar Roberto Paz Castellanos, quien presentó una credencial que lo acredita como estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Pero al ser interrogado sobre las materias que se cursan en ese plantel, no supo responder; incluso le pidieron nombres de los maestros que ahí imparten clases, pero tampoco contestó. Los huelguistas lo presentaron ante los medios de comunicación y mostraron la acreditación falsa. El seudoestudiante dijo entonces que lo habían golpeado, pero no pudo mostrar un signo de agresión. "Que los medios den a conocer que este es un porro pagado por las autoridades", gritaron los integrantes del Consejo General de Huelga.

Después de una larga deliberación, la comisión que se reunió en la facultad acordó que el diálogo es la única forma de solución al conflicto en la máxima casa de estudios; el rechazo a toda forma de violencia que enfrente a los universitarios, y celebrar dos reuniones hoy: una en el Palacio de Minería a las once de la mañana, y otra en el kiosco del Jardín Hidalgo de Coyoacán, a las 17:00.
Pasaban de las 14:00 y los estudiantes que entraron detrás de los porros, que ya se habían retirado, caminaron nuevamente hacia la barricada de la discordia. Una vez que entonaron un goya, salieron sin complicación.

Más tardó en darse a conocer ese suceso, cuando el doctor Eduardo López Betancourt hizo circular su postura sobre la provocación: "Son lamentables las actitudes protagónicas de varios maestros universitarios. En particular, en el caso de Othón Pérez, resulta nocivo su comportamiento para resolver el conflicto de la UNAM; en un problema estudiantil los maestros debemos ser constructivos, y no gladiadores o boxeadores, presentándonos como rompehuelgas, ya que esa actitud complica más la situación universitaria".

La mesura de los estudiantes, huelguistas y no huelguistas, se impuso otra vez a la provocación.

Versión fantasiosa, responden las autoridades

Opera en toda la UNAM el grupo Cobra: académicos

* El director de Protección a la Comunidad recibe órdenes de Gobernación, dicen
* Tiene fuertes nexos con órganos porriles

Raúl Llanos Samaniego * Profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Vallejo denunciaron ayer que Brígido Navarrete, director de Protección a la Comunidad, de la UNAM, ha encabezado durante muchos años al grupo paramilitar Cobra, cuyos integrantes operan en prácticamente todos los planteles de la máxima casa de estudios y tienen ligas muy fuertes con los grupos porriles.

Sin embargo, las autoridades de la máxima casa de estudios rechazaron "enfáticamente" esta versión, y calificaron de "fantasiosa" la pretensión de mostrar los mecanismos de identificación y comunicación que tiene el cuerpo de vigilancia como propios de organizaciones policiacas.

"Este recurso, sin ningún sustento, pretende desvirtuar la naturaleza de la función que realizan los trabajadores universitarios de esa dirección", aseguran las autoridades en un comunicado distribuido anoche.

La Dirección de Protección a la Comunidad, antes de 1989 llamada Dirección General de Servicios Auxiliares, tiene el propósito de otorgar seguridad a los integrantes de la Universidad Nacional, así como prestar servicios complementarios de correspondencia, intendencia, transporte interno y servicio de bomberos, precisaron las autoridades de la máxima casa de estudios.

Por su parte, los académicos Rubén Venadero, Fidel Belmares y Cristina Caramón aseguraron en conferencia de prensa que Navarrete "es quien se encarga silenciosamente del control político de la UNAM", y apoyado en ese grupo de "golpeadores profesionales" regula toda inconformidad dentro del campus, o bien, informa a las autoridades universitarias de las acciones de protesta que se presenten en la comunidad.

Acompañados por el diputado local Rigoberto Nieto, presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa del DF, aclararon que los integrantes del grupo Cobra no están afiliados al STUNAM, sino que son trabajadores de confianza, por eso es que Agustín Rodríguez, líder de esa organización sindical, se desligó de inmediato de los que se apoderaron inicialmente por la fuerza de la Preparatoria 3.

Rubén Venadero precisó que Brígido Navarrete "actúa en la Universidad Nacional desde hace décadas. Los rectores cambian, pero él sigue siempre en su cargo, y encabezando a su grupo de golpeadores profesionales actúa como el aparato de seguridad del rector en turno". No es la primera vez que se le señala como responsable de un acto de provocación y violencia, dijo, pues hay otras acusaciones en su contra que nunca han prosperado, razón por la cual ahora insistió en que se investigue hasta qué punto llegó su participación en los hechos violentos del pasado martes.

Dejó en claro que Navarrete no actúa solo. "No es que el rector le dé una orden y se mueva, sino que obedece directamente los mandatos que provienen de la Secretaría de Gobernación, y así moviliza a su grupo paramiliar". Fidel Belmares agregó que el grupo Cobra mantiene una estrecha relación con los grupos porriles que operan en los diferentes niveles de la UNAM. "En el caso
concreto del CCH Vallejo, yo he sido testigo de la relación que tiene con el grupo '3 de Marzo', que son los porros de esta escuela".

En la misma conferencia, los profesores y el diputado local repudiaron los hechos violentos del martes pasado en la Prepa 3, pidieron la inmediata libertad de los jóvenes que fueron detenidos y exigieron la salida de la Policía Federal Preventiva de las instalaciones universitarias, de manera tal que no sea un obstáculo para la reanudación del diálogo, que deberá ser el único mecanismo
para resolver el conflicto de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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