La trucha es ese animal que habita en los ríos y lagos de buena parte del mundo y que tiene cautivados a millones de pescadores. Perteneciente a la familia de los salmónidos, la "salmo trutta fario" es la reina de los ríos españoles considerando como rey al salmón que si bien sólo habita los ríos que bañan el cantábrico todo aquel que haya pescado o haya visto pescar un salmón comprendera porque es considerado el rey.
La pesca de la trucha a mosca es una acción que en muchos casos requiere una depuración y precisión de movimientos que lo convierte en algo mágico y a la vez muy difícil (no en vano hay mucha gente que lo ve inalcanzable para ellos). Yo no creo que sea inalcanzable, lo que ocurre es que nadie nace sabiendo y el aprender este arte de pesca requiere mucho sacrificio y muchos días sin tocar escama.
En mi opinión, cualquier modalidad de pesca de trucha es dificilísima cuando quieres
rayar a gran nivel, lo que ocurre es que a lance ligero o a cebo siempre pescas alguna despistadilla a nada que sepas. A mosca eso no ocurre casi nunca, es decir, si pescas a mosca hasta que no adquieras cierta práctica y conocimientos lo más probable es que las capturas sean algo más que esporádicas.
A la trucha se le reconoce por sus características pintas por todo el costado y por ese color pardo amarillento que va desde una tonalidad muy oscura en el lomo hasta el grisaceo claro del vientre. Esta descripción pertenece a la trucha autóctona ibérica claro. En España hay dos clases de trucha autóctona bien diferenciadas: la atlántica y la mediterránea. Cada una vive en los ríos de las vertientes que les da nombre como es de suponer. La trucha de la vertiente mediterránea es algo más
amarillenta y de lomo más claro. La pena es que hoy en día quedan muy pocos lugares en los que habite trucha autóctona. En la vertiente atlántica creo saber que sólo habita en algunos cursos de altos de montaña de ríos como el Saja, el Deva, el Cares y algunos más pero con estos como más representativos. En la vertiente mediterránea podemos encontrar la trucha autóctona en ríos sobre todo del Pirineo en sus cursos altos.
Es una pena que desde hace unos años para acá la mala gestión de repoblación de los ríos españoles haya acabado en un gran porcentaje con la trucha autóctona, y si a esto además le sumamos que algunas leyes en determinadas comunidades "ayudan" al declive de dichas poblaciones, y que hay especies como el lucio que matan truchas en una cantidad muy alta, resulta que los ríos españoles no son ni la sombra de lo que fueron
y lo peor es que no hay atisbos de mejora. Aún así la esperanza es lo último que se pierde y creo que aportando cada interesado un poco de su parte, se podrá frenar algo el declive. Ojalá nuestros descendientes pudieran dejar de aplicar la popular frase de: " Cualquier época anterior fue mejor ", muy pronunciada desgraciadamente por los ribereños de los ríos de casi toda nuestra geografía.