Hola gatita! Porque lo quieras o no sigues siendo mi pequeña tigresa H_H. Porque que quieres que te diga, después de escaparme de casa con 14 años y vivir en estado salvaje le he cogido cierto cariño a los animales, y muy especialmente a los felinos. Pero aunque no lo parezca y me resulte un tanto lamentable escribirlo, la cicatriz de mi mejilla izquierda me la hizo una gatita siamesa que no estaba muy por la labor. -_- jo, lo peor de todo es que ésta es la excusa que le cuento a todo el mundo, pero en realidad me la hice, diox mí que vergüenza, cuando una araña gigantesca(unos 11mm) apareció colgando delante de mí de una forma un tanto burlona mientras me afeitaba con mi catana y, presa del pánico, usé mi infalible Hiten Mitsorugui, pero la muy desgraciada de la madre de todas las arañas (debía de serlo por su titánico tamaño) se abalanzó sobre mí con un velocísimo movimiento evitando que apartase la inigualable hoja de afeitar de mi cara y....si ya lo sé, eso me pasa por gorrón y no comprarme la "Yinshun doble filo" que anuncian por la tele, pero es que la vida salvaje unida a esa estúpida manía que tenemos los héroes samurai de no hacer mal a nadie que no se lo merezca (sí, todos aquellos individuos que porten en su vestimenta cualquier tipo de pegatina, dibujo o similares de teletubbies creo que no os convendría acercaros a mí, aunque pensándolo mejor....sssiiii, acercaos, acercaos, jiajiajiajiajiagg), derivó en que no andaba demasiado bien de fondos, pero desde que me dedico a vender mi vida tipo conde Lequio o, versión más moderna, tipo gran hermano (haber si se larga uno como voluntario y me llaman, que soy el próximo en la lista, Silvia lárgate! ^_^), me vá mucho mejor y ya no me hace falta afeitarme, ya que me he hecho la fotodepilación de la corporación mangaestética esa y, adiós a los cortes y a esos incómodos trocitos de papel higiénico que me ponían nervioso (guardemos un momento de silencio por el pobre Cesar, bellísima persona de la que me acuerdo todas las mañanas, cuando solía afeitarme). Aunque resulta bastante humillante este capítulo de mi vida, todos los días ,desde aquel desafortunado incidente con el papa arácnido, doy gracias al cielo por molar menos que Elric y no tener una espada tan "chula" como la suya, tu ya me entiendes. Bueno, ahora que ya me he sincerado contigo me despido. Hasta la próxima!