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La serpiente y la Santísima Virgen
En los primeros tiempos la serpiente volaba por los aires.
Un día yendo la Santísima Virgen en una burrita con el
Niño Dios en brazos por un camino que iba a Nazaret a la
casa de su prima Santa Isabel, dicen que en el camino por
donde iban había una higuera blanca.
Al ver pasar la Santísima Virgen, una serpiente voladora que estaba en la
higuera voló y espantó la burrita, volteando a nuestra Señora, y
haciéndole golpear al Niño.
Entonces la Virgen dolorida por el golpe exclamó:
- Maldita serpiente que te verás para siempre arrastrándote con tu
vientre, no volarás más y que todos mis descendientes te persigan...
Y mirando a la higuera la maldijo, para que no diera su fruto en ese
tiempo.
Por eso es que la higuera nunca da brevas blancas, sino el higo, segundo
fruto...
Tomada del libro Leyendas cordobesas de Julio Viggiano Esain.
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