La toooonada cordoooobesa


Nuestra tonada o "cantito" cordobés sería el resultado de la mezcla de varias lenguas indígenas y del idioma de los colonizadores. 
Antes del arribo de las expediciones españolas, en el territorio que hoy corresponde a nuestra provincia vivían dos tribus principales de aborígenes: la de los comechingones y la de los sanavirones. De sus respectivas lenguas, predominó la de los últimos; por eso, muchos pueblos cordobeses tienen nombres derivados de esa lengua (Anisacate, Salsacate...; sacat, en sanavirón, significa "lugar", "pueblo").
Pero también esa lengua desapareció con el paso del tiempo, prevaleciendo sobre ella el quechua que hablaban los indios esclavos, traídos desde el norte por los españoles. De esa confluencia de lenguas y el español mismo, parece haber surgido la tonada que caracteriza a los cordobeses.
Un periodista, poeta y escritor ya desaparecido, don Carlos Alberto Castro Torres, redactor durante muchos años del Diario Los Principios, de Córdoba, sostenía la tesis de que "el hombre tiene un modo de hablar que se compadece perfectamente con los perfiles del paisaje en que vive". Así, explicaba, el porteño, que vive al nivel del mar, habla como una perfecta raya, chirriante y seca; el rosarino, se le parece bastante aunque lo disimula su mezcla gringa; el cordobés, que vive en una geografía ondulada, tiene una tonada que sube y baja como el perfil de sus cerros y sus valles; el riojano, más cercano a las altas cumbres, exagera las pronunciaciones hacia arriba y hacia abajo; el jujeño tiene una tonada que corresponde su orografía pero también a la soledad de su comarca.
Más allá de todas las teorías, nos quedamos con la explicación poética del inolvidable Castro Torres.


Explicación tomada de la sección "Fonovoz responde", del diario La Voz del Interior, de Córdoba.