La agresión progresista


Me hacen gracia los numerosos comentarios que se oyen estos días deseando que el nuevo Papa "adapte a los tiempos" la doctrina de la Iglesia en materia sexual.

Las infidelidades matrimoniales, el divorcio, la promiscuidad y la homosexualidad eran lo habitual en el Imperio Romano del siglo I cuando los primeros cristianos comenzaron la evangelización. También lo eran la esclavitud, las luchas de gladiadores (sacrificios humanos), el abandono de los niños recién nacidos y las ejecuciones públicas por motivos políticos y religiosos. Desde entonces, algo hemos mejorado, en buena medida gracias a los cristianos (es decir, a la Iglesia).

Yo me pregunto ¿no serán los que se oponen a la doctrina cristiana en materia de amor humano y defensa de la vida quienes deberían adaptarse al siglo XXI, en lugar de pedir al nuevo Papa que retroceda hasta los oscuros tiempos del paganismo precristiano?



Los poderosos tienen el gobierno y el principal grupo de prensa-radio-tv. Nosotros sólo tenemos nuestra familia. Llevan un año intentando destruirla: contra matrimonio, divorcio-express; contra los niños, aborto libre; contra los abuelos, eutanasia dulce; contra el noviazgo, sexo fácil, a ser posible "homo ".

Toda dictadura (nazismo, comunismo, etc.) ha atacado a la familia y a la religión: Papá Estado ha de ocupar el lugar de la familia y de la Iglesia. Esto lo saben bien los dicta-progres actuales: destruida la familia y la religión, todos seremos hijos agradecidos de estos progres. Nosotros sólo contamos con la familia y con nuestra fe. Los poderosos nos atacan, mientras la oposición calla cobarde. Pero no estamos solos. No tengamos miedo. El futuro es nuestro, pues nuestros son los hijos, los hombres y mujeres del mañana, porque nosotros no los matamos antes de nacer


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