LA PILDORA ABORTIVA RU-486


¿QUE ES LA RU-486?

Su nombre genérico es Mifepristona. Es una hormona sintética que bloquea la progesterona (hormona indispensable para que se mantenga el embarazo). El hijo concebido no puede continuar su desarrollo normal en el útero de la madre porque la RU 486 impide su fijación y provoca su expulsión, por lo que produce su muerte (aborto).

Podemos decir que es una "antiprogesterona". La progesterona facilita la implantación del óvulo fecundado pero hace que las células de la matriz sinteticen y almacenen glucógeno, sustancias alimenticias, también promueve el crecimiento de vasos sanguíneos y facilita la relajación para que no haya contracciones. Asimismo aumenta la firmeza del cuello del útero y lo cierra para que no pueda expulsarse el embrión. Es decir, prepara a la madre para que su hijo, que ha comenzado su andadura vital, pueda seguir adelante.

La RU-486 hace el efecto contrario. Si se administra antes de la implantación impide que se hagan los cambios necesarios y se cree en el endometrio ese ambiente rico en sangre para que se implante el embrión. Si se administra después bloquea la actividad secretora del endometrio y erosiona la pared produciendo el desprendimiento del embrión. Además aumenta las contracciones y reblandece y dilata el cuello para que sea más fácil la expulsión.

Por consiguiente, es un abortivo tanto si se administra antes como después de la implantación.

¿QUIÉN LA ELABORÓ?

El Dr. Georges Teusch que junto con Daniel Philibert eran investigadores de la compañía francesa Roussel-Uclaf, de ahí el nombre RU, (filial de la multinacional farmacéutica alemana Hoechst). El consejero científico de este laboratorio, Dr. Beaulieu convenció al entonces presidente del consejo de supervisión Dr. Sakiz para seguir estudiando la sustancia (eso hizo que equivocadamente se le haya atribuido la "paternidad" de la misma). En 1988 se suspendió la distribución en Francia por una protesta pública, pero se volvió a poner en circulación porque el gobierno francés tenía el 36% de las acciones de la Roussel-Uclaf. En 1989 se prohibió la importación en EEUU.

En 1993 Clinton instó a que se comercializara. En 1994, por las dificultades de comercialización la Roussel-Uclaf cedió gratuitamente los derechos de distribución a la Population Council, organización de planificación familiar sustentada por las Naciones Unidas y por fundaciones como Rockefeler. Se encargó una empresa húngara de su fabricación, pero esta también desistió. Ante la posibilidad de un boicot y calculando los beneficios que traería la RU en comparación a lo que se perdería con el boicot, la Hoechst cedió gratuitamente los derechos al Dr. Sakiz quién creó una firma que sólo fabrica la RU, ningún otro producto más.

¿CUÁNDO SE DESCUBRIÓ?

En 1980, aunque la experimentación humana se comenzó a practicar en 1982. En España en concreto se probó en Valencia en el Hospital General en 1985.

Entre 1982 y 1988, que fue el período de prueba hasta que se autorizó se detectaron utilizaciones ilegales y comercio en Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, Italia y otros.

¿CÓMO SE PRESENTÓ?

La RU 486 se presentó como una alternativa moderna y segura del aborto quirúrgico y como un posible medicamento para el tratamiento de enfermedades como: cáncer de mama, ciertos tumores cerebrales y síndrome de Cushing, un trastorno de la glándula pituitaria. Sin embargo la National Cancer Institute (NCI) afirmó que la RU no ofrece nada que pueda suponer ventajas sobre las otras terapias ya en uso, y la ARC y la Liga Nacional (asociaciones francesas para la investigación contra el cáncer) suspendieron sus ayudas. La AMA (American Medical Association) investigó sus posibilidades terapéuticas y sacó la conclusión de que no hay pruebas sustanciales para afirmar que la RU 486 pueda servir de tratamiento efectivo para determinadas enfermedades.

¿POR QUÉ TIENE TANTO ATRACTIVO PARA LOS PARTIDARIOS DEL ABORTO?

Tiene mucho atractivo porque se ve como "una forma de eliminar el "problema" sin pasar por el quirófano". Sus defensores afirman también que disminuye los traumas psíquicos que el aborto quirúrgico produce (están reconociendo que estos existen) y piensan también que así se salva la dificultad de que la mayoría de los médicos en España no quieren practicar el aborto.

Sin embargo los psiquiatras afirman que esos traumas no disminuyen, pues además de los que ya lleva consigo cualquier aborto, que son ciertamente muy serios, se añade que la mujer vive sola la total responsabilidad que supone eliminar paulatinamente el feto durante varios días (el tiempo mínimo de expulsión son 72 horas).

Tampoco se evita totalmente la posibilidad de ingreso en un quirófano, pues en los casos que no actúa puede ocurrir que el feto no sea expulsado y en ese caso hay que practicar el legrado.

También puede ocurrir que el embarazo continúe y el niño nazca con defectos congénitos más o menos graves ya que la RU actúa durante las primeras semanas del embarazo que son fundamentales para la correcta formación de los órganos del cuerpo. En algunas clínicas donde se ha ensayado el aborto con esta píldora obligan a las mujeres a firmar un documento autorizando a practicar un aborto quirúrgico sino se produce con la RU.

Asimismo se producen a menudo hemorragias abundantes que obligan a acudir al centro hospitalario.

¿CÓMO SE UTILIZA?

Se administran tres comprimidos de mifepristona. Entre las 36 y 48 horas siguientes se completa con la ingestión de prostaglandina. Esto provoca el aborto en el 95% de los casos, cuando se administra hasta las 6 ó 7 semanas de gestación.

Hace falta realizar entre tres y cinco visitas separadas al centro antes de la toma de la RU y al menos son necesarias dos ecografías (una previa y otra posterior para comprobar que la expulsión ha sido completa).

¿EN QUÉ CASOS ACONSEJAN NO UTILIZAR LA RU LOS PARTIDARIOS DE LA MISMA?

Embarazos no confirmados.

Sospecha de embarazo extrauterino.

Si han pasado 50 días del comienzo de la menstruación.

Si hay contraindicaciones a la prostaglandina.

Tratamientos prolongados con corticoides.

En casos de insuficiencia suprarrenal, problemas de coagulación o tratamiento anticoagulante, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, diabetes tratada con insulina...

Antecedentes asmáticos, bronquitis crónica, antecedentes cardiovasculares, hipertensión...

Deben abstenerse de tabaco y alcohol los días que están utilizando el método abortivo.

El riesgo aumenta con la edad.

¿QUÉ EFECTOS COLATERALES TIENE?

Tomados del prospecto que se da a las usuarias francesas:

Dolor: en ocasiones, durante unos 10 días y exige analgésicos fuertes.

Hemorragias de unas dos semanas de duración que pueden hacer necesario un tratamiento de urgencia, como una transfusión y por tanto debe acudir a un centro hospitalario. Los sangrados no son prueba de la eficacia conseguida (recordemos que el método no es "eficaz" en un 100% de las veces).

Retención del feto.

Complicaciones muy graves (5 de cada 1.000 casos).

Algunas muertes.

Problemas psicológicos (ya mencionados).

Efectos teratogénicos (malformaciones) si continúa el embarazo (nunca se ha lanzado la campaña de un medicamento conociendo este efecto).

Por todo esto, se restringe a uso hospitalario (no se cumple ya la perspectiva de utilización individual).

¿QUÉ PODEMOS DECIR DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIAL?

Es una falsa ayuda para la mujer, que se encuentra en situación difícil. Es un arma de aparente fácil uso e imposible retroceso.

Terceras personas mediante el engaño, la coacción, el alcohol o la droga pueden hacer abortar a la mujer sin su consentimiento.

A pesar del control burocrático y administrativo en hospitales es ilusorio pensar que no se va a producir un comercio ilegal de enormes proporciones, como ocurre con drogas prohibidas que cruzan fronteras y entran incluso en cárceles y hospitales.

Si los riesgos y contraindicaciones son serios en países industrializados, la peligrosidad se hace más extrema en los sanitariamente subdesarrollados.

¿Y MORALMENTE?

Se pretende quitar importancia al hecho intentando convertirlo en algo banal, pero aunque se disminuyeran los problemas de tipo físico y psicológico para la mujer, eso no quitaría la gravedad al hecho del aborto, que es eliminar una vida humana.

"La píldora ahora produce un proceso que permite que el aborto se parezca a un anticonceptivo. En otras palabras, tiende pura y simplemente a insensibilizar la conciencia sobre el acto en sí y sobre su gravedad" C. Decustray.

"Ante una situación tan grave, se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de autoengaño". Juan Pablo II.



LA RU-486 ACTÚA HASTA LOS 49 DÍAS DE GESTACIÓN. PODRÍA MATAR A UN EMBRIÓN DE 21 DÍAS AL QUE YA LE LATE EL CORAZÓN, A UN FETO DE 4 SEMANAS O A UNO DE 5 SEMANAS EN EL QUE YA SE DISTINGUEN LA RETINA, LOS PÁRPADOS, LAS MANOS...





Expertos denuncian el enmascaramiento de la «píldora del día después»

Declaraciones de la profesora Claudia Navarini ROMA, martes, 25 mayo 2004 - Un «lenguaje propagandístico» enmascara con la mentira y la desinformación el propósito abortivo de la «píldora del día después», afirma la doctora Claudia Navarini. Por este motivo, la profesora de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) que las mujeres merecen que se les proporcione la «posibilidad de un verdadero consentimiento informado» sobre las consecuencias del fármaco.

La experta comenta de este modo la «sorprendente afirmación» que apareció el pasado 6 de mayo en medios como la CNN y la CBCNews haciéndose eco de Associated Press: «Si una mujer ya está embarazada, la píldora del día después no tiene efecto alguno». Esa agencia de prensa informaba «en tono polémico» que la Administración para la Alimentación y los Medicamentos estadounidense («Food and Drug Administration», FDA) se había opuesto a la venta del fármaco sin prescripción médica, «afirmando que los riesgos ligados a su empleo eran tales que era imprudente confiarlos a la automedicación, considerando el gran porcentaje de utilización de menores (de edad inferior a los 16 años)», constató la profesora.

«Los partidarios del acceso libre --confirma-- acusaron a la FDA de haberse plegado a las presiones políticas en perjuicio de las mujeres, para las cuales la contracepción de emergencia representaría una "segunda posibilidad" después de relaciones "no protegidas", de relaciones con contracepción fracasada (por ejemplo, rotura del preservativo) o de violencia sexual. Además, dicen, sería una "formidable" ayuda en la prevención del aborto». Unas observaciones que la doctora Navarini califica en el mejor de las hipótesis de «ingenuas», porque ya en los años '60 se conocía el funcionamiento de la «contracepción postcoital», esto es, que una «administración masiva de «contraceptivos orales (estrógenos y/o progestínicos sintéticos) producía un aborto precoz».

«La moderna "píldora del día después" ha cambiado las dosis, los niveles de tolerancia, los tiempos del fármaco, pero no los principios de funcionamiento», unas hormonas con dos misiones: «detener la ovulación (efecto contraceptivo) e impedir la implantación del embrión (efecto abortivo)» --explica--.

Para que esto ocurra es necesario que la mujer tome el fármaco dentro de las 72 horas desde la relación. El efecto del fármaco --apunta la doctora Navarini-- lo explica un estudio exhaustivo publicado en la revista «Anales de farmacoterapia» tras un minucioso examen de la literatura científica más acreditada sobre la cuestión entre 1966 y 2001 (Cf. «Postfertilization Effect of Hormonal Emergency Contraception», The Annals of Pharmacotherapy, 3/2002): «el riesgo de hacer el endometrio incapaz para la implantación es moderadamente alto en todas las fases del ciclo, preovulatoria, ovulatoria y postovulatoria».

Así que «si la relación "no segura" ha llevado a una concepción, la píldora provoca un aborto precocísimo e imperceptible obstaculizando la anidación del embrión en la pared del útero», denuncia la profesora. Los autores del citado artículo afirman: «Sabemos que algunos médicos, genetistas o especialistas en ética han situado arbitrariamente el inicio de la vida humana después de la implantación, excluyendo la posibilidad del aborto preimplantatorio». «No obstante --prosiguen--, conocemos la definición tradicional de embarazo: "el proceso gestacional constituido por el crecimiento y desarrollo en el cuerpo de la mujer de un nuevo individuo, desde la concepción hasta el nacimiento, a través de las fases embrionales y fetales"».

Igualmente recuerdan que «la concepción se define como "el inicio del embarazo, de ordinario identificado con el instante en que un espermatozoide penetra en un óvulo para formar un zigoto viable"». Por esto «es necesario intervenir corrigiendo, ante todo, la información sobre la "píldora del día después", dando mejores garantías a mujeres y adolescentes a las que el fármaco se les sugiere superficialmente como solución cómoda e indolora», alerta la doctora Navarini.

«O sea --añade--, hay que proporcionar la posibilidad de un verdadero consentimiento informado, ilustrando todas las consecuencias de la administración y ofreciendo un adecuado asesoramiento ético» Igualmente, la experta opina que «hay que poner en guardia respecto a la posibilidad de acceder a la píldora del día después sin prescripción médica» --como ocurrirá en Canadá--, porque «facilitar el acceso representa un doble perjuicio» para la mujer y para el concebido. Para las mujeres porque «se encaminan previsiblemente a un uso "regular" de la contracepción de emergencia, con los riesgos físicos y psíquicos a ella asociados y escasamente investigados», y para los «eventualmente concebidos» «porque tal "facilidad" no se traducirá en un menor número de abortos, como se quiere hacer creer, sino --con toda evidencia-- en lo contrario, en un mayor número de microabortos».

Aunque la embriología hace tiempo que aclaró que el inicio de la vida humana no puede sino coincidir con el momento de la fecundación, «el propósito abortivo de la píldora del día después es constantemente negado con la mentira ("si una mujer ya está embarazada, la píldora del día después no tiene efecto alguno"), con la desinformación ("el embarazo --o sea la vida del concebido-- comienza con la implantación")», denuncia la doctora Navarini.

Así lo «enmascara» el «lenguaje propagandístico», «que se esmera ingeniosamente para construir los eufemismos más tranquilizadores», de forma que «interrupción del embarazo» se sitúa en lugar de «aborto», «producto de la concepción» sustituye al niño no nacido y «contracepción de emergencia» parece «menos inquietante que "fármaco abortígeno precoz"», concluye

La gente anda desinformada y contenta en la ignorancia, es mejor no profundizar ni enterarse bien. La concepción es cuando el espermatozoide penetra en el óvulo aunque para proseguir la gestación es precisa la implantación. La pildora del día despues, si hubo concepción es abortiva.


ÍNDICE