LAS PINTURAS RUPESTRES ESQUEMATICAS DE FUENCALIENTE
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Para saber más: Ver el libro de Macarena Fernández Rodríguez: Las Pinturas Rupestres Esquemáticas del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Editado por la Mancomunidad de Municipios del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Ciudad Real, 2003. | |||
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Fotografías de las Pinturas Rupestres de Fuencaliente |
Fuencaliente es un municipio situado en el SO. de la provincia de Ciudad Real, a 100 Km. de la capital y a otros tantos de Córdoba. Se accede a la población por la carretera N-420 desde Montoro (Córdoba) o Puertollano (Ciudad Real). Fuencaliente es conocido por su balneario y por sus pinturas rupestres.
El descubrimiento de las pinturas rupestres de Fuencaliente se debe a Fernando José López de Cárdenas, cura párroco de Montoro (Córdoba) que recorrió estas tierras por encargo del conde de Floridablanca. El 26 de mayo de 1783 reconoció las pinturas de Peña Escrita y Chorrera de los Batanes o Batanera. López de Cárdenas trató de sacar entera una de las piedras con pinturas para enviarla a Floridablanca, pero solo podo extraer una parte de una de las rocas de la Chorrera de los Batanes.
Del descubrimiento de López de Cárdenas no se vuelve a tener noticia hasta que Luis María Ramírez y Casas-Deza publicó dos artículos en la revista "Semanario Pintoresco Español", en 1844 y 1846, uno sobre los baños termales, y otro específicamente sobre las pinturas rupestres.
En 1847 se publica el Diccionario de Madoz, y en él se hace referencia a las pinturas de Peñaescrita y La Batanera descubiertas por López de Cárdenas.
Cuando el mundo científico empieza a mostrar interés por las pinturas de Fuencaliente es a raíz de la publicación por Manuel de Góngora Martínez su obra "Antigüedades Prehistóricas de Andalucía" (1868), donde hace referencia a las mismas, acompañadas de unos dibujos al parecer sacados de los que hizo López de Cárdenas.
López de Cárdenas, Casas-Deza y Madoz pensaron que se trataba de caracteres fenicios, egipcios y cartagineses. Manuel de Góngora pensó que se trataban de caracteres ibéricos o célticos.
A finales de siglo los prehistoriadores comienzan a interesarse por el arte rupestre esquemático, iniciándose una amplia tarea de localización de nuevos enclaves e interpretación del significado de las pinturas.
En 1911 el francés Henri Breuil, llega a Fuencaliente, y visita y estudia Peña Escrita, La Batanera, Los Gavilanes y La Golondrina. Contrata los servicios de Tomás Pareja Luna, práctico local y en 1912 Breuil vuelve a Fuencaliente acompañado de Obermaier.
En esta segunda visita (abril/mayo de 1912) estudia los siguientes abrigos: Escorialejo, Piruetanal, Cueva Melitón, Solana del Navajo, Cueva del Monje, La Serrezuela y la Cueva de la Sierpe, además de otras localizaciones en Solana del Pino y Mestanza. Fruto de estos trabajos publicó su extensa obra sobre el arte esquemático en la Península Ibérica, quedando recogidos la totalidad de los hallazgos habidos hasta entonces en el gran Corpus de Breuil (193335).
Posteriormente se han descubierto nuevas pinturas, ampliando y completando el mapa de distribución geográfica, de manera que podemos comprobar que la pintura esquemática aparece prácticamente en todas las regiones españolas.
En los años 60, Pilar Acosta publicó dos importantes obras de sobre la pintura esquemática: "Significado de la pintura rupestre esquemática", Salamanca, 1965, y "La pintura rupestre esquemática en España", Salamanca, 1968.
Finalmente hay que destacar el trabajo llevado a cabo por Alfonso Caballero Klink, un trabajo de campo sistemático en el que catalogó de nuevo los yacimientos de pintura rupestre esquemática de Sierra Morena en la provincia de Ciudad Real. Las láminas de sus trabajos son un buen referente para un observar los problemas de conservación de las pinturas rupestres, al compararlas con las láminas que dibujó Breuil en 1911 de las mismas estaciones.
2.- EL ARTE ESQUEMATICO.
El Arte Esquemático, el Arte Paleolítico (o Cuaternario) y Arte Levantino son las tres grandes manifestaciones artísticas de nuestra Prehistoria. De los tres, el Arte Esquemático es el menos estudiado por los investigadores, quizás debido a su tendencia esquematizante y su difícil interpretación si se le compara con los otros dos.
El Arte Esquemático se refiere a pinturas sobre rocas cuarcíticas, y cuyo contenido temático es, fundamentalmente, la figura antropomorfa, siempre estilizada hasta límites en los que resulta muy difícil su reconocimiento. Abarca toda la Península, pero son especialmente numerosas en las cuencas de los ríos Guadalquivir, Guadiana y Tajo, Levante y Cataluña. Los emplazamientos son siempre al aire libre, en abrigos o pequeñas covachas, o simplemente en frentes rocosos. Los colores empleados son básicamente los mismos utilizados en los artes rupestres cuaternario y levantino, predominando los rojos y ocres. Los colores están siempre aplicados con técnica de tintas planas. El tamaño medio de las figuras oscila entre 20 y 30cm.
Respecto al horizonte cultural en el que se desarrolla este arte, hay que destacar que el contexto económico y social es diferente del marco en el que se producen el arte rupestres cuaternario y el levantino. Se habían producido cambios en la economía, pues aunque perdura la caza, la domesticación es evidente y, al parecer, el hombre trabaja la tierra. Al mismo tiempo aparecen otros elementos importados que indican un comercio entre los indígenas y las gentes que vienen a buscar metales. En alguna manera la sociedad sería más compleja y organizada.
Debido a la gran extensión geográfica que ocupa la Pintura Esquemática en la Península Ibérica se han creado "provincias artísticas" que engloban áreas geográficas concretas. Una de estas "provincias artísticas" es Sierra Morena en sus dos vertientes, que incluye parte de las provincias de Badajoz, Córdoba, Ciudad Real y Jaén. A pesar de esta división, solo formal, dentro de la Pintura Esquemática hay una unidad estilística, temática y, por tanto, cultural.
La localización de los yacimientos es variada, normalmente en paredes más o menos verticales, en pequeñas covachas o grietas, o en pequeños abrigos formados por la inclinación de la roca, siempre sobre rocas cuarcíticas. Su ubicación es muy variada, algunos están hundidos en el fondo de los valles y umbrías con muy poca visibilidad y desde otros se divisan amplias panorámicas.
La técnica del arte esquemático es casi exclusivamente pictórica. En otros lugares cercanos se han descubierto grabados e incisiones en la roca, como en El Viso, Córdoba. Las tintas son planas aunque se conoce un ejemplo de técnica puntillista en la Solana del Navajo.
El color predominante es el rojo, aunque también se conoce alguna figura aislada representada en negro. Al estar expuestas a todo tipo de inclemencias y sin ningún tipo de protección muchas se han deteriorado y han perdido la intensidad del color original por efecto de los agentes meteorológicos, hogueras, líquenes, vandalismo, etc.
El tema más representado es el de la figura humana en muy diferentes formas, unas veces aisladas, otras formando parejas, del mismo sexo o de ambos sexos, y no faltan escenas de la vida social. Las representaciones de animales (zoomorfos) no son tan abundantes como las antropomorfas, predominando los ciervos y cabras.
Encontramos también ídolos, además de figuras geométricas como puntos, barras, líneas, círculos, espirales, etc. Las figuras están siempre representadas de manera esquemática y estática, faltas de movimiento y hay quien ve en ellas cierto carácter narrativo.
Podemos clasificar las figuras que aparecen en:
La interpretación de la pintura esquemática varía según los autores que la han estudiado, y desde los primeros hallazgos se formulan las primeras hipótesis en torno al origen, significado y cronología de la pintura rupestre esquemática.
López de Cárdenas, su descubridor en 1783, las interpretó como signos fenicios, egipcios y cartagineses. Manuel Góngora Martínez, al publicarlas, en 1868 las relaciona con los íberos y celtas.
Hugo Obermaier, Henri Breuil, Cabré y Hernández Pacheco vieron en ellas un culto a los antepasados, y los recintos con pinturas serían lugares sagrados en donde se celebraban ceremonias funerarias y también matrimoniales.
La interpretación religiosa fue durante mucho tiempo la teoría predominante, pero nuevos estudios (Gómez Moreno, Pilar Acosta) tendieron a ver el factor religioso como elemento integrante pero no exclusivo, y en este sentido los abrigos con pinturas esquemáticas no siempre tendrían carácter de santuarios, ya que no todos los motivos pueden asociarse con un fin exclusivamente religioso. No se descarta un sentido narrativo y descriptivo, e incluso, por su sentido simbólico, se ha sugerido la posibilidad de ser auténticas pictografías que corresponderían a un arte ideográfico y a una verdadera escritura pictográfica. Su descubridor, López de Cárdenas, también les dio esta interpretación, aunque, equivocadamente, las relacionó con la cultura egipcia y fenicia.
En cuanto al origen de este arte se habla (Pilar Acosta) da una doble causa: la síntesis de elementos orientales, que llegaron a través del Mediterráneo, con otros de raíz autóctona.
Una cronología absoluta es imposible de obtener porque faltan elementos datables en las propias pinturas, y por la extensión y diversidad de las áreas geográficas que ocupa. Además se desconocen casi siempre los posibles asentamientos humanos relacionados con las mismas.
La datación absoluta se basa en criterios estilísticos no siempre seguros y en paralelismos con motivos y elementos que aparecen en objetos muebles que puedan haber sido fechados. No obstante, todos los investigadores coinciden en que las pinturas rupestres esquemáticas se iniciaron en el periodo Calcolítico (Bronce I), y en algunos yacimientos perdurarían hasta la Edad del Hierro.
Las pinturas de Peña Escrita, y las pinturas de la Chorrera de los Batanes o La Batanera, que se encuentran junto a una pequeña cascada del río Cereceda, son las más importantes por su número y por su estado de conservación, y son las que se recomienda su visita. El resto de yacimientos no están prácticamente señalizados, su localización es difícil, cuando no imposible, y algunos están en cotos de caza privados cuyos dueños impiden su visita. Además sus figuras son muy escasas en número, si se las compara con las de Peña Escrita. Las localizaciones GPS que se dan se refieren al datum ED-50 (European 1950)
Peña Escrita | Monumento histórico artístico nacional (25/Abril/1924).
Acceso muy fácil por camino asfaltado, señalizadas desde la N-420, km
101.6 |
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La Batanera | Monumento histórico artístico nacional (25 /Abril/1924).
Están señalizadas desde la carretera N-420, km 101.6, en la misma dirección
que las pinturas de Peña Escrita. |
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Cueva de la Sierpe | En la umbría de Riñoncillo, cerca del puerto del
Acetre. Acceso desde el camino de la Casa de las Mimosas. No hay camino
ni señalización. Muy deterioradas y al parecer han sido expoliadas.
Localización: 38º 27' 15.6" / 04º 20' 58.4" |
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El Escorialejo | En el Peñón del mismo nombre, en la parte occidental
de la Sierra de Navalmanzano. Acceso desde el camino de Peñaescrita
a Navalmanzano. Localización: 38º 25' 04.8" / 04º
15' 58.9" |
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La Golondrina | En el valle del río Valmayor, cerca del Collado
del Encebre. Acceso difícil, desde el camino de Valmayor por Hontanillas.
Coto privado. Localización: 38º 24' 16.2" / 04º
12' 20.1" |
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La Serrezuela | En la cordal de la Serrezuela en la cara norte,
se accede desde el Camino Real. Localización: 38º 25' 02.3"
/ 04º 19' 16.0" |
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Morrón del Pino | En Sierra Quintana, cara norte, cerca del Burcio
del Pino. Acceso difícil, se llega desde el Collado del Encebre,
en el camino de Navalmanzano. Localización: 38º 23' 49.5"
/ 04º 12' 45.7" |
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Cueva de Melitón | Junto al río Valmayor, en el paraje conocido como
Las Calderas y Paso de las Escaleruelas. Acceso difícil siguiendo el
curso del río Valmayor, finca privada. Localización: 38º
23' 11.6" / 04º 08' 41.7" |
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Los Gavilanes | En las paredes de la cabecera de la Garganta de
los Gavilanes, en el valle de Valmayor. Acceso difícil, coto de caza
privado finca Valmayor. Localización: 38º 25' 31.7"
/ 04º 14' 02.2" |
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El Monje | En la cara sur de la Sierra de Valdoro, frente
a la unión del arroyo de Nueveveces y el río Montoro. Se encuentran
en el término municipal de Cabezarrubias del Puerto. Acceso difícil,
sin señalizar, por el Camino de Cervigón. Localización:
38º 30' 42.7" / 04º 15' 06.5" |
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El Navajo | Se le conoce también como Solana del Navajo. Se
encuentra en la cara Sur del Cerro Cervigón, por el camino de Solana
del Pino. Se encuentran en un coto privado de caza (Finca Nueveveces)
por lo que su visita es problemática. Localización: 38º
29' 00.5" / 04º 12' 09.4" |
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Piruetanal | Frente a las pinturas de Peña Escrita. No está
señalizado y sólo queda una figura. Acceso desde el camino de Peñaescrita.
Localización: 38º 25' 14.5" / 04º 16' 35.5"
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Mediante este enlace puedes ver en Wikiloc y en Google Earth la localización de los principales yacimientos de pinturas rupestres esquemáticas de Fuencaliente |
SOLANA DEL PINO Covatilla del Rabanero |
MESTANZA Callejones de Río Frío |
ALMODOVAR DEL CAMPO Covatilla de San Juan |
SAN LORENZO DE CALATRAVA La Jalbegada |
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CABEZARRUBIAS DEL PUERTO Cueva de la Estación |
CHILLON Y ALMADEN Puerto de Vistalegre (Sierra de la Virgen del Castillo) |
BRAZATORTAS Castillón de los Morenos |
HINOJOSAS DE CALATRAVA Los Castellares |
9.- BIBLIOGRAFIA.
Hugo Obermaier | Pilar Acosta: Significado de la pintura rupestre esquemática. Salamanca, 1965. Pilar Acosta: La pintura rupestre esquemática en España. Salamanca, 1968. Henri Breuil: Les pintures rupestres schematiques de la Peninsule Iberique. 1933-1935 Juan Cabré: El arte rupestre en España. Madrid 1917. Manuel Góngora Martínez: Antigüedades prehistóricas de Andalucía. Madrid 1868 Francisco Jordá y José María Blázquez: Historia del Arte Hispánico. Madrid, 1978 Hugo Obermaier: El hombre fósil. Madrid, 1916. Luis María Ramírez y Casas-Deza: Los baños de Fuencaliente. Semanario Pintoresco Español Nº 20. Madrid, 1844 Luis María Ramírez y Casas-Deza: Templo fenicio y jeroglífico de Fuencaliente. Semanario Pintoresco Español Nº 31. Madrid, 1846. Fernando José López de Cárdenas: Franco ilustrado. Notas a las obras manuscritas del insigne anticuario Juan Fernández Franco, en la que se corrigen, explican y añaden muchos lugares para la instrucción de los aficionados a las buenas letras. Córdoba, 1775. Pascual Madoz: Diccionario Geográfico, Histórico-Estadístico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid 1847. Manuel Gómez Moreno: Pictografías Andaluzas, 1908. (En Misceláneas, L.S.I.C. Madrid 1949) Rafael García Serrano: Pintura rupestre esquemática de Ciudad Real. Ciudad Real, 1980. Alfonso Caballero Klink y Gratiniano Nieto Gallo: Bicentenario de la pintura esquemática, Peña Escrita 1783-1983. Ciudad Real, 1984. Alfonso Caballero Klink: La pintura rupestre esquemática en la vertiente septentrional de Sierra Morena, provincia de Ciudad Real, y su contexto arqueológico. Ciudad Real, 1983. Macarena Fernández Rodríguez: Las Pinturas Rupestres Esquemáticas del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Editado por la Mancomunidad de Municipios del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Ciudad Real, 2003. |
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Juan Cabré |
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