Hacía muchos años tenía un estreñimiento crónico, el cual no mejoraba con todas las medicinas que me daban diversos doctores a los cuales consulté. Me hice uno y otro remedio casero y sólo lograba aumentar mi angustia. Además, ya estaba afectando mi sueño y mi rendimiento laboral. Conocí entonces el TAO y, poco a poco al principio, comencé a practicar sus consejos: dejé de comer carnes, de comer entre comidas, de mezclar alimentos, empecé a ejercitarme temprano todos los días, y a mutar la energía sexual. Nunca me había sentido tan bien, tranquilo, sin dolor de estómago, la evacuación era rápida e indolora, y ya no tenía la fatiga y el insomnio que me estaba atormentando. Desperté a un mundo nuevo, y cada día aprendo más de la condición humana. Que bueno fue llegar al TAO!

RC

Desperté poderes que no creía tener

Siempre había leido libros de esoterismo donde hablaban de poderes maravillosos, clarividencia y ocultismo, pero no veía nada y finalmente quedaba frustrado, por momentos desechaba mis lecturas y creía que todo era falso. Alguien me invitó a las conferencias del TAO, y confieso que inicialmente estaba desconfiado. Me enseñaron que la conciencia está dormida debido a malos hábitos alimenticios, que la conexión mente - cuerpo es permanente y que al limpiar el cuerpo podemos tener una mente más lúcida. Así, día a día al practicar ejercicios y artes marciales, al finalizar los mismos, teniendo el cuerpo caliente y la mente tranquila, veía destellos de imágenes que antes solo veía en sueños. Aprendí a controlar mis vivencias en los sueños, es decir, a convertirlos en experiencias, y conocí muchísimo de mi mismo y de secretos que tenía guardados en mis registros de vidas pasadas, recordé libros enteros que yo mismo había escrito, y ya no tenía que leer libros de otros. Salí de la ignorancia gracias al TAO.

JC