Primera Prioridad a las
Comunidades Especiales de Puerto Rico |
Introducción
Al
comienzo del Siglo 21 existe todavía en Puerto Rico una realidad inescapable la
cual no podemos seguir evadiendo. Cientos de miles de nuestros compatriotas
viven en nuestro país en condiciones de pobreza, que son totalmente
inaceptables para una sociedad civilizada. Otros cientos de miles residen en
áreas no adecuadas para la vivienda, y miles de familias no han logrado todavía
acceso a las oportunidades de desarrollo económico que están disponibles para
el resto de nosotros.
Estas
condiciones de vida están presentes en muchos sectores de Puerto Rico: en los
bolsillos de pobreza urbana, en las barriadas aisladas de sectores rurales y en
muchas de las familias que viven en residenciales públicos.
Estos
puertorriqueños que son nuestros hermanos viven en el silencio de su realidad.
Son los que sufren, los que no tienen acceso, los que luchan diariamente para
lograr un sustento mínimo, los que se quedaron atrás, son los que esperan.
El
Cuadro Alarmante de la Pobreza
Las
estadísticas ofrecen un cuadro alarmante. Según el último Censo, el 58% de los puertorriqueños, o sea, 2,057,377
personas de un total de 3.5 millones de personas, viven bajo los niveles de
pobreza. Además, el 65.9% de los menores de 18 años también se encuentran bajo
el nivel de pobreza. O sea, que 761,789 de un total de 1.1 millón de niños y
jóvenes en Puerto Rico, están también sumidos en la pobreza. Por otro lado,
casi el 30% de los hogares de Puerto Rico están encabezados por una mujer. De
esos, el 70 % tiene una mediana de ingresos que sólo es el 40% de la mediana de
las familias encabezadas por padre y madre.
Estos
datos significan que hay dos Puerto Rico: el Puerto Rico de los que tienen y el
Puerto Rico de los que no tienen. Significa también que tenemos ante nosotros
una realidad inescapable, que es posiblemente la realidad más contundente de
nuestra vida como pueblo, aún cuando no la reconozcamos, aún cuando no la discutamos.
Todos
tenemos una responsabilidad de conciencia y un imperativo moral de volver a
hacer de la lucha contra la pobreza la primera prioridad de nuestra gestión
como país. No solamente los gobiernos tienen que cumplir su obligación
ministerial, sino que todos los sectores de la sociedad tienen que tomar la
determinación de obrar con responsabilidad concertada para darle la mano a
estos compatriotas, de modo que ellos mismos puedan tomar mayor control sobre
sus vidas y lograr un proceso de superación personal y familiar.
El
gobierno municipal de San Juan cobró conciencia de que San Juan no era una
ciudad sino en efecto dos ciudades, que aunque desde las avenidas y calles
principales de nuestra Capital no se observaba esta realidad, al adentrarnos en
los diferentes sectores se encuentran comunidades de una gran marginación. El
trabajo del gobierno municipal con las 53 Comunidades Especiales de San Juan ha
estado basado en tres principios fundamentales:
- el
principio de autogestión y apoderamiento comunitario que hace del residente el
eje central de la planificación y la acción de renovación y desarrollo;
- la alianza
entre las comunidades, los sectores públicos y el sector empresarial asumiendo
las diversas responsabilidades para facilitar el desarrollo;
- el enfoque
integral al problema de la pobreza que descansa en el convencimiento de que hay
que atacarla desde todos los frentes.
Este
modelo, que tan exitoso ha sido para el desarrollo de las Comunidades
Especiales de San Juan, debe ser replicado a nivel de todo Puerto Rico.
Sensibilidad
y Atención Prioritaria a las Comunidades Especiales
Para
el Siglo 21, Puerto Rico necesita un gobierno sensible; un gobierno que mire,
vea y atienda la verdad de nuestra realidad. Un gobierno que entienda que esta
realidad de la pobreza es tan contundente que su atención tiene que estar por
encima de partidos políticos e ideologías. Un gobierno que entienda que el
dolor no tiene color.
El
Partido Popular Democrático le ofrece al pueblo puertorriqueño un gobierno de
atención prioritaria a todas las comunidades de escasos recursos en alianza con
todos los sectores de nuestra sociedad con el propósito firme de lograr un
cambio real en las vidas de los compatriotas puertorriqueños que aún no
participan en los adelantos que ha logrado Puerto Rico en los últimos cincuenta
años.
Medidas
Propuestas
• El desarrollo económico será la columna
central del Programa de Gobierno, denominado Proyecto Puertorriqueño para el
Siglo 21. No obstante la atención a las Comunidades Especiales de todo Puerto
Rico y la respuesta sensible a los reclamos de los que más necesitan, serán la
orientación prioritaria de la labor de las agencias gubernamentales bajo el
nuevo gobierno.
• Alianza Puertorriqueña contra la Pobreza-
Para combatir la pobreza de una manera íntegra, coordinaremos y uniremos los
esfuerzos públicos a nivel central y municipal; privados, tanto empresariales
como de organizaciones sin fines de lucro; y comunitarios y continuaremos con
la participación afirmativa de los representantes de los residentes de los
sectores de escasos recursos económicos en Puerto Rico.
• Identificación de las Comunidades-
Inmediatamente al tomar el cargo, llevaremos a cabo un trabajo de identificación
de las comunidades de escasos recursos en todos los municipios de Puerto Rico,
a base de características comunes como nivel socio-económico, condiciones de
infraestructura básica, las condiciones ambientales, el estado de las viviendas
y otros aspectos de su desarrollo. Lo haremos conjuntamente por el gobierno,
con la colaboración estrecha de los municipios, del sector privado y los
propios residentes de los sectores.
• Consejo para las Comunidades Especiales de
Puerto Rico- Se creará por Orden Ejecutiva, presidido directamente por la
Gobernadora, y estará integrado por los secretarios y jefes de las agencias que
tengan impacto directo en estas comunidades. También formarán parte del Consejo
los presidentes de la Asociación y la Federación de Alcaldes y representantes
del sector privado, de entidades sin fines de lucro y de representantes de los
residentes de las comunidades más necesitadas.
El Consejo desarrollará la política pública
de justicia social de la Administración y coordinará los esfuerzos dirigidos al
cumplimiento de sus objetivos. También dará seguimiento continuo a los planes y
proyectos acordados.
• Plan de Seis Años- El Consejo establecerá un
Plan de Seis Años para atender los reclamos y las necesidades de estos sectores
especiales. Tendrá metas específicas, itinerarios de cumplimiento, así como
indicadores para medir los resultados. El Plan será revisado por el Consejo
periódicamente para atemperar sus actividades según la efectividad relativa de
las distintas acciones encaminadas. Todas las agencias gubernamentales
correspondientes establecerán medidas para incorporarse al Plan.
• Coordinador General para el Financiamiento
Social y la Autogestión- Este funcionario se reportará directamente a la
Gobernadora y contará con todos los poderes necesarios para coordinar los
esfuerzos del gobierno en torno al desarrollo social y comunitario, en las
áreas de fortalecimiento socio-económico de la familia, rehabilitación de las
comunidades y el fomento de las iniciativas ciudadanas en todos estos sectores.
Estará encargado también de promover la participación del sector privado, de
las fundaciones, instituciones educativas y del sector comunitario. Su oficina
será el brazo ejecutor que asegurará el cumplimiento con las políticas y planes
aprobados y las medidas establecidas para estimular el desarrollo
socio-económico comunitario.
• Fondo para el Desarrollo Socio-Económico de
las Comunidades Especiales de Puerto Rico- Este Fondo permitirá la subvención
de proyectos de iniciativa comunitaria para el mejoramiento de los vecindarios.
Durante los dos primeros años estaremos invirtiendo aproximadamente $100
millones en éste. El Fondo estará disponible para financiar proyectos de
iniciativa comunitaria, como por ejemplo:
- proyectos
de infraestructura, tales como acueductos y alcantarillados comunitarios.
- construcción
y rehabilitación de viviendas
- parques,
centros comunales, áreas de juego de niños, bibliotecas y otras facilidades
comunitarias
- proyectos
de desarrollo económico y autogestión
- programación
recreativa, deportiva y cultural
- programas
de mejoramiento ambiental
- programas
de ornato y limpieza
- iniciativas
comunitarias para el mejoramiento de la calidad de vida.
Las
propuestas financiadas por el Fondo podrán estar a cargo del gobierno central,
del municipio, de una organización sin fines de lucro, de una organización
comunitaria o de alguna combinación de estas entidades, dependiendo de la
naturaleza del proyecto. Se favorecerá la combinación de esfuerzos y de
entidades
en la
medida en que propenda a la acción concertada y unidad de propósitos en una
comunidad
• Como parte de este Fondo, y en posible
combinación con el sector privado, se evaluará la creación de un Banco de
Desarrollo Comunitario para proveer préstamos a las pequeñas empresas de
familias y comunidades y a las organizaciones comunitarias sin fines de lucro.
Crearemos programas de incentivos especiales y servicios de capacitación a
estos pequeños empresarios.
• Participación Municipal- Los municipios serán un elemento importante en este esfuerzo. Su activa participación será fomentada tanto por el Consejo, el Coordinador General y la nueva política de municipalización que se presenta en la sección de Administración Pública en este Programa de Gobierno. Los municipios deberán a su vez contribuir en la elaboración de los planes estratégicos y asistir en la identificación de las comunidades más necesitadas de acuerdo a los criterios establecidos por el Consejo. Podrán presentar propuestas para ser financiadas por el Fondo siempre que las mismas estén avaladas por la comunidad.