EL REGALO DE UN NIETO A SU ABUELA.
El 24 de junio de 1995 estará por siempre en mi memoria. Nuestro querido nietecito Jonathan Daniel nació. Habíamos anticipado su nacimiento con mucha alegría. Sabíamos que era un milagro y un regalo del Señor. Su nombre, Jonathan, había sido escogido antes de su nacimiento y significa "un precioso regalo de Dios".
Mientras reflexiono acerca del malparto, las lágrimas se amontonan y fluyen de mis ojos. Los corazones de nuestra familia se rompieron y nuestra pena es muy profunda. Nos sentimos confundidos y nos costó comprender que este bello bebé, de rizos dorados, estaba sin vida en nuestros brazos. Parecía más increíble porque lucía tal como su hermano mayor, Byron, Jr.
Aunque tratábamos de consolarnos unos a otros, cada paso era increíblemente doloroso. Recuerdo comprar un pequeño ropón blanco con gorrito a juego para Jonathan. Fue difícil explicarle a la vendedora que no importaba la talla porque este precioso ropón iba a usarse para un funeral en lugar de para la ceremonia de bendición. Parecía un sueño mientras, mecánicamente, hacíamos los arreglos necesarios para el funeral.
Dentro de mi gran tristeza, fue difícil sentir la verdad del amor y las promesas de Dios. Sin embargo, toda una vida de Conocer a Dios sirvió de base firme para soportar nuestra pérdida. Sabía en mi corazón y en mi mente una verdad que era más profunda que mi dolor – la confianza de que el Padre Celestial me quería y me cuidaba. Recordé la canción que me ha sostenido en otras tantas ocasiones. Hablaba de confiar en Dios aun cuando nos fuera imposible ver sus manos o entender sus planes. Podíamos confiar en su gracia, bondad y consuelo durante esta trágica e intemporal pérdida de nuestro nieto.
Comprendí que no es el sufrimiento el que determina nuestro destino. Es nuestra respuesta ante él. Observé a los papás de Jonathan, Byron y Rebekah, quienes como el Job bíblico , no merecían la calamidad que estaban viviendo. Sin embargo, como la experiencia de Job, su intenso sufrimiento proveyó las bases y la oportunidad para demostrar su fe. Aceptaron la voluntad de Dios en sus vidas y Le sometieron sus voluntades para Su mayor gloria. Qué proceso de crecimiento y madurez. Han sido y seguirán siendo un ejemplo para todos nosotros. Estoy tan orgullosa de Byron y Rebekah. A partir de su pérdida y de su sufrimiento, han respondido ayudando a otros. Rebekah en la fundadora y presidenta de M.E.N.D. y Byron es un gran apoyo y entusiasta participante en esta organización.
Mis nietos me han dado muchos regalos tangibles que disfruto y agradezco. Sin embargo, el pequeño Jonathan Daniel, le ha dado a su abuela el mayor de todos los regalos. Son regalos intangibles que han enriquecido mi vida y que han ahondado mi fe en Dios.
Algunos de los regalos de Jonathan incluyen:
Gracias Jonathan Daniel Mitchell, por los maravillosos regalos que sigues dándome. Verdaderamente, eres un regalo de Dios. Como tu abuela, estaré siempre agradecida por estos regalos y por el impacto que han hecho en mi vida.
Te amo,
Mimi.
Marnie Mitchell,
Abuela paterna de Jonathan Daniel Mitchell,
Muerto por malparto el 24 de junio de 1995.