¿ESTARE PERDIENDO LA CORDURA?
Cuando se trabaja con los dolientes, una de las preocupaciones más constantes es
el cuestionamiento de sentimientos, emociones y reacciones hacia la pena.
Frecuentemente escucho "¿estoy enloqueciendo?" Ciertamente, el vasto y
abrumador flujo de emociones puede sorprender a quienes se encuentran en las etapas
iniciales de duelo. Puede ser aterrorizante, intimidante y confuso. Sin embargo, una de las
razones fundamentales por las que los grupos de apoyo son tan efectivos ayudando a los
padres al través de su duelo es la confirmación que prestan cuando otros
comparten sentimientos y pensamientos similares. Parece que existe una sanación
cuando los nuevos dolientes descubren que sus "pensamientos irracionales"
no son anormales para los que experimentan una pérdida similar. He aquí
algunos síntomas físicos y emocionales comunes para aquellos en
duelo:
- Un sentimiento de cerrazón en la garganta o de
pesadez en el pecho con respiración agitada. Puede sentirse como un ataque de
pánico o ansiedad y que no se tiene control sobre cuándo o dónde
ocurrirá.
- Un vacío en el estómago y pérdida
(o aumento) de apetito. Contacta a tu médico si persiste por más de
algunas semanas.
- Dolor y/o nausea en el estómago. Otra vez, llama
a tu médico si esto persiste.
- Intranquilidad y un deseo por la actividad, pero con
dificultad para concentrarse. Enfocarse es difícil y olvidar las cosas es bastante
aparente.
- Estar en un estado similar al trance, permaneciendo
sentada(o) por horas mirando fijamente.
- El sentimiento de que la muerte del bebé nunca
ocurrió (esto puede incluir el tratar de encontrar al bebé y checar
repetidamente su cuarto o cuna)
- Mareo o desorientación
- Sintiendo la presencia del bebé. Para algunos, esto
es reconfortante.
- Frecuentes dolores de cabeza
- Impaciencia con las tareas diarias de la casa
- Sentimientos de ambivalencia hacia los hijos vivos. Esto
es sorprendente para muchos. Sin embargo, recuerda que el luto implica mucho trabajo y
lleva mucha energía. También los otros hijos. A lo mejor, no tienes tanta
energía reservada durante las etapas iniciales del luto para tolerar cuidar a otros
niños en todo momento. Considera pedirle a un familiar que te ayude para que
tú puedas pasar tiempo a solas y cuidando de ti mismo(a) durante los primeros
meses.
- Dificultad para dormir o para conciliar el sueño y
posiblemente tener sueños acerca de la persona querida
- Dormir todo el día o sentir que no te quieres
levantar de la cama y enfrentarte al mundo
- Sentir culpa debilitante o ira. Estas dos emociones son
particularmente difíciles de sobrellevar en el proceso de luto. Muchos padres se
encuentran a si mismos plagados de "hubiera"
Otra vez, sólo con saber que estos sentimientos y
emociones son una parte normal del proceso de luto ayuda a muchos padres. No, no estas
perdiendo la cordura en absoluto. A lo mejor un poco de locura es justificable. Recuerda,
tu bebé murió. No hay justicia en esto. Reconociendo y trabajando al
través de estos sentimientos no disiparán estas duras pruebas un
día mágicamente. Pero gradualmente, la paz llega. Al través del
amor de tu bebé, la sanación llegará.