Dos veces quiso el cielo llenar mis entrañas de vida, de sueños, de ilusión...
Dos veces imaginé en mis brazos, imaginé tu cara, tu risa, tu llanto.
Dos veces mi cuerpo cambió para darte espacio y mi pecho se preparó para ser torrente de vida.
Pero dos veces quiso el cielo que hacia él volaras como una paloma,
Que no fueras vida, que no fueras risa, que no fueras llanto.
Ahora en el cielo tengo dos hijos
Sólo yo sé cuanto los lloro, cuanto los amo.
Mi cuerpo anida vida otra vez,
y le pido al cielo:
"no te la lleves, como a esas palomas que no conocí".