Pondero el trance comprobado
en que la busca del amor
es agrandarse hacia lo amado
para aumentarle su grandor.
(que todo aquel que crece o sube
del aletazo de su llama
quiere un no-término de nube
para estatura de lo que ama).
Y así entre dos nadie es más alto
o desciende hacia el más pequeño,
pues cada uno mide el salto
que lo traspone al propio sueño.
Extraído del libro La rama ciega, Bs. As. 1942