Rafael Vásquez 

Las sillas se vaciaron

 

En los estrados de los andamios

las sombras fueron sentenciadas

a vagar por un campo sin troneras.

En una fila de noches por delante

las sillas se vaciaron

con tal de cerrarle la puerta a la tristeza.

 

Ilusión

No renuncio a la certeza de los días diáfanos

ni al equilibrio de batallas.

Construyo un mundo

donde el castigo es benévolo;

un mundo de signos y señales

que se desplaza por la bruma.

 

Extraído del libro "Esclusas", Ediciones Argos, Córdoba, 2000

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