Volumen 1, Número 4 Setiembre 2000 |
Las empresas 'viejas' y la 'nueva economía'.-
Por: Raúl Rojas/OB
Está ganando terreno en estos momentos entre los inversores estadounidenses la creencia de que las compañías que más se beneficiarán de la Revolución Internet, no serán las empresas de Internet propiamente dichas, sino más bien las firmas de la Vieja Economía que se hayan posicionado para aprovechar lo que la red puede ofrecerles. Esa opinión está extendiéndose también en América Latina.
Observemos a las compañías de telecomunicaciones norteamericanas, por ejemplo. Los inversores, con sus ofertas, han impulsado al alza los precios en empresas como MCI-Worldcom, Qualcomm y Global Crossing compañías que están abriéndose paso resueltamente en el sector de transmisión de datos y sistemas inalámbricos de Internet. Y evitan a firmas como AT&T, las cuales, cuando vienen a Internet, simplemente no entienden eso.
Esto se profundiza: las compañías proveedoras de energía que están utilizando sus líneas para suministrar información; empresas del sector automotriz como Ford que son pioneras en las ventas a través de la red, minoristas como Wal-Mart que están sacando provecho tanto de sus propias ventas online como en inversiones en firmas minoristas que operan en la red.
En América Latina, las compañías de la Vieja Economía en los sectores de manufacturas, transporte, energía, telecomunicaciones, etc., se las ingenian no sólo para invertir en la red sino para utilizarla como medio para aumentar las utilidades en sus propios negocios centrales.
Un claro ejemplo es el anuncio hecho la semana pasada de que cuatro grandes plantas industriales se unirán para formar Latinexus, un sitio de la Web B2B (business-to-business) que permitirá a pequeñas y grandes compañías realizar sus transacciones y otras operaciones comerciales online. Las compañías son las mexicanas Cemex -cementera- y el gigante industrial Alfa S.A.; el banco brasileño Bradesco y el líder de la industria diversificada Votorantim. El sitio funcionará con tecnología aportada por Ariba, importante proveedor de software para negocios en Internet. Los fundadores quieren sumar en el proyecto a otros 20 socios latinoamericanos.
Este no es el primer emprendimiento en Internet para estas compañías. Cemex, por ejemplo, tiene invertidos 50 millones de dólares en PuntoCom, un incubador de red y firma de inversiones latinoamericano.
Otras compañías lo han estado haciendo desde antes. Empresas de medios como Clarín, en Argentina, Televisa, en México, y Grupo Abril, que posee un paquete mayoritario de acciones en Universo Online, están entre los líderes de proveedores de servicio de Internet y portales en la región. Compañías de telecomunicaciones como Telmex en México y Entel en Chile tienen una variedad de fuentes de ingresos en Internet, y dominan desde hace años el área de contenido y portal.
Compañías proveedoras de energía eléctrica como Chilectra, de Chile y la brasileña Light obtienen una parte significativa de sus ingresos arrendando espacio a lo largo de sus líneas de transmisión a compañías de telecomunicaciones para transmisión de datos. La brasileña Eletrobras tiene un emprendimiento conjunto con AES Corp. de los Estados Unidos, que está tendiendo kilómetros de cable de fibra óptica de alta velocidad junto a las líneas de transmisión de Eletrobras. Y AES se asoció con Cemig para crear una compañía separada llamada Infovias para el tendido y alquiler de líneas de fibra óptica.
La brasileña Companhia Paranaense de Energia, la Copel, tiene una subsidiaria llamada Copel Telecom, que posee sus propias líneas de fibra óptica y alquila espacio en sus rutas de transmisión a terceras partes.
Enersis, de Chile, compró la semana pasada el 15 por ciento del paquete accionario del emprendimiento chileno Endesa Marketplace, a su pariente, Endesa de España..
El fondo de todo esto es que, ya sea que las acciones de Internet tengan a partir de aquí un buen rendimiento, o no, no puede negarse la realidad de que la red cibernética seguirá siendo una importante fuente de negocios. Hay, sin embargo, compañías que tratan de negarlo, que ignoran a la red o minimizan su importancia. En algún momento no muy lejano, esas compañías se verán relegadas por sus competidoras que han tenido mayor visión de futuro, no importa cual sea la industria que representen.
La búsqueda de compañías que tengan sólidas estrategias en Internet tanto en sus inversiones como en el uso de Internet para sus negocios centrales- puede posicionar su cartera de inversiones para el crecimiento en Internet. Y hacerlo con compañías de la Vieja Economía, que de por sí son sólidas, puede ser más fácil de digerir, que con las más inestables y altamente volátiles empresas de la red.
Si usted invierte cuidadosamente en firmas que están preparadas para beneficiarse de Internet, tal vez ni siquiera tenga que destinar ese 5 por ciento de su cartera a compañías de Internet.
Foto: Carlos Jurado