Volumen 1, Número 4 Setiembre 2000 |
Enfermedad de Alzheimer: Una esperanza para quienes padecen este mal.
por: Arambilet/OB.
¿Qué es la Enfermedad de Alzheimer?
La Enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia presenil que se manifiesta en personas de una edad promedio de 55 años a través de trastornos de la personalidad y la conducta, y prosigue con un rápido aumento de los signos de deterioro.
Se puede observar también en gente más jóven, evidenciándose como un cuadro depresivo. Ello se debe al envejecimiento cerebral provocado por alteraciones en la síntesis del ácido desoxirribonucleico, comprometiendo en particular un segmento del cromosoma 21.
La enfermedad es conocida con el nombre de su descubridor, el investigador Alois Alzheimer, quien realizó la correspondiente descripción en 1906.
Este autor estudió el caso de una paciente de 51 años que presentaba trastornos de la memoria y celotipia y quien desarrolló, además, síntomas afásicos, perseveración, dificultades de la escritura, alucinaciones auditivas, ideación paranoide y desadaptación social de 5 años de evolución; fue posible realizarle postmortem el estudio neuropatológico y se encontraron en su cerebro placas seniles que Alzheimer describió como acumulación de una sustancia extraña en las capas superiores de la corteza cerebral, en forma de focos miliares difusos, y lesiones de degeneración neurofibrilar. Estos siguen siendo hoy en día los dos marcadores neuropatológicos de la enfermedad. El nombre de Alzheimer fue propuesto por Kraeplin en 1910 (Maurer K, et. al.;1997) para las demencias preseniles (de inicio anterior a los 65 años) pero luego se aplicó a la demencia senil o de comienzo tardío.
En esta publicación describimos las características más notorias de la enfermedad, cómo se presenta, cuáles son sus causas (por lo menos las conocidas hasta ahora), las diferencias con otras afecciones parecidas y los estudios que se hacen para su correcto diagnóstico y tratamiento.
Asimismo, señalamos alteraciones cuya presencia aconseja consultar al médico y consecuentemente informamos sobre la conveniencia del diagnóstico temprano, como también sobre nuevas expectativas terapéuticas.
Estadísticas alarmantes
Esta enfermedad es la cuarta causa de muerte entre adultos en los Estados Unidos, después de las afecciones cardíacas, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares. En ese país se estima que 100.000 personasmueren por año a raíz de este mal, y si no se encuentra una solución, para el año 2000 habrá el doble de individuos afectados.
La incidencia de la Enfermedad de Alzheimer en las personas entre 40 y 60 años es de 0,1%. Este número aumenta sensiblemente con la edad.
Entre quienes tienen 65 años o más, se encontró que 11% expresa una forma de demencia que va de leve a moderada y 44% presenta un cuadro severo. Aproximadamente 55% de las demencias seniles son tipo Alzheimer. Además, otro 20% de la población de personas dementizadas sufre de una combinación de enfermedad de Alzheimer y demencia cerebrovascular.
La esperanza de vida ha venido aumentando en los últimos años en todo el mundo y con ello la franja de población de edad avanzada y la prevalencia de las enfermedades dependientes de la edad como la de Alzheimer. Según datos de la ONU, en los Estados Unidos la expectativa de vida ha variado desde 47 años en 1900 hasta 72 en el hombre y 79 en la mujer en 1995. En Europa y Oceanía la esperanza de vida es de 72,8 años, mientras que en América Latina es de 68,5 y en África 53. El estudio europeo de demencias (EURODEM) encontró que la prevalencia de estas aumenta con la edad y que afectan al menos al 2% de la población entre 65 y 69 años y a más del 30% de los mayores de 90 años. Por lo menos el 50% de ellas corresponde a la enfermedad de Alzheimer (Hoffman A, et al. 1991). No hay en ésta un efecto de sexo aunque se nota una frecuencia un poco más elevada en las mujeres, probablemente a causa de su mayor longevidad.
¿Una cuestión de herencia?
En relación con la herencia, se sabe que entre 10 y 30% de las personas con la Enfermedad de Alzheimer tienen un pariente de primer grado con una afección similar.
Estos valores estadísticos, son un claro indicio de los factores genéticos que inciden en su aparición. El modo de herencia parece corresponder a la transmisión autosómica dominante, es decir que la enfermedad la hereda el 50% de la descendencia independientemente del sexo.
Uno de los investigadores más acuciosos, el Prof. Kallman, observó en 108 pares de mellizos un alto grado de concordancia en la expresión de esta enfermedad.
En dicho estudio halló una concordancia del 43% en los mellizos univitelinos o idénticos (esto significa que de cada cien gemelos con la enfermedad, cuarenta y tres co-mellizos están también afectados), mientras que en los mellizos bivitelinos, es decir mellizos no idénticos, la concordancia fue sólo del 8 %. Por otra parte, el riesgo para los hermanos es aproximadamente del 7%.
Estos valores destacan con claridad la influencia de la herencia, pero igualmente ponen en evidencia a los factores ambientales no genéticos, especialmente teniendo en cuenta que la concordancia en los mellizos univitelinos está por debajo del 100%.
Para tener en cuenta:
Todos conocemos de una u otra manera la serie de trastornos vinculados con el envejecimiento cerebral que acompañan a la decadencia general del organismo del anciano. Es la forma más común de demencia a la que vulgarmente se califica como "chochez".
En esta situación el anciano comienza a tener, entre otras manifestaciones, fallas de concentración y de memoria así como ciertos problemas en laubicación temporal y espacial. Con el tiempo ese deterioro se hace más marcado: puede llegar a graves alteraciones del carácter y de la conducta hasta una etapa terminal de postración y severo déficit intelectual.
Este sensible proceso suele iniciarse alrededor de los setenta o más tarde. Por eso se lo denomina "demencia senil" (del latín "senex" que significa anciano).
Si esta enfermedad es cruel y difícil de sobrellevar para el paciente y para sus allegados, puede comprenderse cuanto peores son las demencias preseniles que aparecen a edades mucho más tempranas.
Entre estas demencias preseniles se encuentra la Enfermedad de Alzheimer.
Signos de la enfermedad:
Aunque la edad promedio de comienzo de la Enfermedad de Alzheimer suele ser los 55 años, frecuentemente se presentan casos de pacientes mucho más jóvenes.
Los signos de deterioro van aumentando rápidamente, sobre todo la alteración de la memoria y la atención.
Como consecuencia, el paciente se pierde en sitios habituales para él, que "ahora" le van resultando "desconocidos".
Puede haber también cambios en el carácter, con explosiones de mal humor y agresividad.
Asímismo, aparecen trastornos del lenguaje. Suelen olvidar palabras y se les mezclan los nombres de las cosas, repiten frases fuera de contexto y sin sentido aparente.
En forma paulatina van perdiendo la capacidad de realizar actos tan sencillos como vestirse y desvestirse. Pueden presentar también alteraciones en el control de los esfínteres.
El cuadro evoluciona en general hacia la decrepitud total y la muerte en un período de apenas seis o siete años.
Clínicamente se destacan los siguientes signos:
· Déficit de la memoria
· Déficit del juicio
· Cambios en el temperamento y la conducta
· Incapacidad de realizar tareas de rutina
· Desorientación témporoespacial
· Irritación y explosiones del humor (hipertimia).
· Pérdida del lenguaje
Todos estos cambios son progresivos y conducen habitualmente a la muerte. Pero también es conveniente tener presente los síntomas prematuros:
· Sofocones o calores
· Dolores de cabeza
· Eventualmente vértigo
· Depresiones que se alternan con ansiedad
· Hipertonía muscular (aumento del tono muscular que disminuye la elasticidad de los movimientos)
Quienes en realidad notan los cambios son frecuentemente los familiares de los pacientes y, en consecuencia, suelen acudir con él a la consulta médica.
Diferencias con otras afecciones
Existen algunos elementos que sirven clínicamente para diferenciar la Enfermedad de Alzheimer de la arterioesclerosis cerebral y de la demencia senil como puede apreciarse a continuación:
La Enfermedad de Alzheimer es un cuadro clínico que afecta a los aspectos cognitivos y al funcionamiento no cognitivo, cuyo curso clínico se caracteriza por un agravamiento progresivo y gradual de los síntomas.
En la Enfermedad de Alzheimer uno de los elementos a tener en cuenta es el progresivo deterioro del intelecto. En las primeras etapas es el propio paciente el que por momentos nota algunas de sus falencias que luego serán observadas por la familia.
Diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer
Los criterios más usados para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer son los del NINCDS-ADRDA (Work Group of the National Institute of Neurological and Communicative Disorders and Stroke, and the Alzheimer's Disease and Related Disorders Association, McKhann G, et al. 1984).
La enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia pero no está necesariamente causada por los mismos factores que causan otras formas de demencia. Sin embargo, a pesar de todas las investigaciones, la causa real de la enfermedad permanece desconocida. No existe un test individual que pueda determinar si alguien padece la enfermedad de Alzheimer. El diagnostico se realiza mediante un proceso de eliminación y un atento examen del estado físico y mental del paciente, sin poder encontrar evidencia física de la enfermedad.
* Estado fisico y mental
Un cuidador o pariente puede proporcionar información sobre el estado de la persona, como por ejemplo la dificultad para vestirse, lavarse, la realización de gestiones económicas, el acudir a citas, el viajar solo, el trabajar o usar los electrodomésticos. Normalmente se lleva a cabo una valoración neuropsicológica. Esto implica comprobar la existencia de posibles problemas de memoria, habla, planificación y atención. A menudo se realiza una simple prueba llamada el Mini Examen del Estado Mental. Esto consiste en hacerle unas preguntas como: ¿qué día es hoy? ¿en qué ciudad estamos? ¿Cómo se llama esto? (enseñar un reloj). Otra parte de la prueba es ordenarle seguir una serie de instrucciones simples.
Se pueden llevar a cabo varios análisis (p.ej. de sangre y de orina) para descartar o confirmar la presencia de otras enfermedades que pudieran causar el síndrome de demencia o que pudieran agravar, en caso de que ya existiera, la enfermedad de Alzheimer. Además de esto, se han desarrollado unos métodos de exploración del cerebro que producen una imagen del cerebro vivo y revelan posibles diferencias entre los cerebros de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y los de individuos no afectados. Estas pruebas proporcionan un medio seguro e indoloro de examinar el cerebro de una persona viva. Aunque no puedan dar un diagnóstico seguro de la enfermedad de Alzheimer, los médicos pueden usar una o más de estas técnicas para dar más peso a su diagnóstico.
* Métodos de exploración del cerebro
* Resonancia magnética
Esta técnica ofrece una imagen sumamente detallada de la estructura del cerebro. Al colocar una imagen encima de otra tomada unos meses antes, es posible ver los cambios en una fase temprana de una determinada parte del cerebro.
* TAC (tomografía axial computerizada)
Esta técnica mide el espesor de una parte del cerebro que en los enfermos de Alzheimer sufre un rápido adelgazamiento.
* SPECT (contador tomográfico de centelleo de fotones)
Esta técnica puede ser usada para medir el flujo de sangre en el cerebro, que resulta ser menor en quien padece la enfermedad de Alzheimer debido al mal funcionamiento de algunas células nerviosas.
* PET (tomografía de emisión de positrones)
El uso de esta técnica se limita a menudo al ámbito de la investigación científica. Puede detectar cambios en el funcionamiento del cerebro de los enfermos de Alzheimer. Por ejemplo, puede detectar pautas anormales de aprovechamiento de la glucosa en el cerebro.
* ¿Cuáles son los diferentes tipos de diagnóstico?
Hay tres posibilidades de diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer: posible, probable y seguro.
* Posible
Un diagnóstico de posible enfermedad de Alzheimer se basa en la observación de los síntomas clínicos y el deterioro de dos o más funciones cognitivas (p.ej. memoria, habla o pensamiento) cuando está presente una segunda enfermedad que no se considera causante de la demencia, pero hace el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer menos seguro.
* Probable
El diagnóstico se clasifica como probable en base al mismo criterio usado para diagnosticar una posible enfermedad de Alzheimer, pero en ausencia de una segunda enfermedad.
* Seguro
La identificación de placas neuríticas y ovillos neurofibrilares es la única manera de confirmar con seguridad el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Por esta razón, el tercer diagnóstico que confirma sin dudas la enfermedad de Alzheimer, sólo puede ser formulado tras una biopsia del cerebro o mediante autopsia.
* ¿Hay que comunicar el diagnóstico al patiente?
Hoy en día cada vez más personas que padecen la enfermedad de Alzheimer son informadas de su diagnóstico. Esto puede ser debido a un mayor conocimiento de la enfermedad. Algunas personas pueden no querer ser informadas del diagnóstico. Sin embargo, está generalmente aceptado que toda persona tiene el derecho y debe tener la oportunidad de decidir si prefiere conocer los hechos o renunciar a este derecho. Comunicarle a alguien su diagnóstico tiene algunos pros y contras. Además, una vez se haya tomado la decisión de informar a alguien sobre su diagnóstico puede surgir el problema de cómo decírselo al interesado.
* Pros y contras de informar al enfermo
En muchos casos el diagnóstico surge como resultado de la preocupación expresada por algunos miembros de la familia. A menudo la persona con demencia no se da cuenta o no está de acuerdo en que exista algún problema. Por consiguiente no están interesados en obtener un diagnóstico. Algunos podrán sentirse abatidos por la noticia o podrán pensar que hubieran sido más felices si no se la hubieran comunicado. Sin embargo, el hecho de saberlo tiene muchas ventajas. Cuando alguien sabe que padece la enfermedad de Alzheimer y entiende lo que esto implica, puede planear cómo aprovechar al máximo los años que le quedan de actividad intelectual relativamente sana. Además pueden tomar un papel activo en la planificación de su propio cuidado, decidiendo quién los cuidará, pueden tomar decisiones económicas importantes e incluso pueden decidir participar en las investigaciones médicas o dar los pasos necesarios para donar tejidos de su cerebro para la investigación después de su muerte.
* Cómo informar al paciente del diagnóstico
Para algunos familiares y amigos puede resultar difícil afrontar el tema. Algunas personas podrían preferir recibir la noticia solos, mientras que para otros podría ser más reconfortante ser informados delante de su familia, que podría darles apoyo moral y emocional. Otra posibilidad es tomar medidas para que sea su médico de cabecera quien le informe. Podría ser útil quedar en ir al médico juntos o en que el paciente fuera solo. Entonces el médico podría contestar a cualquier pregunta que el cuidador y/o el enfermo de demencia pudieran plantear. El modo de explicar el diagnóstico dependerá de la capacidad de entender del paciente. Algunas personas pueden entender la explicación de lo que es la enfermedad, cómo suele evolucionar y las consecuencias para su vida diaria, mientras que otros sólo alcanzan a entender que tienen una enfermedad que implica la pérdida de la memoria. Una vez informados, pueden necesitar apoyo para superar posibles sentimientos de rabia, culpabilidad, miedo y depresión. Si la enfermedad no está en una fase demasiado avanzada, para algunos podrían ser beneficioso recibir asesoramiento o participar en grupos de ayuda.
* ¿Existe algún tipo de tratamiento para la enfermedad de Alzheimer?
De momento, para la enfermedad de Alzheimer no hay ningún tratamiento preventivo o curativo. Existen varios medicamentos que pueden aliviar ciertos síntomas, como la agitación, ansiedad, depresión, alucinaciones, confusión e insomnio. Desgraciadamente, estos medicamentos suelen ser eficaces en un número limitado de pacientes, sólo para un periodo de tiempo limitado y pueden causar efectos secundarios indeseables. Por lo tanto, en general se considera aconsejable evitar estos tratamientos a menos que sean indispensables.
Se ha descubierto que los pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer tienen niveles más bajos de acetilcolina - un neurotransmisor (substancia química responsable de transmitir mensajes de una célula a otra) que tiene una función en los procesos de la memoria. En algunos países se han introducido unos medicamentos que pueden inhibir la enzima responsable de la destrucción de la acetilcolina. En algunos pacientes estos medicamentos mejoran la memoria y la concentración. También hay evidencias de que pueden reducir temporalmente la velocidad de avance de los síntomas. Pero no hay evidencia de que puedan detener o invertir el proceso de degradación de las células. Estos medicamentos actúan sobre los síntomas pero no curan la enfermedad. Ya que la legislación de los distintos países europeos difiere mucho, les aconsejamos que consulte siempre a un especialista.
* Las características principales de la enfermedad de Alzheimer
* Pérdida de memoria
La pérdida de memoria puede tener muchas consecuencias en la vida diaria, causando problemas de comunicación, peligros físicos y trastornos de la conducta. Para entender cómo la demencia afecta a la memoria, es interesante analizar los diferentes tipos de memoria.
* Memoria episódica
Estos son los recuerdos de las cosas que nos ocurren en la vida, desde lo más banal a lo más significativo. En la memoria episódica hay recuerdos que podemos definir como a corto plazo (que han tenido lugar en la última hora) y recuerdos que podemos definir como a largo plazo (que han tenido lugar hace más de una hora). Las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, al principio no parecen tener problemas para recordar hechos ocurridos hace mucho tiempo, pero, por ejemplo, pueden olvidar lo que han hecho hace cinco minutos. Los recuerdos del pasado lejano, aunque no sean muy trascendentes, pueden interferir con actividades presentes. Esto hace que, a veces, el enfermo escenifique rutinas del pasado que ya no son pertinentes.
* Memoria semántica
Este tipo de memoria atañe al significado de las palabras, p.ej. una flor o un perro. A diferencia de la memoria episódica, no es personal, sino común a todos aquellos que hablan un mismo idioma. Es la comprensión compartida de lo que significa una palabra, lo que hace posible mantener conversaciones inteligibles. Ya que la memoria episódica y la semántica no están almacenadas en el mismo lugar del cerebro, una puede resultar afectada y la otra no.
* Memoria conductual
Ésta es la memoria de cómo llevar a cabo ciertas acciones, tanto físicas como mentales, por ejemplo, cómo usar un cuchillo y tenedor o cómo se juega al ajedrez. La pérdida de la memoria conductual puede convertir en un problema el llevar a cabo tareas rutinarias como vestirse, lavarse y cocinar. Esto incluye cosas que se suelen hacer de forma automática. Por esta razón, algunos pacientes que tienen dificultades para expresarse todavía pueden cantar bastante bien. Su memoria conductual aún está intacta mientras que su memoria semántica (el significado de las palabras) está afectada.
* El Síndrome Apraxia / Afasia / Agnosia
* Apraxia
es el término usado para describir la incapacidad de llevar a cabo movimientos voluntarios a pesar del hecho de que el tono muscular, sensibilidad y coordinación están intactos. En términos cotidianos esto podría incluir la incapacidad de atarse los zapatos, abrir un grifo, o encender la radio.
* Afasia
es el término usado para describir una dificultad o la pérdida de la capacidad de hablar o de entender un idioma hablado, escrito o por signos a causa de una disfunción del centro nervioso correspondiente. Esto puede producirse de varias maneras. Podría manifestarse con la sustitución de una palabra por otra perteneciente al mismo campo semántico (p.ej. tiempo en lugar del reloj), usando una palabra equivocada cuyo sonido sea similar a otra (p.ej. barco por marco) o usando una palabra completamente diferente sin relación aparente. Si va acompañada por ecolalia (repetición involuntaria de palabras o frases pronunciadas por otra persona) y por la repetición constante de una palabra o frase, el resultado puede ser una forma de expresión muy difícil de entender o parecer una especie de argot.
* Agnosia
es el término usado para describir la pérdida de la capacidad de reconocer los objetos y para qué sirven. Por ejemplo, una persona con agnosia podría intentar usar un tenedor en lugar de una cuchara, un zapato en lugar de una taza o un cuchillo en lugar de un lápiz etc. Con respecto a las personas, esto podría significar no reconocer a gente conocida, no por falta de memoria sino por la incapacidad del cerebro de reconstruir la identidad de una persona en base a la información proporcionada por los ojos.
* Comunicación
Las personas con la enfermedad de Alzheimer tienen problemas tanto para expresarse como para comprender, y esto conlleva otras complicaciones. Muchos pacientes también pierden la capacidad de leer y de interpretar lenguajes por signos.
* Alteración de la personalidad
Los que padecen la enfermedad de Alzheimer pueden tener una conducta totalmente distinta de la habitual. Una persona que siempre haya sido callada, educada y cordial puede llegar a actuar de una forma agresiva y grosera. Los cambios de humor bruscos y frecuentes son comunes.
* Conducta
Un síntoma común de la enfermedad de Alzheimer es la deambulación errática, tanto de día como por la noche. Hay varias razones posibles para este comportamiento, pero debido a los problemas de comunicación, a menudo es imposible averiguar cuáles son. Otros síntomas que afectan a la conducta son la incontinencia, la agresividad y la desorientación en el tiempo y espacio
* Cambios físicos
Puede haber pérdida de peso, incluso cuando la ingestión de comida es la misma. También puede deberse a que el enfermo puede no acordarse de masticar o de tragar, especialmente en las fases más avanzadas de la enfermedad. Otra consecuencia de la enfermedad de Alzheimer es el desgaste del tejido muscular, y una vez encamados surge el problema de las úlceras de decúbito. Cuando las personas envejecen, su vulnerabilidad a las infecciones aumenta. A causa de su mayor vulnerabilidad, muchos enfermos de Alzheimer fallecen por pulmonía.
* Una visión resumida de los rasgos principales de las tres fases de evolución
No todas las personas con la enfermedad de Alzheimer sufren los mismos síntomas en el mismo orden y con el mismo grado de severidad. Sin embargo, existen unas pautas generales de la evolución de la enfermedad que permite describir tres fases principales. La siguiente descripción de estas fases, aunque no sea exhaustiva, puede orientar a los cuidadores sobre lo que cabe esperar, para que se puedan ir preparando física y psicológicamente.
* 1° fase
La primera fase suele caracterizarse por moderados problemas de memoria, como el olvido de nombres y números de teléfono, pero por la escasa intensidad de estos problemas, al principio pueden pasar desapercibidos. La persona afectada puede intentar ocultar el problema por vergüenza o preocupación. Del mismo modo, sus familiares y amigos pueden tratar de restarle importancia al problema, a veces por pensar que la pérdida de la memoria es una consecuencia natural del envejecimiento. Sin embargo, es menos probable que los problemas de memoria sufridos por las víctimas más jóvenes de la enfermedad de Alzheimer pasen inadvertidos, especialmente si en su trabajo les exige hacer uso de la memoria.
El problema se ve agravado por la disminución de la capacidad de concentración. La combinación de estos dos problemas puede llevar a la imposibilidad de llevar a cabo tareas que impliquen varios pasos intermedios e incluso de seguir el hilo de una conversación, una situación que en el trabajo no pasaría inadvertida por mucho tiempo. Otra consecuencia es que el paciente empezará a tener dificultades para encontrar palabras. Aunque esto no suele disminuir el interés de la persona por comunicarse, con el tiempo empezará a recurrir a palabras más simples y frases más cortas.
En esta fase la orientación temporal no se ve muy afectada, pero los pacientes suelen empezar a dar señales de desorientación en el espacio (deambulación errática y perderse en un ambiente tan familiar como su propia casa). Muchos pacientes desarrollan gustos extravagantes (por ejemplo para la ropa) y algunos demuestran cierta preferencia por los colores fuertes. Otros pueden mostrar falta de espontaneidad y actividad y pueden quedarse mucho tiempo con una mirada fija y vacía, acompañada por una marcada incapacidad de cambiar la posición de los ojos.
Finalmente, los pacientes empiezan a tener problemas con el pensamiento abstracto. Por ejemplo, el dinero pierde su forma simbólica y esto puede llevarles a pagar dos veces por el mismo artículo o servicio. Les resulta difícil asociar formas geométricas a objetos reales, p.ej. no serían capaces de dibujar un cubo ya que les resulta demasiado abstracto.
Estos problemas pueden ser más o menos evidentes según la incidencia de varios factores como el tipo de trabajo que realizan, la familia, su estilo de vida y personalidad. Esta fase puede ser sumamente estresante para el paciente pues es totalmente consciente de lo que está pasando.
* 2ª fase
En la segunda fase, la severidad de los síntomas suele obligar a los pacientes a abandonar su trabajo y a dejar de conducir, lo cual les hace más dependientes de otras personas. Los problemas de memoria se hacen más pronunciados, interfiriendo tanto en los recuerdos más recientes como en los más antiguos, aunque los recuerdos del pasado suelen permanecer íntegros por más tiempo. Una de las consecuencias de esta circunstancia es que al ver a sus nietos algunos pacientes recuerdan a familiares ya fallecidos. Esto puede resultar muy violento y puede inducir a sus familiares a pensar que son incapaces de diferenciar entre los vivos y los muertos. La pérdida de memoria también puede llevarles a pensar que algunos parientes o amigos no los han venido a ver en mucho tiempo, cuando, en realidad, pueden acabar de salir por la puerta. Además, a menudo les cuesta reconocer a sus propios familiares, ya que el nexo de unión entre caras y nombres se ha perdido.
Cada vez les resulta más difícil interpretar los estímulos externos (tacto, gusto, vista y oído). Esto tiene muchas repercusiones en su vida diaria, como la pérdida de apetito, la incapacidad de leer y alucinaciones visuales/auditivas. El insomnio puede llegar a ser otro problema, ya que la diferenciación entre día y noche pierde su significado. Los pacientes suelen dormir más durante el día y menos por la noche. La noción de tiempo y espacio se ve alterada.
Se les hace imposible llevar a cabo en solitario ciertas actividades diarias, como lavarse y vestirse, por su pérdida de memoria, confusión y relativa incapacidad de manipular objetos. Sus movimientos se vuelven menos precisos y coordinados.
Los enfermos pierden estabilidad motora y pueden sufrir accidentes debido a efectos de doble visión. La incontinencia puede aparecer tanto por fallos de la memoria como por problemas de comunicación, por dificultades prácticas o a causa de lesiones cerebrales que les impiden reconocer o registrar los estímulos correspondientes. Los pacientes suelen padecer cambios bruscos y frecuentes de humor. Puede parecer que estén muy centrados en sí mismos y rechazan la ayuda de los demás. Pueden estar muy agitados y volverse agresivos o pasarse el día dando vueltas en la habitación.
Los problemas de comunicación oral se hacen más evidentes, y pueden entrañar la incapacidad de entender las palabras habladas o escritas, así como la dificultad de hablar y escribir. En esta fase no es raro que el enfermo repita constantemente las mismas palabras o frases.
* 3ª fase
En la tercera fase podemos decir que el paciente está afectado por demencia severa. Sus funciones cognitivas han desaparecido casi por completo. El paciente pierde la capacidad de entender o usar el habla y puede limitarse a repetir el final de las frases sin entender lo que las palabras significan. La incontinencia se hace total y pierde la capacidad de caminar, sentarse, sonreír y deglutir. El paciente es más susceptible de contraer pulmonía, y para evitar las úlceras de decúbito es necesario cambiarle a menudo de postura en la cama. Su cuerpo se queda rígido, deja de responder a los estímulos y puede estar muy agitado e irritable. En esta fase su vigilancia constante es claramente necesaria. Sin embargo, a pesar de la severidad de los síntomas en esta fase, los pacientes aún suelen responder positivamente al contacto físico y a las voces suaves y familiares.
* Qué tipo de investigación se ha llevado a cabo?
Como es lógico, los cuidadores de los enfermos siempre están pendientes de cualquier nueva información sobre el tratamiento. Sin embargo, aunque todavía no existe ningún tratamiento curativo, se están llevando a cabo numerosos experimentos para descubrir nuevos tratamientos, posibles causas, factores preventivos y factores de riesgo asociados a la enfermedad de Alzheimer. Ya que no es posible proporcionar datos exhaustivos sobre todas las investigaciones realizadas o en fase de realización, se detallan a continuación los datos de algunas de las áreas cubiertas por la investigación.
* Aluminio
El aluminio está presente en el agua del grifo, en los antitranspirantes, en el té y los antiácidos. Los científicos han estado estudiando los posibles efectos del aluminio en relación con la enfermedad de Alzheimer durante más de 30 años. Sin embargo, aunque se siga investigando, aún no se ha encontrado evidencias concluyentes de la relación causa efecto entre el aluminio y la enfermedad de Alzheimer.
* Antiinflamatorios
Se ha observado que hay una menor prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en las personas que padecen artritis reumatoide. Estas personas suelen tomar antiinflamatorios durante largos periodos de tiempo. Se piensa, pues, que estos medicamentos pueden reducir el riesgo, y retrasar la aparición y el desarrollo de la enfermedad. Se sigue investigando.
* Cuidadores y cuidados
Se han investigado los problemas y necesidades de los cuidadores, como por ejemplo el tipo de apoyo que necesitan, las dificultades que encuentran para proporcionar dichos cuidados, los problemas para obtener un diagnóstico firme y para tomar decisiones difíciles, el estrés y la depresión. Para ofrecer apoyo, consejos y servicios adecuados a los cuidadores, este tipo de investigación es sumamente importante.
* Estrógenos
Los estudios han demostrado que las mujeres que han tomado estrógenos (una hormona) después de la menopausia, tienen menor riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer que las que no los tomaron. Otro estudio a menor escala demostró que las mujeres que ya padecían la enfermedad de Alzheimer y tomaron estrógenos mostraron marcadas mejorías en la memoria y atención, que sucesivamente disminuyeron cuando les fue retirado el fármaco. Actualmente los investigadores están llevando a cabo un estudio en profundidad y de gran alcance sobre los efectos de los estrógenos en la enfermedad de Alzheimer.
* Genética
Los científicos han investigado aquellos factores genéticos que podrían inducir la enfermedad de Alzheimer (ya sea un defecto que podría causar directamente la enfermedad o una anormalidad que podría incrementar las posibilidades de contraer la enfermedad). Se han identificado anomalías en 4 genes de los cromosomas 1, 14, 19 y 21 y se sigue investigando.
* Productos farmacéuticos
La industria farmacéutica está llevando a cabo una extensa investigación sobre fármacos que podrían reducir el avance de la evolución de la enfermedad o algunos síntomas como la pérdida de la memoria.
* El tabaco
Algunos estudios europeos han demostrado que en las familias donde está presente la forma hereditaria de la enfermedad de Alzheimer, el consumo de tabaco parece retrasar la aparición de la enfermedad durante algunos años. Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo en Canadá ha indicado que el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en los grandes fumadores era más del doble, mientras que los fumadores moderados tienen el mismo riesgo que los no fumadores.
El tratamiento:
Desde el año 1989, en el Centro de Psiquiatría Genética se realiza un tratamiento que resulta beneficioso para el 75% de las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer.
Este tratamiento fue presentado por el Dr. Herman Bleiweiss ante la comunidad científica internacional en el año 1991.
Como parte del esquema terapéutico, primero se realiza un tratamiento de prueba por cuatro meses.
Durante dicho período se efectúa el diagnóstico y se establece la línea de tratamiento a seguir. El paciente es controlado aproximadamente cada veinticinco días para seguir su evolución y si es necesario, ajustar la medicación a los efectos de obtener un resultado óptimo. Sólo entonces, es decir una vez concluido el período de prueba y cuando se evidencia una clara mejoría, se prosigue con el tratamiento. Esta mejoría debe ser evidente no sólo para el especialista, sino para todos aquellos que conozcan a la persona.
El tratamiento desarrollado por el Dr. Herman Bleiweiss consiste en medicación que se administra por vía oral en forma diaria acorde a las características particulares de cada persona. Este tratamiento es simple y no invasivo.
Recomendaciones:
Consulte a su médico si nota:
· Alteraciones en la memoria.
· Cambios en la conducta y en el temperamento.
· Dificultad en el uso de las palabras.
Si el paciente posee un informe tomográfico donde se menciona "atrofia cerebral", el caso merece revisión. En estas situaciones hay que tener presente que las funciones del sistema nervioso central que se perdieron, muchas veces pueden recuperarse.
El tratamiento realizado en el Centro de Psiquiatría Genética ha permitido que muchos pacientes y sus familias mejoren su calidad de vida debido a la remisión de los principales síntomas que incapacitan a la persona.
Es mucho lo que queda por saber respecto del mal de Alzheimer. De todos modos, estamos en condiciones científicas de decir que actualmente, aquellas personas que padecen de esta enfermedad, pueden encontrar beneficios con un tratamiento adecuado.
Fotos: Carlos Jurado.