Ayer que estaba echando un descanso en la barbacoa,
una que tengo toavía en mi rancho contando historias,
con olor a antepasados, tipleros, amor y gloria,
un niño me preguntaba ansioso qué era Colombia.

Colombia es su patria y la mia, le dije, y de otros,
que juntos haríamos un pueblo bello y glorioso,
Colombia es rica en diamantes, en oro y en esmeraldas,
en níquel, carbón y plata, flora, fauna, café y petróleo,
pero la verdad muchachos esto ya no es de nosotros,
como Pedro por su casa llegaron de gringolandia
y todo lo que le dije que es nuestro nos lo arrebatan.

Y la puerta se la abrieron a aquellos dizque nos mandan,
los que hablan de democracia, de familia y otras vainas,
qué cosa, mira muchacho, si nos han vendido patria.

Que viva y viva Colombia la patria de mis anhelos,
la tierra de mis hermanos, esta la que tanto quiero,
sin armas ni guerras la paz veremos un día
para cantar orgullosos: Colombia es la patria mía!

Cuando hayas crecido muchacho no olvides lo que este patriota te enseña:
primero lo nuestro y lo nuestro y, si sobra de pronto, a otros lo de otros,
y si algún día te pones corbata no olvides aquellos de ruana y sombrero
los que siempre con firme alpargarata la hicieron más grande labrando su suelo
y sentidas serenatas con bambucos me le dieron que hablaban de su paisaje,
de se belleza y su suelo, lo que ahora nos cambiaron dizque por música estruendo.

Que viva y viva Colombia, lo nuestro siempre lo nuestro...

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