Yo pierdo el tiempo buscando mi dulce media naranja…

La quiero bien menudita, ni muy gorda ni muy flaca,
porque las flacas no pesan y las gordas son pesadas,
las unas parecen mirlas, las otras loras mojadas,
las flacas quieren ser gordas, las gordas quieren ser flacas,
y pensando en su desdicha la pasan sin hacer nada.

Quiero casarme y no encuentro mujer que me llegue al alma,
las hay con ojos muy lindos pero con boca sin gracia,
o con boca muy bonita y ojos que no dicen nada,
con las mejillas muy frescas pero con narices chatas,
con piés chiquirriquiticos pero con manos ajadas.

Quiero casarme y no encuentro mujer que me llegue al alma,
que nadie diga de mí que la soltería me agrada,
que no quiero a las mujeres porque yo soy un juanlanas,
lo único cierto del cuento es que todas me entusiasman,
pero no encuentro en ninguna mi dulce media naranja.

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