A DIOS
Tú, que ejerces bendito señorío
sobre el cielo, la tierra y sobre el mar,
inspira bondadoso el canto mío,
pues quiero tus bondades alabar.
Tu gloria es grande, Creador divino,
es eterna tu ciencia y tu poder;
cumplir tu voluntad es mi destino
y dar tu voluntad a conocer.
Tú sacaste el mundo de la nada,
la natura a tu voz obedeció,
y la luz, hasta entonces apagada,
obediente a tu voz iluminó.
Tú adornaste la tierra con mil flores,
diste ley a los vientos y a la mar,
y del sol los dorados resplandores
alumbraron el mundo sin cesar.
Eres fuente de vida y de belleza,
eres Padre de amor y de bondad,
eres la perfección y la pureza,
el Rey de sempiterna majestad.
Yo bendigo tu nombre y, humillado,
te ofrezco reverente adoración;
yo bendigo tu amor, pues me has amado
y a tu trono dirijo mi canción.
Carlos Araujo