CONÓCETE A TI MISMO

Cuando tú te des cuenta que eres polvo, 
y el polvo marcha donde quiere el viento; 
cuando aprendas a ver, tal como el rostro 
se mira en el espejo, 
que no es tu corazón sino un gran pozo 
de dudas y de malos pensamientos, 
y es tu cerebro loco
quien se esfuerza en correr tras un ensueño; 
cuando al saber el fin de tantos otros 
desgraciados, tú sientas pena y miedo 
pensando que en la vida, poco a poco, 
como en las olas Pedro, 
te has de hundir si persigues yendo solo 
y a tu capricho;
cuando sientas esto nunca alzarás el rostro, sino que de tus ojos, 
ojos antes ciegos, 
fluirá el maravilloso 
llanto divino de arrepentimiento. 
Acuérdate de Dios. Busca su apoyo, 
desconfía de todos tus esfuerzos. 
¡Conócete a ti mismo!... Todo es polvo, 
y el polvo marcha donde quiere el viento. 
Tú puedes ser feliz, porque el tesoro 
de la felicidad viene del cielo.

Claudio Gutiérrez Marín