COPLAS DE NAVIDAD

En los brazos de la luna 
está dormidito el sol; 
¡ay, qué dichosa es la Virgen 
que así tiene al Niño Dios!

Un portal que se derrumba, 
las bestias en él durmiendo 
y en el hueco de un pesebre 
todo el cielo, todo el cielo...

No me extraña que los Reyes 
dejen por verte su trono; 
¿a quién no arrastran, oh niño 
las estrellas de tus ojos?

Esta noche es Nochebuena 
y esta noche no se duerme, 
¿acaso duermen las aves 
cuando el sol sus rayos vierte?

Dormidito está Jesús 
en los brazos de su madre, 
y llora porque en sueños 
ha visto una cruz de sangre.

Para luceros tus ojos, 
para claveles tus labios 
y para fuente de gracias 
tu pecho, niño adorado.

Pastorcito quiero ser 
para poder ofrendarte 
la lana de mis ovejas 
y mis blancos recentales.

Corderos, aves y fuentes 
callad, callad, no hagáis ruido, 
que está durmiendo Jesús 
y está soñando conmigo.

-P. Teodoro Palacios.