DAME SERENIDAD
Señor, si entre las sombras va mi vida
sin vislumbrar hermosa claridad,
si mi estrella polar está perdida,
y la paz de mi alma está escondida,
dame serenidad.
Señor, si me abandona la paciencia
en las horas de inmensa soledad,
y se entrega mi ser a la violencia,
conforme, mi Señor, a tu clemencia,
dame serenidad.
Si al ir por entre sendas escabrosas
me siento como un niño en la orfandad;
si encuentro mis rosales sin sus rosas,
si a mi huerto no vienen mariposas,
dame serenidad.
Si en la lucha titánica y pujante
contra huestes de vicio y de maldad,
mi alma llega a tu trono suplicante
anhelando salir siempre triunfante
dale serenidad.
Señor, cuando la vida me sonría;
cuando tenga en mi ser felicidad;
cuando salte mi pecho de alegría,
cuando sea todo yo una sinfonía,
dame serenidad .
Dame tu santa paz a todas horas,
ayúdame a crecer en santidad:
y en las tardes tranquilas que coloras,
y en las noches de estrellas fulgurantes
que salpican el cielo de diamantes,
dame serenidad .
Francisco E. Estrello