EL DIOS CREADOR

En esta excelsa quietud 
de majestuosa belleza, 
el silencio es una virtud 
que el Señor, en su grandeza, 
nos brinda en la naturaleza.

¡Qué dimensión grandiosa! 
ésta, en que el alma reposa. 
¡Qué pequeñez infinita! 
ésta, de criatura diminuta, 
la del hombre ante el arcano.

Lejos del mundo angustiado, 
en paz, el alma inspirada, 
cantemos el himno sagrado, 
oremos la oración callada.

Adolfo Caián