EL PODER DE DIOS

Todo revela tu poder, Dios mío; 
el iris, con su franja de colores; 
el bosque con sus tiernos ruiseñores; 
con sus estrofas, el sonoro río;

los fulgores del sol en el estío; 
el cielo azul, el mar en sus rumores; 
el vergel con sus fuentes y sus flores; 
el goce santo y el dolor sombrío.

No es posible mirar tanta belleza 
sin admirar la mente soberana 
y comprender al par tanta flaqueza.

La ciencia en vano se afana, 
mientras más se mira tu grandeza, 
mejor se ve la pequeñez humana.

Juan José Fernández