ESE VIENTO

Esos cerros que rodean
la comarca de mi encierro
siempre cubiertos de brumas 
por las mañanas los veo.

Más cuando el sol aparece
e ilumina esos cerros
los velos imaginarios
vanse despareciendo.

¡Cuántas veces las tristezas 
que Las almas llevan dentro
esfumarse bien podrían
como brumas de los cerros!

Una palabra amorosa
un consejo a su tiempo
a las almas solitarias
traído por algún viento...

Como los rayos del sol
alejarían tristezas
brindando luz, alegría
por el amor de ese viento.