HIMNO UNIVERSAL

Cada nota que el viento murmura, 
cada rayo de luz en el sol, 
cada flor en la verde llanura 
es un himno a la gloria de Dios.

Marineros que alzáis con orgullo 
en la popa gentil pabellón, 
de las olas el ronco murmullo 
os proclama la gloria de Dios.

Labradores que al bosque sombrío 
disputáis de la tierra el favor, 
el rumor de las mieses de estío 
os enseña la gloria de Dios.

Es el mundo una lira sublime 
que modula en eterna canción, 
si suspira, si canta o si gime, 
siempre, siempre la gloria de Dios.

Carlos Waiker Martínez