JERUSALÉN
A Jerusalén voy.
¿Quieres venir? Te invito.
Lo único que debes hacer hoy
es seguir el camino marcado por Cristo.
No es fácil, te lo aseguro.
hay espinos y cardos duros.
Pero mira al cielo, nada más.
y con sus manos Dios te sostendrá.
Ten confianza en su Palabra.
y si la cumples, llegarás pronto.
pues la impartirás con premura.
firmemente y sin alboroto.
Jerusalén es de Dios.
Tú eres de Dios.
A Jerusalén voy.
¿Quieres venir? Te invito.
Verónica Pflüger