LA VUELTA AL HOGAR
A ti vuelvo por fin, hogar querido...
¡Cuán lejos de ti fui desgraciado!
Lo que puede llorarse lo he llorado,
lo que puede sufrirse lo he sufrido.
¡Ah, cuántas veces de dolor transido,
con la nostalgia de luchar cansado,
en ti pensando, pobre y desterrado,
feliz y alegre me quedé dormido!
¡Bendito y dulce hogar de mis mayores!
A ti vuelvo por fin -¡oh solitario
asilo de mis cándidos amores!
Calor buscando el corazón en ruina,
como retorna al viejo campanario
cantando la viajera golondrina.
Francisco Canellas