LOS OJOS DEL SEÑOR

Cuando el bullicio del día pasa 
en gotas de emoción, o en el correr 
del tiempo en la lejanía opaca... 
siento tus ojos en mi ser estar. 
Cuando río en la sonrisa de 
una anciana, o cuando lloro 
con el pesar de un niño.
Cuando oro por el pobre o cuando
pienso en el embrujo cálido del amor, 
siento tus ojos en mi corazón penetrar. 
Cuando en la soledad de mi
callada habitación busco un recuerdo querido, 
o cuando imagino tu mundo puro, 
siento tu presencia en mi ser su camino andar. 
¡Señor... por tener tu divina luz en mí, 
te doy gracias hoy!...
y en humilde oración imploro que tus ojos
guíen por siempre el mundo de mi vida y 
la de mis hermanos para enseñarnos por 
dónde debemos transitar y a todos...
...¡amor y confianza regalar!...

Mabel Engel