MAÑANA DE VICTORIA
Mañana de victoria,
mañana de aleluyas,
mañana de canciones y de gloria;
mañana rumorosa,
mañana perfumada,
mañana luminosa,
mañana de la muerte derrotada:
así fue la mañana en que la vida
reventó en milagrosa sinfonía,
Jesús se levantaba.
Las manos milagrosas
ahora traspasadas,
volvían a ser las manos
potentes y piadosas.
Jesús se levantaba.
Y los pies taladrados
se echaban otra vez por los caminos
infatigablemente,
buscando a los perdidos y olvidados...
Desde entonces el vive;
y porque vive,
la vida es nuestra herencia;
la cruz fue cual preludio tenebroso
de un nuevo amanecer más luminoso...
Francisco Estrello