MIRAD LAS AVES DEL CIELO...

Ese hombre hablaba de contemplar 
natural:
el mismo sol,
la misma tierra.

Dejóse el sol admirar
en toda la faz de la tierra.

Hablaba de contemplar un hecho Inusual 
también natural:
el simple gorrión, 
la simple cereza.

La hermosura equilibrada de la vida 
de un gorrión y una pequeña cereza 
madurando al sol.

Ese hombre hablaba de contemplar 
la bondad
de quien hizo bella la tierra, 
insertando junto a cada átomo de vida 
una gota de pureza.
Ese Hombre.

Eduardo Bautista