MISTERIUM SACRUM
Campos de Galilea, campos llenos de espigas;
laderas en que medra la viña secular
vosotros recogisteis de Jesús las fatigas;
¡de las turbas seguido, le miraste pasar! .
Vosotros le ofrecisteis imágenes amigas
que, hechas después parábolas, enseñaban a amar.
¡Oh, dulce Galilea!, tanto recuerdo abrigas
en tu seno sagrado, que eres como un altar.
En tus suaves colinas en que el trigo ya es oro;
en tus vides que guardan en germen su tesoro;
en la tierra bendita donde mis pasos van,
se elevan, entre ardientes fulgores celestiales,
-por sobre los sarmientos, por sobre los trigales-,
¡hecha vino su sangre, y su cuerpo hecho pan!
Luis Felipe Contardo