PAZ
Ya es tiempo de vivir tranquilamente
en paz con Dios, serena la conciencia
en una blanca casa, a la querencia
de un ciprés, de un rosal y de una fuente.
Lejos de las envidias de la gente
contemplar deslizarse la existencia
con esa cristalina transparencia
que pone algo de cielo en la corriente.
Vivir en paz, loando mi fortuna,
para el necio rencor y los agravios
cerrado el corazón a piedra y lodo...
Y alguna tarde, sucumbir con una
sonrisa de perdones en los labios...
¡Quien mucho ha amado lo perdona todo!
Francisco Villaespesa