¿QUIÉN SOY?

¿Quién soy? ¿Quién lo sabe? Yo mismo lo ignoro.
Creyente sincero de Dios en quien fío,
a él sólo me humillo y a él sólo le imploro;
doquier le he hallado velando en bien mío;
doquier le bendigo, le canto y le adoro;
doquier sus creencias evoco con brío;
cantar mi fe firme no tengo a desdoro;
no tengo del pobre vergüenza o desvío;
mi pan con él parto, su mal con él lloro,
y no me da nunca recelo ni hastío
su sórdido traje, su oscura mansión.
Los más escondidos rincones exploro,
y en todos a todos mi fe les confío,
contando a los unos un cuento sombrío
y haciendo con otros ferviente oración.

José Zorrilla