RETORNO

Voy a seguir tus huellas,
Jesús, definitivamente.
Sólo beberé el agua de tu fuente, 
sólo amaré el fulgor de tus estrellas,
y hacia tu faz afirmaré la frente.

¡Cuán pavorosa la aventura 
de mi triste desvío!
Mis flores eran cardos, la amargura 
de las aguas de Mara mi dulzura;
mi luz la sombra y mi calor el frío.

Mas torno a ti, Jesús, hermano mío, 
y hoy sí tendrá mi ruta nuevamente
olor de nardos y brillar de estrellas, 
porque definitivamente
voy a seguir tus, huellas.

Gonzalo Báez-Camargo

PLEGARIA

Dame, Señor, la firme voluntad, 
compañera y sostén de la virtud:
la que sabe en el golfo hallar quietud 
y en medio de las sombras claridad.

La que trueca en tesón la veleidad
y el ocio en perennal solicitud,
y las ásperas fiebres en salud,
y los torpes engaños en verdad.

Y así conseguirá mi corazón 
que los favores que a tu favor debí, 
te ofrezcan algún fruto en galardón.

Y aun tú, Señor, conseguirás así 
que no llegue a romper mi confusión 
la imagen tuya que pusiste en mí.

Adelardo López de Ayala


REFLEXIONES
Proverbios y Cantares

Nuestras horas son minutos 
cuando esperamos saber, 
y siglos cuando sabemos 
lo que se puede aprender.

Ni vale nada el fruto 
cogido sin sazón...
Ni aunque te elogie el bruto 
ha de tener razón.

En preguntar lo que sabes 
el tiempo no has de perder...
Y a preguntas sin respuesta 
¿quién te podrá responder?

Es el mejor de los buenos 
quien sabe que en esta vida 
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos...

No extrañéis, dulces amigos, 
que esté mi frente arrugada; 
yo vivo en paz con los hombres 
y en guerra con mis entrañas.

¿Dónde está la utilidad 
de nuestras utilidades? 
Volvamos a la verdad:
vanidad de vanidades.

Caminante, son tus huellas 
el camino, y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 
Al andar se hace camino, 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar. 
Caminante, no hay camino, 
sino estelas en el mar.

El que espera desespera, 
dice la voz popular.
¡Qué verdad tan verdadera!

La verdad es lo que es 
y sigue siendo verdad 
aunque se piense al revés.

Discutiendo están dos mozos 
si a la fiesta del lugar 
irán por la carretera

o a campo traviesa irán. 
Discutiendo y disputando 
Empiezan a pelear. 
Ya con las trancas de pino 
furiosos golpes se dan; 
ya se tiran de las barbas, 
ya se las quieren pelar. 
Ha pasado un carretero, 
que va cantando un cantar:
"Romero, para ir e Roma, 
lo que importa es caminar; 
a Roma por todas partes, 
por todas partes se va".

Antonio Machado


ANOCHE CUANDO DORMÍA

Anoche cuando dormía 
soñé ¡bendita ilusión! 
que una fontana fluía 
dentro de mi corazón. 
Di: ¿por qué acequia escondida, 
agua, vienes hasta mí, 
manantial de nueva vida 
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía 
soñé ¡bendita ilusión! 
que una colmena tenía 
dentro del corazón; 
y les doradas abejas 
iban fabricando en él, 
con las amarguras viejas, 
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía 
soñé ¡bendita ilusión! 
que un ardiente sol lucía 
dentro de mi corazón. 
Ere radiante porque daba 
calores de rojo hogar, 
y era sol porque alumbraba 
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía 
soñé ¡bendita ilusión! 
que era Dios lo que tenía 
dentro de mi corazón.

ANTONIO MACHADO

¿AMIGO? ¡AMIGO!

Qué a tu edad interesan mucho los amigos, es indiscutible Que necesitas confiar
en alguien que te entienda, no es necesario decirlo Que tus padres no están
de acuerdo con los amigos que eliges, es casi siempre verdad. Pero, ¿qué es
un amigo?
El que te ayuda a mentir y encubre tus errores... ¿amigo?
El que te encendió el primer maldito cigarrillo, el que te dijo que la "onda" era 
el alcohol, la droga y la noche... ¿amigo?
El que te critica cuando estás ausente... ¿amigo?
El que traiciona tu secreto para quedar bien con otros... ¿amigo?
El que valora más su orgullo que tu amistad... ¿amigo?
El que espera algún beneficio de tu compañía... ¿amigo?
El que pone precio a tu cariño... ¿amigo?
El que te usa cuando te precisa y cuando no te necesita te archiva... ¿amigo?
El que te propone simular, robar, ocultar, agredir... ¿amigo? 
El que comparte tu triunfo sin envidia y tu fracaso sin reproche... ¡amigo!
El que se enoja cuando yerras, pero siempre tiene el perdón a flor de labios... ¡amigo!
El que te dice con franqueza tu desacierto a la vez que te ofrece ayuda para remediarlo... 
¡amigo!
El que te apoya en las buenas decisiones y te ayuda cuando el blanco que te has propuesto es 
alto y difícil de alcanzar... ¡amigo!
El que puede comprenderte aunque no hables... ¡amigo! 
El que siempre te está esperando allí, donde lo buscas... ¡amigo!
El que desea tu felicidad con tanto empeño como la suya propia... ¡amigo!
El que te advierte del peligro de la simulación, el vicio y la violencia... ¡amigo!
Si Dios te ha otorgado un amigo -¡aunque sea uno!- de verás te ha bendecido. 
A un ser así no le falles, no le exijas, no lo decepciones, no lo abandones, no lo hieras. 
En cambio dale tu compañía, tu confianza, tu apoyo. Comparte con él esperanzas y sueños, 
dolores y alegrías, fracasos y miedos. Escucha sus consejos... los dicta el afecto. Escucha 
sus reproches... los dicta la pena de verte fracasar. Escucha sus alabanzas... no son para 
adularte sino para ayudarte a vivir.
Y sobre todo, disfruta del gran privilegio que significa tener un amigo.

Virginia Ursini

SE PUEDE SER FELIZ

Al ver la luz de un nuevo día que despejo las tinieblas y llama al trabajo.
Al sentirse descansado, sano y fuerte, con renovados ánimos para proseguir la lucha de la 
vida diaria.
Al dirigir una sonrisa al niño que se despierta, y que la devuelve con un candor que 
vivifica.
Al crear algo nuevo con nuestras manos o con nuestra inteligencia, por sencillo que sea.
Al contemplar el infinito cielo azul, el brillante verdor del follaje de un árbol o el 
delicado matiz de una flor.
Al recibir el cariñoso saludo de un amigo, o noticias de un ser querido muy distante.
Al ayudar a un anciano a cruzar una calle, o al cargar un bulto para aliviar a un fatigado 
viajero.
Al practicar los buenos hábitos que conservarán lo salud.
Al escuchar con simpatía a alguien que está desalentado y necesita nuestro apoyo.
Al saber que la miseria que existe sobre la tierra es un estado transitorio, consecuencia 
del pecado, que ha de acabar pronto.
Al ofrecer al que sufre el consuelo que el cielo deparo al que se apresta a recibirlo.
Al recibir el perdón por una falta cometido.
Al agradecer los favores recibidos.
Al mirar el porvenir con optimismo.
Al dar de lo nuestro a los que tienen menos que nosotros.
Al regocijarse en el éxito de los demás.
Al trabajar en pro de la orientación de la juventud.
Al promover la armonía y la comprensión entre los esposos.
Al olvidarnos de nosotros mismos en pro de los demás.
Al descubrir una verdad.
Al poseer una limpia conciencia.
Al afrontar el dolor, si lo aceptamos como uno invitación a pulir nuestro carácter.
Al dedicar diariamente una porción de nuestro tiempo a la devoción personal.
Al saber que Dios nos ama a pesar de nuestras imperfecciones.
Se puede ser feliz, en fin, con las pequeñas grandes cosas que constituyen la vida, por 
medio de una correcta actitud mental, una fe inquebrantable en Dios y la tranquilidad que 
produce una vida en armonía con el plan del Creador.

ANA G. DE HEIN

JERUSALÉN

A Jerusalén voy.
¿Quieres venir? Te invito. 
Lo único que debes hacer hoy
es seguir el camino marcado por Cristo.

No es fácil, te lo aseguro. 
hay espinos y cardos duros. 
Pero mira al cielo, nada más. 
y con sus manos Dios te sostendrá.

Ten confianza en su Palabra. 
y si la cumples, llegarás pronto. 
pues la impartirás con premura. 
firmemente y sin alboroto.

Jerusalén es de Dios.
Tú eres de Dios.
A Jerusalén voy.
¿Quieres venir? Te invito.

Verónica Pflüger

SONETO

En aquel río que bordea la cabaña, 
donde reflejan los árboles sus ramas, 
y tejen con paciencia las arañas 
sus telas bajo melodías claras,

mejor capta el alma, en tan umbroso paraje, 
tal cual aquel Hombre que anduvo en la tierra 
dejó en el recuerdo, su fraterno mensaje, 
que con amor nos enseña que es mala la guerra.

Sí, busco allá lejos su santa presencia. 
y siempre la encuentro en el límpido río. 
En esos momentos comprendo las ciencias,

aun la más difícil de todas ellas; 
y aunque haya tempestad, no siento frío:
su amor da calor a la natura bella.

RITA ÁLVAREZ KEMP

Ml SEÑOR

VERDAD inalterable como la roca que forja su destino, 
que acrisola las palabras, 
cambia tristezas en rocío, 
que pone sosiego en el alma 
y hace que se sienta libre 
el corazón de su parca carga.

LUZ que reposa en mis ojos apenas brilla el alba. 
Encontrarte a cada paso en mis mañanas, 
y en las tardes, hacerte mía, 
para colmar este corazón de esperanzas 
con cada nuevo día.

CAMINO que recorrer me tardo, 
porque mi carne paraliza tu llamado. 
Buscarte, Camino, 
y entre las hojas hallarte arrodillado; 
encontrarme, íntimo, junto a ti, caminando 
entre tus rosas y tu trigo.

VIDA que pusiste por la mía, 
que diste plena tu alma, 
para sanar mis heridas.
Anhelo mi cabeza recostar en tu pecho
y que acaricies como agua cristalina 
las piedras de mi lecho.

Vida, Luz clara, dulce Verdad, 
viviente Camino, 
¡cómo quisiera encontrarte!, 
Caminante, ¡hacerte mío!; 
tomar tu cruz, 
meditar en tu terrible sacrificio, 
admirar tus manos llagadas. 
aceptar del Don divino
que fluya tu sangre sobre mi pecado frío.

¡Perdón! Señor, perdón!
por aquellas espinas que marchitaron tu trigo.
Abre mis ojos, úngelos con colirio! 
Que recorra siempre fiel este camino, 
junto a ti, JESÚS, hermano mío.

Carlos GERVACIO

LOS OJOS DEL SEÑOR

Cuando el bullicio del día pasa 
en gotas de emoción, o en el correr 
del tiempo en la lejanía opaca... 
siento tus ojos en mi ser estar. 
Cuando río en la sonrisa de 
una anciana, o cuando lloro 
con el pesar de un niño.
Cuando oro por el pobre o cuando
pienso en el embrujo cálido del amor, 
siento tus ojos en mi corazón penetrar. 
Cuando en la soledad de mi
callada habitación busco un recuerdo querido, 
o cuando imagino tu mundo puro, 
siento tu presencia en mi ser su camino andar. 
¡Señor... por tener tu divina luz en mí, 
te doy gracias hoy!...
y en humilde oración imploro que tus ojos
guíen por siempre el mundo de mi vida y 
la de mis hermanos para enseñarnos por 
dónde debemos transitar y a todos...
...¡amor y confianza regalar!...

Mabel Engel

RUEGO MATINAL

El sol, al despuntar, abrió el tesoro 
de su cofre de luz: un nuevo día; 
cada hora ha de ser ánfora de oro 
liberando dolores y alegrías.

¡Oh, Señor!, hoy también sé tú mi guía, 
no desdeñes mi ruego, te lo imploro; 
mañana, no ha llegado todavía, 
ayer pasó, con risas o con lloros.

Te pido que me brindes la sonrisa 
que perfume mi hogar y mi vereda, 
y el trabajar sin pausas y sin prisas.

Tu fuerza, yo te ruego me concedas; 
dame de amor y paz la dulce brisa 
y la certeza de que aquí te quedas.

NORMA BRUNETTI DE MAMANI

LA PENA DE LA FUENTE

Escuchando atentamente 
el murmullo de sus aguas
-soliloquio de la fuente-, 
comprendí su amarga pena.

¿Así, pues, fuente cristalina, 
que te apena
que tu clara linfa 
lleve un poco de arena?

Si por la mía 
hubieras, preguntado, 
asÍ te habría 
contestado:

Sucias arenas 
arrastra el torrente 
que circula por mis venas. 
No puedo limpiar 
de mi sangre la impureza; 
no puedo quitar 
de mi carne la flaqueza, 
ni tanta mala tendencia 
como en mi corazón ha dejado 
la herencia maldita del pecado.

Esa es mi pena, 
fresco manantial 
apenado porque lleva 
un poco de arena 
tu linfa de cristal.

Norverto Rojas Ernst